Valor y solidaridad
Por José Reyes Martínez
Especial para DD
“Sea olvidado por completo y en todas partes que el pago en efectivo no es la única relación entre los seres humanos“, dice el pensador escocés, Thomas Carlyle.
Lo es también, agrego, la solidaridad, el momento de ayudar a otros cuando justamente la necesidad lo requiere. Haciéndolo, además, con naturalidad y sencillez, sin anunciarlo a nadie.
La solidaridad, bien reflexionada, no el éxito económico, nos une y nos identifica con las necesidades, los sueños y las esperanzas de los que aspiran a vivir en un mundo mejor.
Este bien abstracto, nos ayuda a entender cómo nos sentimos, cómo pensamos y cómo soñamos ser, en un mundo donde sigue creciendo la miseria y la desesperanza, mientras en otros, la riqueza se ostenta, brilla y se expande sin limite ni mesura.
Tiene primacía en nuestro tiempo, el mercado, la cultura del beneficio, el pensamiento que maximiza las ganancias, el valor agregado en el producto, mas no los bienes cultivados en las personas, esto se excluyen, porque es nula su relación con el mercado.
Esto es a propósito de que un desconocido trabajador de la construcción, Wesley Autrey, se a convertido en un reconocido héroe de la ciudad de Nueva York, al saltar con valentía y decisión delante de un tren suburbano para salvar la vida a otra persona.
“Actué así porque ví que alguien necesitaba ayuda”, dijo a los medios el héroe inesperado de la ciudad de nueva York.
Al observar como el estudiante de cine Cameron Hollopeter, de 20 años, sufrió un ataque epiléptico, perdió el control y cayó del andén entre las vías.
Autrey, sin esperar ni pensarlo dos veces y como nadie hizo nada se lanzo en ayuda del joven en problemas, al lanzarse para presionar con su cuerpo el del joven contra el suelo.
El tren pasó a apenas unos centímetros de sus cabezas antes de pararse. Autrey y Hollopeter resultaron ilesos a excepción de unas raspaduras en sus brazos.
“Estás vivo, pero como te muevas nos puede costar la vida a los dos”, le replicó el ahora héroe norteamericano, según relata entre risas.
Desde entonces Donald Trump, afamado millonario norteamericano, le ha entregado un cheque de 10,000 dólares, Disney lo ha invitado a él y a su familia a ir de vacaciones y a ver un musical.
Además, la Academia de Cine de Nueva York le dio otro cheque y el alcalde de la Gran Manzana le ha hecho entrega de la medalla de bronce, la mayor distinción para ciudadanos valientes o que se destacan de alguna forma.
Con estos reconocimientos a ese ciudadano norteamericano, se ha reconocido un apreciado bien adstrato, la solidaridad, tan necesario en estos tiempos en que el mercado ha ocupado el espacio de los valores, los sueños y los sentimientos de la gente.
Por su actitud de valor y solidaridad,, ya casi todos los norteamericanos conocen la cara de este héroe del Harlem. Autrey dejó a sus niñas Shuqui de 6 años y Syshe de 4 en el andén, para evitar la muerte segura de un joven extraño que necesitaba ayuda.
Es tiempo de evidenciar la cualidad que nos hace mejores humanos: el tiempo de ser solidarios.
El autor es periodista
jr_reyes_16@hotmail.com
2007-01-14 19:38:01