EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
Ya en otras ocasiones hemos dicho que las cosas de nuestro paìs no estàn escritas. Somos escenario de lo insólito. Damos una enorme importancia y nos involucramos en prolongadas polémicas por determinadas situaciones que no son de tanta trascendencia y en cambio, dejamos pasar otras de largo que sì la tienen.
Ahora mismo, por espacio de dos semanas, ha sido noticia preferente el caso de los incentivos para los magistrados de la Junta Central Electoral. Una situaciòn que hubiese sido fácilmente digerible y menos motivo de controversia si tan solo se hubiese hecho un reajuste de sus sueldos para compensar las horas extras y los trabajos de fin de semana sin apelar a ningùn tipo de subterfugio.
En cambio, no le hemos damos el mismo relieve y seguimiento a un tema de mucha mayor significación como es el hecho de que el incumplimiento de la ley que dispuso transferir el Registro Civil a manos de la Junta Central Electoral que debió haberse realizado en 1992, ha ocasionado que el organismo dejase de percibir en todo este tiempo una suma superior a dos mil 459 millones de pesos segùn revela el magistrado Roberto Rosario, presidente de la Càmara Administrativa.
Ese dinero en cambio, fue a parar a manos de quienes durante todos esos años explotaron las oficialìas del Registro Civil como si se tratase de un patrimonio personal, y posiblemente en algunos casos tambièn de aquellos que los apadrinaron para obtener esos jugosos proventos.
Asimismo, el fisco dominicano habrìa dejado de percibir rentas por una cantidad igualmente estimada superior a 983 millones de pesos y el fisco, por concepto de impuestos, màs de 196 millones 739 mil pesos.
Son cifras como para quitarnos el sueño y condolernos de que esto haya podido pasar por complacencia, indiferencia o desatención del cumplimiento de la norma legal que ahora se ha comenzado a implementar.
Esto es: normalizando el status legal de las oficialìas, normando su funcionamiento, estableciendo tarifas para sus servicios, canalizando los ingresos hacia la Junta Central Electoral y fijando salarios a sus encargados, funcionarios y empleados tal como dispuso la ley.
A lo que acabamos de señalar, se agrega por otra parte, el escàndalo mayúsculo de la expedición de actas de nacimiento falsas que sirvieron de base para la expedición tambièn irregular de cèdulas de identidad como dominicanos a extranjeros indocumentados, y peor aùn, a malhechores criollos y a delincuentes internacionales que pudieron asì obtener una nueva identidad.
Un verdadero atentado criminal contra las bases mismas de la nacionalidad por un lado y la seguridad ciudadana por otro, por parte de una mafia que ya se informa ha comenzado a ser desmontada y que confiamos lo sea en su totalidad, en todas sus ramificaciones y en los gajos màs altos para que la sanción de la justicia y de la sociedad marche en la misma senda para todos los culpables.
Son temas puntuales a los cuales, insistimos, es làstima no les prestemos el debido interés y le demos el necesario seguimiento, porque absurdamente fijamos màs la atenciòn en las ramas que en el tronco y a las raíces.
(TELEDEBATE. Telefuturo, Canal 23, cubriendo todo el paìs vìa satélite y hacia el exterior a travès de Internet. Transmisión del viernes 2,03,07).
2007-03-06 22:40:09