Opiniones

POLITICA & JUSTICIA12

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¿Y si fuera Balaguer?

Por Roberto Lebrón

Hace varios días que esta columna estaba escrita, pero había olvidado enviarla a los medios en que de manera habitual publico mis opiniones. En esta entrega me refiero a la manera despiadada como un grupo de farsantes despotrica a la República Dominicana, sin que estos reciban una respuesta enérgica y contundente del gobierno.



Las acusaciones van desde país racista y xenófobo hasta esclavista frente a los haitianos, imputaciones que forman parte de la retahíla de reproches patrocinados muchas veces por las grandes potencias, en especial EEUU, Francia y Canadá. Aquí encuentran eco en organizaciones que lo único que reciben son beneficios económicos.



Me pregunto, a veces, si fuera Joaquín Balaguer el presidente de la República. Sí, ese mismo, me refiero al anciano caudillo que gobernó el país hasta el 16 de agosto de 1996, fecha en la que entregó las riendas del poder al doctor Leonel Fernández. Eso mismo habrían querido algunos para que ellos vieran qué significa ‘canela de la fina’.



Y lo digo porque en la ‘Era de Balaguer’, como dicen en la calle cuando alguien se refiere a los pasados gobiernos, porque cuando los farsantes locales iban a foros internacionales a denunciar al país de esclavista y xenófobo, Balaguer -para algunos dictador y asesino- respondía con una orden de colocar de aquel lado de la frontera al mayor número de indocumentados.



Actuaba, como jefe de Estado, en la misma dirección que actúa EEUU con los ilegales que están en su territorio, incluidos los dominicanos. Ese es un derecho inalienable que le asiste a ese país, facultad que también compete a República Dominicana, ejerciendo con todo el rigor la autoridad suprema que emana de la Constitución.



Lo grande del caso es ninguna autoridad, llamase como se llame, le ha salido ha salido al frente de manera responsable y enérgica a toda esta andanada de mentiras, cuyo único propósito es colocar al país en una especie de paredón. Estoy en creer que las denuncias que desde hace años realiza el abogado Marino Vinicio Castillo son reales.



Y también creo que las que enarbola uno de sus hijos, el diputado Pelegrín Castillo, también son reales. Nadie como se ha atrevido a decir tantas verdades en pocas palabras, lo mismo que Pedro Manuel Casals Victoria. No se le ha querido dar el frente a esa situación con la pertinencia correspondiente.



Por ejemplo, anda por una tal Solaine Pie, (creo que así se escribe), aunque ella prefiere llamarse Sonia Pierre, diciendo de todo de la República Dominicana, donde ella dice haber nacido, pero no admite que fue en este país donde ella y los suyos, cuyo gentilicio es conocido por todos, recibieron cobija. Solaine Pie puede defender a sus ascendientes, descendientes y coterráneos, pero no debe acusar al país como lo hace.



La señora Pie es la que lleva la voz cantante en esa tenaz y perniciosa campaña de difamación, infamia de la que al parecer el gobierno no se sabe, o al menos no quiere, defenderse. Supongo que no quiere o no saber defenderse, porque no se ha escuchado una reacción enérgica en ese sentido. Al contrario, hay funcionarios que prefieren agenciarle enemistades a esta administración, en vez de pronunciarse al respecto, a juzgar por la forma magnánima y generosa como es tratado el tema.



Al director de Migración no hay que decirle nada, lo mismo que a los jefes militares, o más bien al jefe del Ejército. Si los dominicanos son tan malos, si aquí se trata a los haitianos a patadas, si se los esclaviza, como pregona esta caterva de enemigos gratuitos que tiene este país, que busquen otro rumbo



Todo el mundo sabe que a los haitianos en este país no se le trata como esclavos. Se los trata como ciudadanos cualquiera, nadie los molesta en las calles. Los representantes de entidades internacionales que han venido al país para reunir informaciones para luego rendir informes de marras no han sido llevados a los lugares donde trabajan los haitianos, específicamente en la Capital y Santiago.



Lo más reciente es que Amnistía Internacional y la Oficina del Alcalde de París anunciaron una actividad para declarar a República Dominicana como ‘Paraíso de la Esclavitud Contemporánea”. Eso, a todas luces, es inaceptable, pero parece que nadie saca la cabeza para poner a esta gente en su puesto, o más mandarla al carajo.



Es al carajo, para no decir otra cosa, que deben irse.



Amnistía Internacional no ha dicho nada del muro que levanta EEUU en la frontera con México. Y se queja del supuesto ‘Paraíso Esclavista’, absurda imputación apoyada por otras organizaciones europeas, naturalmente alimentadas por las ONGs locales que reciben grandes sumas de EEUU, de Francia, de España, Holanda y Canadá, entre otros países donde sí hay xenofobia.



El alcalde de la capital francesa, Bertrand Delance, es uno de los artífices de la inmoral y perversa campaña para colocar nuestro país es una especie de paredón internacional, pero ese malvado funcionario de una ciudad tan noble, que ha dado cobija a tantos dominicanos, no sabe que probablemente antepasados suyos aniquilaron en Haití a cientos de esclavos. Haití, hasta 1804, era una colonia bajo el dominio de Francia.



Al señor Delance hay que hacerle llegar los textos de la historia haitiana que recogen las atrocidades cometidas por su gente en Haití, al extremo que cuando los esclavos se revelaron hasta causar una especie de tierra arrasada. O que se lea los diarios de guerra escritos por la soldadesca francesa para que sepa donde estaba el verdadero ‘paraíso de la esclavitud’.



Ya está bueno de infamias, de acusaciones perversas que lo único que procuran es provocar un distanciamiento que nunca ha existido entre haitianos y dominicanos. Como nativo de una comunidad muy próxima a la frontera he tenido, durante años, la oportunidad de tratar con haitianos de todos los niveles, y ellos mismos están convencidos de que eso de la supuesta práctica esclavista es un asunto manejado.



Hay que concluir en que de lo que se trata, sin dudas, es de una trama internacional, pero los patrocinadores de la misma deben tener bien en cuenta que los dominicanos seguiremos siendo dominicanos y los haitianos seguirán siendo haitianos. No es verdad, como estarían pensando algunos, que ‘La isla es una e indivisible’. La isla es una sola, pero estará siempre dividida en dos: República Dominicana y Haití.




Email: lebron2@hotmail.com

2007-03-28 16:50:26