Opiniones

En lugar de rectificación fiscal: mayor represión tributaria y ahondamiento de distorsiones

En  lugar de rectificación  fiscal: mayor represión tributaria y ahondamiento de distorsiones

Guillermo Caram*



A juzgar por el proyecto de ley sometido al Congreso por el Poder Ejecutivo, lo propuesto dista mucho de ser una mera rectificación fiscal, de tasas y omisiones, como el Presidente la quiso presentar en sus dos discursos; sino que conlleva una profunda modificación a la administración tributaria para proporcionarle mayores controles y poderes represivos, así como la el ahondamiento de distorsiones contenidas en la actual estructura mediante aumento de tasas a los que contribuyen acompañadas de mantenimiento de privilegios de los omisos, mediante listas de exenciones  de productos y sectores.

Lo único que pudiera calificarse como rectificación es el cambio radical observado entre los dos últimos discursos presidenciales, no obstante apenas distanciarse 15 días uno de otro, hasta el punto de reflejar inconsistencia en la conducción del Estado.

Si nos atenemos al significado de la palabra consignada en el diccionario de la RA, los discursos presidenciales no han perfilado ninguna rectificación: Rectificar significa “reducir una cosa a la exactitud que debe tener”; “certeza en los dichos y hechos que se le atribuyen”.

Nada de lo dicho y hecho conduce a la exactitud ni a la certeza del sistema fiscal dominicano; puesto que no corrige los errores cometidos en el montaje de lo hoy existente, sus excesos y distorsiones entorpecedores de la equidad y eficiencia que dicho sistema posee.

Por el contrario, lo propuesto acentúa los yerros cometidos en reformas anteriores, a juzgar por los siguientes elementos:

  1. No aborda la exigencia de racionalidad, reducción y reorientación, del gasto público;  principal estimulador para una adecuada contribución tributaria.

 

  1. Sigue predominando los criterios de discrecionalidad y privilegios, expresados en listas de productos y sectores a ser gravados, frente a otros exentos.

  1. Se prosigue con la multiplicación tributaria: Nuevos tributos se agregan, otros supuestamente transitorios se perpetúan y casi todos se aumentan.

 

  1. Se continúa con la errónea creencia que tasas altas, por demás elevándose,  garantizan un incremento en las recaudaciones; contrario a como se ha comprobado, dentro y fuera del país.

  1. Se sigue ignorando que las altas tasas y multiplicación tributaria contribuyen a fomentar la informalidad de la economía y en consecuencia a aumentar la evasión fiscal.

 

  1. Se sigue con la errónea creencia que la evasión puede ser combatida mediante mecanismos de control tributario,  multiplicación de formularios  y el montaje, que inhiben la capacidad de emprendimiento de los dominicanos.

  1. Se aumentan estos erróneas creencias agregando sanciones represivas, que incluyen multas y cárceles, herramientas altamente riesgosas en una administración estatal caracterizadas por arbitrariedades

 

Los proyectos de leyes propuestos siguen desconociendo que la mayor colaboración de los contribuyentes, hasta hacer mas fluida las contribuciones; se puede alcanzar mas fácilmente  mediante un gasto público socialmente justo y económicamente eficaz, si todos los productos y sectores paguen tasas mas bajas, siendo la ideal el 10%; y simplificando los procedimientos de tributación.

Algunos de los tributos propuestos son particularmente irritantes, como es el caso de los para vehículos y combustibles; los cuales tenderán a exagerar las deficiencias en el servicio transporte puesto que encarecerá la provisión particular de este servicio en circunstancia que los sistemas de transporte públicos están dejando mucho que desear, principalmente por las siguientes razones:

(1) Es un sistema caótico generador de costosos y desesperantes entaponamientos,

(2) La única solución hasta ahora ofertada por el gobierno en materia de transporte masivo se concentra en el Metro en Santo Domingo – una solución de largo plazo, solo en dirección Norte Sur, del que se desconocen previsiones técnicas y financieras imprescindibles – sin que haya perfilado soluciones a la demanda Este Oeste que habrán de alimentarlo ni otras soluciones interurbanas y provinciales.

(3) La falta de autoridad ante el chantaje de gremios tradicionales beneficiarios de exoneraciones y financiamientos sin que provean servicio eficiente y barato a una ciudadanía que por demás se siente atemorizada por el peligro que representa la forma  temeraria de conducir vehículos pagados por contribuyentes.

Ante estas precariedades del servicio de transporte que disponemos; incrementar el impuesto a los vehículos y a los combustibles constituye una falta de ética, visión y responsabilidad de las autoridades.

Y constituye una distorsión propia de la carencia de filosofía en la conducción del Estado, cuando éste  incrementa la competencia desleal que ha fomentado al seguir gravando gasolina y gasoil mientras sigue sin eliminar el subsidio al GLP para transporte.

Si tenemos en cuenta que estas pretensiones pueden convertirse en peligrosos detonadores de inconformidades sociales y en una prueba para medir hasta donde llegan las  diferencias en el PLD  reflejables en el Congreso;  la aprobación de estos  tributos, por conveniencia y factibilidad, constituye, afortunadamente,  una posibilidad remota.

Esto así, puesto que constituye una incógnita la fuerza del Ex Secretario de la Presidencia, hasta hace pocos días tenido como Jefe de Gobierno mientras al Presidente Fernández se le reservaba el papel de Jefe de Estado. ¿Seguirá comprometiéndose con el gobierno o aprovechará la fuerza que se supone que tiene para diferenciarse del mismo?

No sabemos si el Presidente Fernández estaba, al pronunciar sus discursos, plenamente conciente que lo que iba a proponer al Congreso Nacional era algo mucho mas profundo que una simple rectificación.

Pero si eso creía, y ante la posibilidad que sea rechazado el proyecto completo por las razones aludidas, debería ir preparando un plan de contingencia capaz de enfrentar ésta y otras eventualidades para satisfacer los requerimientos que se ha dejado exigir de parte la comunidad internacional encarnada en el FMI.

Guillermo Caram es un político y experto en planificación

2006-12-08 14:52:41