Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla.

Ayer se cerrò el primer capìtulo del tenso proceso de las primarias internas del Partido de la Liberación Dominicana, caracterizado por el empleo de un lenguaje agresivo, extremadamente àspero en ocasiones pero sobre todo, inusual en el seno de esa agrupación.

La abrumadora victoria obtenida por el Presidente Leonel Fernández, a lo que por otra parte estaba obligado para no dejar resquicios de duda ni a lo interno ni a lo externo,  reafirmò el fuerte liderazgo que ha desarrollado en el seno del partido morado y lo convierte de manera automática en su candidato oficial con vistas a las elecciones generales del 2008.

La contienda intramuros por la candidatura presidencial ha servido tambièn para revalidar el hoy indiscutible lugar de primacía de que disfruta el PLD dentro del escenario nacional, como la fuerza política mayoritaria, sitial que en el pasado se le atribuìa al Partido Revolucionario Dominicano.  Sin dudas, la visiblemente elevada y entusiasta participaciòn de sus militantes y afiliados es una demostración palpable de ello, y de que sus estructuras no  han sido afectadas por el desgaste del ejercicio gubernamental, pese a las condiciones particularmente difíciles en que èste se desempeña.

Ahora, la principal inquietud que deja como balance la àcida campaña interna es si los resquemores originados por la misma en el orden personal no constituirán un obstáculo para el reagrupamiento de esa organización.  Ciertamente el lenguaje utilizado en el curso de la lucha intrapartidaria sembrò esta inquietud en no pocos simpatizantes de esa organización, y sin dudas tiene que haber producido heridas, algunas de ellas muy profundas,  en el ànimo de quienes en el pasado lucían unidos por lazos casi fraternales.

El ejercicio maduro de la política sin embargo,  se fundamenta en la prevalencia de criterios racionales y coincidencia de intereses por encima de reacciones emocionales o situaciones afectivas.  Tanto Leonel Fernández como Danilo Medina son políticos ya formados y experimentados, y tienen que estar conscientes de que es un interés comùn de ambos lograr la permanencia del PLD en el poder màs allà del 2008   Para ello, un factor de primera importancia es la reunificación  de las fuerzas de ese partido. Esto los obliga  a limar asperezas al menos al punto mínimo requerido para presentar un sòlido frente electoral con francas posibilidades de victoria.

Tanto el Presidente Fernández como Danilo Medina durante el proceso de campaña convencional fueron enfáticos en señalar que la unidad del PLD no estaba en juego.  Mantener de manera coherente esa postura, serà una demostración por parte de ambos de gran sensatez y  clara visión de la conveniencia, para ambos, de lograr la continuidad de su partido en el gobierno.

No parece que haya mucho margen a dudarlo.  El Presidente Fernández està en el tramo final de su segundo perìodo y en camino de alcanzar un tercero.  Durante estos años ha debido enfrentar situaciones muy difíciles.  Ha viajado intensamente. Se ha codeado con numerosos y experimentados jefes de Estado, lìderes políticos, acadèmicos y cívicos, representantes de grandes corporaciones y de influyentes organizaciones de la vida civil.  Y dentro de ese marco tan heterogéneo  ha logrado un alto nivel de consideraciòn que va mucho màs allà de simples expresiones de cortesía.

Danilo Medina por su parte,  es tambièn un político hecho.  Dispone de un gran sentido de organización.  Posee una mente bien estructurada.  Y aunque ahora no parece haber escogido el momento ni el contrincante màs apropiados para promover sus aspiraciones presidenciales por segunda ocasiòn, ello no lo coloca al margen de la carrera política ni le despoja de su cuota de influencia dentro del PLD. 

Si bien la victoria del mandatario fue concluyente, los valores políticos de Danilo Medina no quedan disminuidas. . El en definitiva, asumiò con  decisiòn un reto casi imposible de superar como era el de enfrentar no sòlo al Presidente de la Repùblica y del PLD, sino a la figura màs carismática y de mayor incuestionable popularidad dentro del escenario nacional que ha surgido en los últimos años, despuès de la sucesiva desaparición de Josè Francisco Peña Gòmez, Juan Bosch y Joaquín Balaguer.

De actuar con la sensatez y la visión de futuro que es de suponer, el reagrupamiento del PLD debe darse por descartado.  Y las negociaciones propias para lograrlo, una tarea a ser acometida de inmediato.  En definitiva, a la parcela morada le quedan apenas doce meses y menos dìas para someterse a la prueba definitiva del veredicto de las urnas.

De la capacidad del PLD para lograrlo y presentar un frente de fuerte defensa gubernamental y capaz de producir un mensaje electoral compacto y convincente dependerà el que ese plazo resulte suficiente para lograr mantenerse en el poder, o por el contrario demasiado corto para perderlo y tener que regresar a la oposiciòn.

2007-05-09 05:28:30