Opiniones

TIC en las empresas exportadoras centroamericanas

TIC en las empresas exportadoras centroamericanas



Rosmery Hernández Pereira*



rhernan@una.ac.cr



SAN JOSE.- Aunque las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) no son estrictamente la última novedad, pues emergen desde siglos atrás, a partir de los años cuarenta se impulsan cambios muy importantes que se verían luego coronados con la aparición de Internet, en agosto de 1968. Este evento revoluciona el campo de las TIC y cuando a él se suman la aparición de las microcomputadoras y de la World Wide Web en los años 80, nos encontramos con una transformación y explosión de Internet que afecta todas las formas de comunicación y de interacción de los individuos y los grupos sociales.



Algunos datos demuestran, además, que en la década de los 90 se experimenta un sustantivo crecimiento, fortalecimiento y diversificación de Internet, lo que vigoriza las posibilidades de comunicación e información. “El software libre aparece como una opción válida y los costos de acceso empiezan a decrecer fuertemente. Por ejemplo cada seis meses se duplica la capacidad de comunicaciones; en el 2001 se pudo enviar más información por un solo cable en un segundo que la que se enviaba en 1997 por todo Internet en un mes. En cuanto a la reducción de los costos, una transferencia de datos que en 1970 costaba 150.000 dólares, en 1999 costaba 0.123 dólares. En lo que se refiere a la memoria RAM, el megabit de almacenamiento costaba 5.257 dólares en 1970 y pasó a costar 0,17 dólares en 1999. Los logros en cuanto a velocidad se aprecian claramente si se considera que los microprocesadores duplican su velocidad cada 18 meses”1.



El ritmo de crecimiento de la web ha sido inigualable. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) señala que: “Mientras que el teléfono tardó casi setenta y cinco años en llegar a tener 50 millones de usuarios, la web solo ha necesitado cuatro para conseguir el mismo número.



Entre 1990 y 1998 el crecimiento de Internet se dio a una tasa del 81%, mientras que el número de abonados a las telefonías fija y móvil lo hizo a tasas del 6% y 52%, respectivamente”2.



Las TIC llegaron para quedarse, no se puede imaginar que desaparezcan el correo electrónico, las páginas web y los encuentros virtuales en foros y chats, aunque sí es factible pensar que evolucionarán. Dado este contexto, las TIC tienen un potencial para las empresas en general y, en el caso particular de este análisis, para las organizaciones y empresas que participan en el comercio exterior de los países. Algunos como Nicholas Carr3, refieren que las TIC no constituyen una ventaja competitiva -sin entrar en una discusión en este sentido- pues una premisa innegable es que el no tener acceso, y aun peor, que el no uso y falta de apropiación de estas, pone en desventaja competitiva a las empresas, al dejarlas fuera de las bases de datos mundiales, de los foros internacionales e inclusive del comercio electrónico.



TIC en las empresas exportadoras centroamericanas



En un sondeo inicial para este artículo, se trató de identificar, en primer lugar, las condiciones de acceso en el nivel básico, es decir, determinar si las empresas en estudio poseen al menos correo electrónico. En un segundo nivel se estudia si cuentan con páginas web y se indaga el uso de bases de datos electrónicas que aparecen en Internet, la utilización de algún medio de comunicación sincrónica como el chat y otros medios de contacto asincrónico, como los foros o grupos de noticias, de manera que permitan mejorar los contactos con los compradores y proveedores y explorar posibilidades de establecer nuevas relaciones comerciales.



El análisis no se orienta al acceso en forma especial, ya que hay iniciativas y estudios como los de brecha tecnológica que pueden ser referentes si hay interés en este campo. Adicionalmente, al ser empresas que en su mayoría poseen correo electrónico, es claro que al menos hay un acceso, aunque limitado, al uso de Internet y computadoras. Se considera importante analizar el uso y apropiación de las TIC, para mejorar el acceso a la información e inclusive modificar las formas de hacer negocios, siguiendo una línea como la propuesta en la XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su siglas en inglés), que pretende poner las TIC al servicio del desarrollo y que las supone un marco relevante para poner a disposición datos e indicadores y mejorar así la localización de empresas4.



