PUNTO Y COMA
Por Santos Aquino Rubio
UN ESFUERZO POR LA VIDA
La recién transcurrida Semana Santa, aunque tuvo un número menor de víctimas mortales que en el año 2006, no deja de ser una gran preocupación para toda persona sensata y que valora la vida.
En esta ocasión, pusimos especial empeño en conocer algunas de las razones que motivan la ocurrencia de tantos accidentes de tránsito, el incremento de las riñas personales y la intoxicación alcohólica. La causa fundamental es la imprudencia. Le sigue el nivel de inconciencia de la gente sobre el valor de la vida humana.
Bastaba detenerse unos minutos en las vías de acceso a la ciudad capital y a los principales pueblos del país, para darse cuenta de los niveles de imprudencia que caracterizan a los conductores, con sus excepciones, de las empresas de transporte de pasajeros.
Estos conductores exhiben su imprudencia de manera descarada y considerar el peligro que significa su actitud y por esta causa son generadores de accidentes y grandes tragedias.
Lo propio ocurre con conductores privados que, a veces bajo los efectos el alcohol y en ocasiones por exhibicionismo y desesperación, no prevén el peligro ni el daño que causan a sus semejantes con rebases imprudentes y el desplazamiento a velocidades.
La ingesta desproporcionada del alcohol se ha convertido en una constante en este período que debe ser asumido para la reflexión. Esto provoca confrontaciones entre los vacacionistas que conciben la Semana mayor como festiva y no como una actividad de carácter cristiano.
Los dominicanos y dominicanas, así como los extranjeros que nos visitan deben reflexionar sobre el valor de esta celebración y hacer un gran esfuerzo por la preservación de la vida, porque el dolor y e luto no marque los hogares de un país que requiere de la voluntad de todos.
El autor es periodista y abogado.
2007-04-10 23:29:21
