Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

El nombramiento de la actual Junta Central Electoral fue acogido con visibles muestras de aceptación no solo por parte de los partidos políticos, sino tambièn desde los màs diversos litorales de la sociedad civil.

A esas demostraciones iniciales de confianza, respondieron los nuevos magistrados adoptando una serie de medidas muy enérgicas de reducción de gastos y eliminación de personal supèrfluo y del todo innecesario que abultaban su nòmina.

En adiciòn, su Presidente anunciò la realizaciòn de ambiciosos y necesarios programas complementarios al montaje de unas elecciones participativas, confiables y que no dejen resquicio a los traumas postcomiciales que han caracterizado los dos últimos torneos.

Entre èstos programas resaltan: la creaciòn de un Registro de Extranjeros Indocumentados; la de un plan de cedulación destinado a dotar de identidad civil y personalidad jurídica a màs de cuatrocientos mil dominicanos adultos cuyos nacimientos no estàn inscriptos; y la depuración y regulación de las oficialìas del Registro Civil. 



De igual modo, la revisión de contratos sobre los cuales haya podido generarse algún tipo de suspicacia, inclusive sometidos a investigaciòn del DEPRECO.

Como si fuese poco y no obstante, haber visto recortados de manera significativa los recursos solicitados por la Junta para el presente año preparatorio de las elecciones generales del 2008, se comenzò a desmontar el fraude de la nacionalidad.  Un escandaloso y multimillonario negocio de cèdulas falsas,  llevado a cabo por una mafia de dentro y fuera de la propia Junta y de algunas oficialìas civiles,  para suplantar la identidad  haciendo aparecer como dominicanos a una enorme cantidad de indocumentados,  y aùn a malhechores y narcotraficantes extranjeros reclamados por las autoridades de sus respectivos paìses,

Todo esto viene a punto, porque con toda la abultada agenda de  responsabilidades que se ha echado encima,  resulta penoso que los magistrados de la  Junta lleven màs de dos semanas involucrada en la misma discusiòn pùblica sobre el carácter ètico o no y el cobro de los llamados incentivos que supuestamente vendrían a compensar las horas de trabajo extras y de los fines de semana de los magistrados.  Una discusiòn ya a esta alturas totalmente pìrrica por sobresaturación del tema, y perjudicial para su imagen y su apretado calendario de trabajo.

Si los incentivos no se crearon como un privilegio sino como una compensación a ese horario extra de labores de un salario que pudiera considerarse por debajo del que ameritan las responsabilidades y jerarquía de los magistrados,  asì como inferior a los que se perciben en otras àreas de la Administración, pese a lo cual estàn siendo cuestionados, la soluciòn no parece ser tan complicada. Simplemente eliminar los tales incentivos, y con absoluta transparencia fijar los sueldos de los magistrados en el nivel que resulte justificado a sus responsabilidades y jerarquía.

Salvo un insensato, oportunista y demagógico ejercicio populista nadie  puede ignorar las presiones que està supuesto a soportar y el enorme compromiso que supone ser magistrado de la Junta Central Electoral, en particular si se està  imbuido del sincero deseo de desempeñar el cargo y hacer su trabajo con la debida transparencia y dedicaciòn.  Ni tampoco,  objetar que reciba un pago adecuado a esa misiòn.

Seguir discutiendo sobre la procedencia o no de los incentivos nos parece una lamentable y peligrosa pèrdida de tiempo a la vez que arrojar suspicacias y empeñar la imagen de una Junta Central Electoral que desde sus mismos inicios, repetimos, contò con un amplio margen de apoyo y confianza generales que no se debe permitir quede en entredicho.

Nos parece que la misiva dirigida al pleno del tribunal por su Presidente, resulta màs que definitoria desde el punto de vista ètico y pràctico para normar un acuerdo colectivo en este sentido. E insistimos:  la eliminación de los incentivos y su sustituciòn por un posible reajuste de salarios adecuado a las responsabilidades que comporta la condición de magistrado de la Junta, si justificado, no tiene por que ser motivo de vergüenza, crìtica ni suspicacia.



(TELEDEBATE.  Telefuturo, Canal 23.  Cubriendo todo el paìs vìa satélite y en vivo y directo al exterior, a travès de Internet. Transmisión del jueves 22,02,07).

2007-02-25 17:49:18