Situación del correo electrónico y web mail. Para determinar la situación respecto al correo electrónico, se indagó en el universo de empresas exportadoras registradas en la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y en el Centro de Trámites de Exportación del Banco Central de Reserva de El Salvador (CENTREX). Procomer registró 1.156 empresas inscritas y el Centrex 986.



El gráfico adjunto muestra que las empresas exportadoras en Costa Rica tienen casi en su totalidad correo electrónico (93%), sin embargo, al consultarse sobre las páginas web, claramente indican que no cuentan con ellas (63%).



En el caso de El Salvador, los datos señalan que solo un 17% no reporta correo electrónico y que un 1% posee página web.



En el caso de Honduras se trabajó con una muestra de 150 empresas registradas en la Fundación para la Inversión y Desarrollo de Exportaciones (FIDE); el 93% reporta correo electrónico y 67% registra página web.



Para Guatemala, por razones de dificultad al acceder a la información debido a la forma en que se encontró organizada, se presentan de un total de 483 consultas. Los datos muestran que el 71% de las compañías no tiene páginas web, frente a un 29% que sí reporta. En cuanto al correo electrónico, todas las consultas que se hicieron aparecen con este recurso.



En lo que respecta a Nicaragua, la exploración fue más difícil; el único sitio donde se encontraron los datos fue el Centro de Trámites de Exportación de Nicaragua (CETREX), sin embargo, en la lista se registra el correo electrónico de las empresas, pero no la página web. Se hizo una búsqueda al azar de 17 empresas de la lista, de las cuales se encontró que tres tenían páginas web en la red y cuatro no, aunque sí aparecen vinculadas a alguna otra página que promociona productos de su mismo sector o subsector; 10 no aparecieron en la búsqueda.



De las 846 empresas enlistadas en la página de CETREX, un 82% aparece con correo electrónico.



La situación presentada coloca fuera de las bases de datos y fuentes de información que aparecen en Internet, a la mayoría de las empresas estudiadas. En todos los casos en los cuales se carece de páginas web, la única forma de aparecer en la masa de información que ofrece la red, es por medio de las bases de datos de las instituciones de carácter público, tales como el Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (Comex), o semiautónomas, como Procomer, el Centrex de El Salvador y el Ministerio de Industria y Fomento al Comercio de Nicaragua (MIFIC), donde aparece una lista de exportadores. Dado esto, un potencial importador interesado tiene entonces que acceder y buscar dentro de una lista clasificada por productos que ofrecen esas páginas y de esa manera hacer contactos con estas empresas.



La web como herramienta comercial



Si se analiza el servicio que brindan las organizaciones de carácter público, por ejemplo, en el caso de Procomer, puede considerarse que este es muy bueno, pues tiene un espacio para que las empresas ofrezcan sus productos, e inclusive dispone de páginas que permiten a los exportadores participar en foros, aunque nacionales, sobre temas de discusión económica. A pesar de eso, los datos que pone a disposición en la misma página (bases de datos sobre precios internacionales, sobre las demandas de productos de los exportadores) requieren una navegación algo compleja para personas no familiarizadas con este tipo de búsquedas, que podría ser el caso de los exportadores centroamericanos. Además, hay que tener en cuenta la limitación del ancho de banda en la mayoría los países, que ocasiona serias dificultades para acceder la información y hace que constantemente se interrumpa la conexión. Una navegación que requiera de muchos links y pericia por parte del usuario, no es conveniente para empresas que en su mayoría solo usan correo electrónico.



Otra consulta importante se orientó hacia las organizaciones de carácter público, con el fin de conocer si había algún tipo de iniciativas relacionadas con la capacitación de los exportadores en el uso de las TIC, en el marco de sus estrategias comerciales. La respuesta fue generalizada, en cuanto a que se trataba de orientar a los exportadores respecto de cómo acceder Internet y dar alguna guía para hacerlo.



Aunque existen iniciativas -como la de Guatemala, específicamente la Asociación Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales (Agexpront) y Procomer de Costa Rica- para capacitar a los exportadores en la creación de páginas web, no se ha pensado en hacerlo acerca del uso de foros, chats y grupos de noticias con fines comerciales.



