La batalla del PRSC debe ser por los atributos y no por los símbolos
La cúpula del PRSC sigue enfrascada en la batalla de los símbolos cuando debería, para recuperar sus niveles de preferencias en la ciudadanía, emprender una batalla por la vigencia de los atributos que caracterizaron el discurso y la praxis reformista en la política y en el gobierno.
Debería internalizar que no es el gallo ni el sello en el que está insertado junto al machete, ni el color, lo que le proporcionará dividendos políticos; sino los atributos aportados en procura de mayor suerte para la nación y los dominicanos,
Prueba de ello ha sido el vano intento de quienes se han puesto el traje de Balaguer, imitando sus gestos, poses y estilos, con la pretensión de recibir su heredad; así como de quienes lo honran con estatuas y bustos esculpidos en la frialdad del mármol, o al loarlo con la boca, sin el calor emanado de la sensibilidad del corazón.
Lo que hace que gran parte de los dominicanos se identifiquen con el reformismo son los atributos aplicados al ejercer la política y al administrar el gobierno: coherencia entre discurso y praxis, vocación realizadora en contraste con la retórica, mansedumbre y humildad al detentar posiciones de liderazgo, vocación de servicio traducibles a austeridad de vida opuesta a la ostentación, dedicación y compromiso serio y responsable a las funciones públicas, sintonía continua con seguidores para canalizar sus aspiraciones y condolerse de sus frustraciones, utilización justa y racional de los recursos dados en administración por correligionarios y conciudadanos, procura del entendimiento entre compatriotas y correligionarios.
Solo una batalla por estos atributos inspirará la credibilidad y confianza necesarias para acrecentar adhesiones y preferencias.
Pero por ninguno de ellos lucha la cúpula del PRSC y por lo cual el sentimiento reformista se mantiene errante, deambulando en torno a partidos mayoritarios. Su accionar se concentra en los símbolos por lo que luchan hasta el sometimiento judicial: contra quien pactaron por su ascenso al poder en el 2004 y ahora llegan a exponer la paz y el orden públicos para horas después reducirla a “problemas comunicacionales”; y contra quienes ahondan las grietas abiertas por la cadena de expulsiones y exclusiones iniciadas en el 2003.
El PRSC no se recuperará hasta tanto no reinicie la batalla por sus atributos en lugar de aferrarse a la de los símbolos.
Y para ello constituye un requisito indispensable la reunificación de la familiar reformista lo que implica la reversión de la práctica seguida hasta ahora.
2007-05-04 16:11:01
