Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO

de

Mario Rivadulla

Despuès de los sendos viajes a Washington del Secretario de Industria y Comercio Francisco Javier Garcìa y el màs reciente del Presidente Leonel Fernández, todo parece indicar que ha quedado expedito el camino para dar los últimos pasos que nos lleven a las puertas de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio.

Ayer mismo, el Senado aprobò sin lectura, los proyectos de leyes complementarias  requeridos para la puesta en marcha del acuerdo.  Lo hizo a unanimidad, es decir que contò con el voto de los legisladores de los 3 partidos representados en ese cuerpo.  Puede apostarse a seguro por adelantado,  que transitarà con la misma facilidad por la Càmara de Diputados.

Negociado a la carrera, el Tratado ha sido objeto de muchos cuestionamientos y dilaciones, despertando tanto reclamos  urgidos de algunos sectores para su pronta puesta en marcha por los alegados beneficios que reportarà al paìs, como combatido y estigmatizado por aquellos otros  que  entienden  pudieran resultar altamente perjudicados debido a la competencia desigual a que se veràn sometidos.

Es posible que tanto en un caso como en el otro se hayan magnificado sus posibles efectos positivos o adversos.  Lo cierto es que hay sectores que sin dudas podràn beneficiarse de este arreglo comercial; tal, el caso de las zonas francas.  Otros en cambio, pudieran verse fuertemente impactados negativamente como son el agropecuario y un nùmero no escaso de industrias locales.

Alguien tan bien bien informado y experimentado en el campo de los negocios, como el ex presidente de la Asociación de Industrias y del Consejo Nacional de la Empresa Privada,  Celso Marranzini, dijo aquì mismo, apenas la semana pasada, que el paìs no està preparado para competir en el marco del Tratado. Ni contamos con la mano de obra calificada para una producción eficiente,  ni tampoco podremos hacerlo con la actual tarifa eléctrica, gastos financieros  y  cargas fiscales que soportan los sectores productivos.

Su visión del futuro inmediato dista de ser optimista.  A juicio de Marranzini, el paìs pudiera perder 200 mil y hasta màs empleos directos en un tiempo relativamente breve, a partir del momento en que entre en vigencia el Tratado.  La cantidad de empleos indirectos  afectada resultarìa 2 ò 3 veces mayor.

2

Todo esto como consecuencia del cierre de numerosas industrias,  talleres y plantaciones agrícolas barridos por las condiciones ventajosas de competitividad en que tendrán que desenvolverse frente a los subsidiados productores norteamericanos y los centroamericanos muy favorecidos por sus respectivos gobiernos e incentivos.

Como endoso y ejemplo, esgrime los resultados adversos que han arrojado hasta ahora para el paìs los acuerdos de libre comercio con Centroamérica y el CARICOM.  Tanto en un caso como en el otro, la balanza es francamente deficitaria para nosotros.

¿Hasta dònde estos sombríos pronosticos pudieran resultar acertados?  Quisiéramos que Celso Marranzini estuviese equivocado de medio a medio y con èl, todos aquellos que piensan igual a èl.  Estamos seguros que todos ellos tambièn quisieran estar errados. 

Pero lo prudente es estar preparados para lo peor.  Y mejor todavìa, tomar cuantas previsiones sean de lugar para evitar que ocurra lo peor.  Al igual que hacen las propias naciones que se nos presentan como lìderes del libre comercio, comenzando por nuestro màs importante socio comercial, los Estados Unidos, debemos proteger a nuestros productores que puedan estar en riesgo de verse arrastrados por la avalancha incontenible de una competencia desleal, como lo es enfrentarse a contricantes que disputaràn el mercado en condiciones ventajosas.

Una frase muy frecuentemente repetida entre nosotros es la que postula “lo que es igual, no es  ventaja”.  En este caso tenemos que tratar de ir en ayuda de todos aquellos para quienes, por el contrario, lo que no es igual se traduce en una desventaja en su perjuicio.  Porque a fin de cuentas,  la entrada en vigor del Tratado no debe representar el que unos salgan por la puerta ancha y otros por la estrecha, sino que todos  puedan sobrevivir y progresar.

Al gobierno toca procurar que sea asì.

2006-11-03 12:26:45