EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
Cualquiera pensarìa que eso de robarse cables de las redes eléctricas y del tendido telefónico asì como tapas metálicas del alcantarillado y hasta las verjas que circundan la Plaza del Conservatorio y si mal no recordamos, la de los 3 Ojos, o la misma espada legendaria de Máximo Gòmez por dos ocasiones es delito de menor cuantìa. Hazaña propia de rateros de poca monta.
Pero ocurre que es todo lo contrario. Que se trata de un delito mayor que provoca una reacción de perjuicios en cadena y que conforma un negocio multimillonario de gran envergadura.
Un amplio reportaje del matutino Hoy revela que las pèrdidas sufridas debido a esa razòn por las tres distribuidoras eléctricas Edesur,Edenorte y Edeeste han sido tan solo en este año, del orden de seiscientos millones de pesos. No es lo ùnico. A esa cifra hay que sumar unos doscientos millones que han registrado por la misma causa las telefónicas Verizon y Tricom, màs una cantidad similar por parte de organismos del Estado y empresas comerciales.
Los robos, que hasta ahora se han venido realizando casi de manera totalmente impune, tienen como antes señalamos un valor negativo de multiplicación. La sustracción de cables del tendido eléctrico han provocado inesperados y largos apagones que, en el caso del comercio se ha traducido en pèrdidas de su inventario dañado por falta de refrigeración y el tener que acudir a energía alternativa`para poder continuar operando. La interrupciòn del servicio telefónico, tambièn ha afectado el normal desenvolvimiento de sus actividades.
Se trata de una situaciòn que como es lógico, tambièn ha afectado sectores residenciales al tiempo de servir de sombrilla para la comisiòn de toda una serie de diversos delitos cometidos al amparo de la oscuridad en los sectores afectados.
¿Adònde va a parar el fruto de estos cuantiosos hurtos? Siempre siguiendo el hilo de la bien documentada informaciòn ofrecida por el de Hoy, el cobre extraìdo de los cables eléctricos y telefónicos se vende a razón de entre 50 a 70 pesos la libra con fines de exportación. Un rubro que no aparece reflejado en nuestras estadísticas de comercio exterior.
Obviamente no estamos en presencia de un grupo de ladrones comunes. De descuideros dedicados a robar sus carteras a mujeres que van de compras en un momento de distracción, o a sustraer una billetera del saco o del pantalón de un confiado ciudadano con habilidad cultivada desde edades tempranas o arrancar celulares de las manos de sus dueños al paso de raudos motores.
Por el contrario, se trata de una estructura mafiosa bien montada y aceitada, con conexiones internacionales y aparente una fuerte protección local, necesaria para poder llevar a cabo con tanta seguridad y reiteración, operaciones delictivas que por su naturaleza exigen todo un complejo montaje, difìcil de disimular.
Muchos se preguntan, ¿còmo es posible que nuestras autoridades policiales que han sido capaces de descubrir crímenes horrendos y dar con sus autores en apenas horas y rescatar secuestrados sin disparar un tiro y sin que la vìctima haya sufrido daños, se muestren en cambio completamente confundidas y totalmente impotentes para enfrentar esta situaciòn?
Cierto que ya el siempre avispado Miguel Cocco, en Aduanas, ha adoptado medidas de precaucaciòn exigiendo un permiso especial para la exportación de metales, lo que reduce el campo de acciòn de los malhechores.
Pero…¿què impide que èstos, con la misma libertad con que se han movido hasta ahora no intenten luego sacar esos metales de contrabando por cualquier punto desguarnecido de la costa, tal como ocurre con los viajes ilegales y la entrada de droga por vìa marítima?
Lo cierto es que a todas luces estamos en presencia de un delito mayor, de un negocio ilícito de gran envergadura y de una maquinaria delictiva bien montada cuyo marco de impunidad origina justificadas suspicacias. La legìtima sospecha de que la misma encuentra muy fuerte y seguro acomodo y protección locales lo que permite llevar a cabo una operación frente a cuyo monto, se quedan chiquitos el escàndalo de los pasaportes oficiales a falsos regidores y el mismo fraude de las pensiones en la Secretarìa de Finanzas.
2006-12-28 14:41:36