Opiniones

Cooperación entre los pueblos

Opinión

Cooperación entre los pueblos   

         

Por José R. Martínez



Especial para Diario Dominicano

No hay dudas de que la cooperación entre las naciones es siempre provechosa  para el desarrollo de los pueblos.

Esto es así porque la renovación del acuerdo Petrocaribe, a través del cual Venezuela financia combustible al país, es un excelente ejemplo de cooperación que fortalece las relaciones entre las dos naciones.

Por su importancia económica para el país la renovación del acuerdo, constituye un saludable soporte del presidente Chávez al potencial de desarrollo de la Republica dominicana.

Con este financiamiento de largo plazo, justo cuando el petróleo  se cotiza en los mercados internaciones a más  de 60 dólares el barril, el país tiene la ventaja de que puede pagar la factura  con bienes y servicios producidos en el país, lo que beneficiaria el sector agrícola e industrial.

La renovación del acuerdo Petrocaribe anunciado por el embajador de Venezuela, general Belisario Landis, y el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa, es una síntesis de los vínculos de amistad, solidaridad y cooperación entre las dos naciones.

El convenio de venta de petróleo, en condiciones preferenciales, fue acordado por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y el de República  Dominicana, Leonel Fernández. Con buenos beneficios para el país, el acuerdo  comenzó a ejecutarse hace más de un año.

La ocasión es propicia, además, para que las autoridades inviertan  parte de los recursos que se economizan en la compra de petróleo y derivados  en la reactivación y modernización de la industria azucarera para la producción de etanol.

Brasil, por ejemplo, ha ido trasformado su industria azucarera, que ahora buena experiencia en la producción de etanol, masificando su uso y ahorrando  millones de dólares a su balanza de pagos.

Pues  la producción en gran escala de etanol, le ha permitido a esa nación  reducir a la mitad  el consumo de petróleo y derivados, y  no le preocupan ya ni los excedentes  de azúcar que exportan los países desarrollados, ni el vaivén de los  precios del dulce en los mercados internacionales.

Aquí, en dominicana, San Pedro de Macorís tiene todas las condiciones y experiencia para reactivar  su esplendoroso pasado productivo con la reconversión de su industria azucarera en  una moderna agroindustria para la  producción etanol, que es una fuente limpia de combustible.

En ese contexto,  ya otros países caribeños productores de azúcar e importadores del crudo, están reorientando sus industrias azucareras para la producción etanol, que es un subproducto de la caña de azúcar.

Y  no sólo para su consumo interno, sino también para suplir la creciente demanda del mercado americano y europeo, que lo está usando de manera creciente como fuente alternativa de combustible.



El autor es periodista



jr_reyes_16@hotmail.com

2006-12-21 14:35:28