De lo expuesto se infiere que las empresas en estudio carecen de uso y apropiación de las TIC, aun no consideran o no tienen claras las posibilidades de aprovechar los recursos que las TIC pueden ofrecer, y la inmensa masa de datos que todos los días crece en Internet y que separa cada vez más a los que acceden a la red de aquellos que no lo hacen. Así, podrían estar perdiendo la oportunidad de identificar nuevos suplidores de insumos y compradores.



¿Qué hacer?



Si bien las empresas se pueden situar en el nivel de acceso o primer nivel, no se alcanza un segundo nivel de uso y apropiación. Conviene entonces plantear una pregunta válida sobre qué hacer. En este sentido, debe pensarse en dos niveles: en el nivel macro, entendido como la responsabilidad primordial de las instituciones públicas y de la directriz estatal, además de iniciativas y estrategias empresariales. El segundo nivel es el micro, a lo interno de cada firma.



Ya que las políticas en torno a las TIC se orientan a solucionar problemas de acceso, y no precisamente a su uso y apropiación, no es de extrañar que las organizaciones públicas no hayan tomado iniciativas sostenidas y no tengan una actitud proactiva, sino más bien reactiva. Se requiere una directriz institucional que guíe y oriente a las empresas a trascender de el empleo del correo electrónico, para beneficiarse con una actitud de mayor apropiación de las TIC. Así, conviene organizar a las cámaras y diferentes agrupaciones para que definan una estrategia orientada a que las empresas exportadoras sean partícipes de los procesos de comercialización e información existentes en Internet, y políticas, por ejemplo, de financiamiento, para que las compañías puedan comprar equipo informático. También es necesario propiciar el contacto de grupos de profesionales expertos que, a bajos costos o con software libre, las ayuden a tener su propia web; de capacitaciones en el uso de bases de datos y redes, como foros y chats y la manera como estos espacios pueden apoyar y ser un punto de intercambio de experiencias y oportunidades.



En el nivel micro, es claro que hay escasez de recursos o infraestructura tecnológica en las empresas, y los precios por acceder a la red, que aunque decrecen, aún son caros para muchos, pero eso puede solucionarse con la organización de clusters (conglomerados de empresas). Con frecuencia no hay gran distancia física entre empresas productoras de un mismo producto, por lo que podrían compartir líneas de Internet, y de ser preciso, hasta costos de hosting. Es posible que las compañías necesiten digitalizar algunos datos para ser puestos en la red, y eso sería más barato y posible si se trata de una demanda grupal y se busca un oferente en forma conjunta. También requieren software para llevar un control de sus datos, producción, ventas, suplidores, intermediarios y costos, en fin, por lo que podría hacerse una demanda grupal, con poder de negociación.



Por otra parte, estar en la red significa también posibilidades de recibir demanda electrónica y hacer oferta electrónica. Aunque los escépticos se preocupan por los problemas de seguridad que persisten, podría empezarse por transacciones poco riesgosas, que les permitan tomar confianza en la red y crecer en el conocimiento de los sistemas de seguridad que aseguran los negocios en este ámbito.



Es conveniente que las empresas vean las TIC y la información en la red no solo como una herramienta para conocer sobre nuevas formas de comercialización, sino como una forma de que sus procesos de producción se vean beneficiados. Foros e información sobre cómo aumentar la productividad, tratar ciertos problemas de administración, atacar males que afectan a los cultivos y administrar las empresas, están en la red y aumentan todos los días; se trata de lo que muchos han llamado la sociedad del conocimiento.



En fin, la empresa en la red sugiere un cambio cultural, no es solo modificar la infraestructura tecnológica e invertir en TIC, sino que debe ser “un cambio en la organizativo”5.



Históricamente los países centroamericanos han mantenido relaciones de intercambio desiguales y muchas son las razones que han favorecido esta situación; no sería conveniente mirar pasivamente cómo otros se apoderan de medios que están a disposición de todos y que bien podrían colaborar en el mejoramiento de las relaciones de intercambio. Si no se toma una actitud adecuada, se corre el peligro de aumentar las razones para mantener la desigualdad.



Actualidad Económica

2006-11-06 13:32:46