Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de

Mario Rivadulla

El Fiscal del Distrito urge la necesidad de implementar medidas adecuadas para frenar el auge de la criminalidad internacional. 



En este sentido, el doctor José Manuel Hernández Peguero, advierte sobre la presencia en el paìs de sicarios de otras nacionalidades,  quienes supervisan las transacciones de drogas y llevan a cabo las ejecuciones conocidas como “ajustes de cuentas”.

Ciertamente la denuncia es grave, pero sin embargo no es nueva.  No es de ahora que en el paìs se han venido produciendo con regularidad cada vez màs frecuente y en forma tambièn màs truculenta, crímenes relacionados con el tràfico de estupefacientes. 

Lamentablemente desde hace años y en forma continua, Repùblica Dominicana se ha convertido en una especie de corredor para el comercio internacional de sustancias prohibidas.  Hoy por hoy, gozamos del poco envidiable privilegio de figurar como uno de los paìses-puente màs importantes utilizados por los carteles para saturar de narcóticos el atractivo mercado nortemericano,  y en gran medida tambièn el europeo.

Atravesando la frontera, llegados por mar o caìdos del cielo el paìs se ha convertido en recipiente de voluminosos alijos de las màs variadas drogas.  Marihuana, cocaína, crack, éxtasis y hasta la muy adictiva heroína pasan  por el corredor dominicano rumbo a Puerto Rico, Estados Unidos y el Viejo Continente, principalmente España.

Por desgracia, una cantidad cada vez mayor se nos va quedando en el creciente mercado local. En èste aumenta la cantidad de drogadictos y de bandas vinculadas al comercio de estupefacientes, sobre todo a escala barrial. 

Asì como nos hemos convertido en terreno propicio para el trasiego de sustancias prohibidas, tambièn lo vamos siendo para el lavado de recursos provenientes de esa actividad criminal.  No serìa exagerado afirmar, aùn sin pruebas a la mano aunque sì con sobrada evidencia a la vista y al simple sentido comùn, que es astronómica la cifra de recursos que se mueve e invierte en el paìs de muy dudoso o cuestionable origen.

Tràfico, distribución y consumo asì como  blanqueo son actividades criminales que traen aparejada frecuentes pugnas, feroces enfrentamientos y los llamados “tumbes” resueltos las màs de las veces con extrema violencia y que con frecuencia, producen los ajustes o ejecuciones sobre los que advierte el Fiscal Distrital. Estos por lo general son llevados a cabo por sicarios contratados y traidos de fuera para ese fin y efectuados con especial sadismo.

La situación repetimos, no es de ahora.  En este caso, como siempre, nuestra tradicional desidia, imprevisión e indiferencia cuando no la condenable complicidad local a todos los niveles de la autoridad y la misma sociedad,  han sido los polvos que han traído estos lodos.

Pero el hecho de carecer de novedad, no debe restar al reclamo de alerta de Hernández Peguero para que entendamos por fin, que el problema es de una gravedad y una extensión que no admite dilaciones y que termina por involucrarnos a todos en la medida en que tambièn todos, en mayor o menor medida pero de manera inexorable, terminaremos por ser vìctimas de esta situación si no enfrentamos la situación con sentido de compromiso colectivo y un plan eficaz de educación, prevención y combate a las drogas. 

Porque eliminar la causa es la ùnica forma de suprimir sus efectos.

2006-12-14 14:41:06