EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
De fuente oficial se informa que este año el acuerdo de Petrocaribe con Venezuela ha representado para el paìs un ahorro de unos 309 millones de pesos, como consecuencia del financiamiento del cuarenta por ciento de nuestra factura petrolera.
Ha sido un buen respiro tomando en cuenta los altos precios sin precedentes alcanzados por el crudo en el mercado internacional. Lo serà tambièn para el próximo año que ya nos està tocando a las puertas, el hecho de que, segùn la misma fuente, se ha conseguido formalizar la renovaciòn de dicho acuerdo.
Hay que agradecer en este caso, la flexibilidad mostrada por el gobierno venezolano, que es el que controla la producción y venta del crudo por màs que estè animada de una clara intención política. Pero hay que insistir una vez màs que se trata de un ahorro inmediato y temporal.
Recordar lo que el propio Presidente Leonel Fernández aclarò en la reciente reunión efectuada en La Habana de los paìses agrupados en el ACP. Esto es: que no se trata de un regalo sino de un aplazamiento de pago, si bien en condiciones muy blandas, a 25 años con dos de gracia y un interés de apenas el uno porciento anual. Se trata por consiguiente de un compromiso que estamos asumiendo para el futuro y que tendremos que comenzar a honrar en el 2008, cuando se cumplirà el periodo de dos años de gracia de la primera compra realizada bajo esas condiciones.
Esto ya lo habìamos advertido cuando se anunciò a bombos y platillos el acuerdo de Petrocaribe. Lo hicimos entonces y lo reiteramos ahora no para restarle importancia al gesto de Venezuela, sino para insistir en que esa concesión no debe en modo alguno hacernos olvidar que no producimos petróleo, que el petróleo es caro, que representa nuestra principal erogaciòn en divisas y que estamos obligados a hacer un uso prudente del mismo.
Se ha venido reclamando del gobierno austeridad. Pero tambièn tenemos que llevar esa misma cultura y mìstica de ahorro al paìs en su sentido màs amplio. Tenemos que adquirir plena conciencia de la necesidad imperiosa de hacer un uso medido de los combustibles. De que no podemos seguir derrochando como ricos lo que estamos obligados a usar racionalmente como el paìs pobre y carente de petróleo que somos.
Lo planteamos en este mismo espacio antes del controversial proyecto de Rectificación Fiscal, señalando que la administración tenìa retomar el plan de ahorro iniciado en los meses postreros del pasado año y abandonado inexplicablemente en diciembre pasado, con la excusa de las celebraciones de Navidad. Y que al hacerlo debìa enviar señales claras de cumplirlo con seriedad en sus propios predios.
Hay que insistir en el tema una y otra vez. Reiterar que el petróleo que consumimos y parte del cual no estamos pagándole ahora a Venezuela, tendremos que comenzar a hacerlo apenas en el 2008. Y la cantidad a pagar irà siendo cada vez mayor en la misma medida en que, año tràs año, hagamos uso del financiamiento que nos ofrece.
Si olvidamos esto y seguimos presas del consumismo irresponsable, sin tasa ni medida, con seguridad màs que posiblemente, estaremos agregando para nuestro futuro inmediato y el de la próxima generación un nuevo y gravísimo problema a los muchos que ya confrontamos y que en gran medida, hoy nos preocupan y en buena medida amargan la existencia.
2006-12-21 14:37:52