10 de Enero, 2007.
“Los discursos inspiran menos confianza
que las acciones”.
(Aristóteles)
Una conciencia que acusa
Al parecer, existe en algunos legisladores oficialistas una conciencia que acusa.
Esta afirmación viene por el hecho de que, pese a aprobar el Presupuesto General de la Nación y préstamos para el Metro, algunos de ellos hicieron “llamados a la reflexión”.
A modo de ejemplo, Elías Serulle, (vocero de los diputados del PLD) señaló que resulta penoso que una pieza de tanta trascendencia para el destino de un país como lo es el presupuesto, no sea analizada a profundidad. Y añadió que «aquí, y que lo sepa el pueblo, los diputados, los senadores no aprobamos presupuesto, eso no es lo que hacemos, votamos que si o que no, porque no lo hacemos, ni lo discutimos», aseguró Serulle.
Incluso expresó que los presupuestos todos son “iguales de malos”.
Pelegrín Castillo, de la Fuerza Nacional Progresista, aliada tradicional del PLD, afirmó que el Metro no debió merecer la prioridad dada por el Poder Ejecutivo.
Miguel Bejarán, del PLD por Montecristi, afirmó que votó por el Metro con el dolor de su alma, ya que resulta penoso que mientras esa obra se lleva tantos recursos en muchas provincias existen decenas paralizadas. A su modo de ver, no se concibe que todos los proyectos de importancia se concentrne en la capital.
Francisco Domínguez Brito, Senador del PLD por Santiago, criticó a los congresistas que levantan las manos para aprobar proyectos que no conocen, como el caso del presupuesto del Senado para 2007. El legislador santiaguense intentó convencer a sus colegas de que se cometería una grave irregularidad si se aprobaba un texto que no se conocía y se había sometido al debate de los senadores. El presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, dijo que el presupuesto de la Cámara Alta no ameritaba discusión porque se trataba del mismo del año pasado.
“Cada senador debería tener conciencia plena de lo que está aprobando”, expresó Domínguez Brito y añadió: “levantar la mano sin saber lo que se ha hecho, lo que se ha leído, es un acto de irresponsabilidad” (Clave Digital).
Pese a esta conciencia que acusa recuerdo como mi abuela señalaba que no bastan las buenas intenciones y hasta llegaba a afirmar que de bien intencionados está lleno el camino del infierno.
Milton Tejada C.
2007-01-11 15:29:34