Opiniones

Por los árboles de Santo Domingo

Por los árboles de Santo Domingo



Yulendys Jorge



Lo primero que hice tras salir de casa -y antes de ir al trabajo- esta mañana fue pasar por una mercería.   Me compré una cinta verde y la he amarrado en la antena de mi vehículo; mi forma de protesta en contra del corte indiscriminado de árboles que lleva a cabo el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), y que rige el síndico Roberto Salcedo.



Los sentimientos que me ha provocado el desolado panorama de algunos puntos de la ciudad han pasado por el asombro, la incomprensión, el dolor, la ira y la  impotencia.  He encontrado consuelo en los medios de comunicación que no han caído en la abulia ni escatimado espacios para denunciar y opinar sobre la «masacre» ecológica.   Y díganme si no es una «masacre» despedazar un árbol que lleva docenas de años plantado y ofreciendo su amparo a los peatones que transitan bajo los implacables rayos del sol.



Pero si el plan de ornamento de la ciudad luce fuera de lugar, los argumentos de las autoridades edilicias dejan qué desear; dan ganas de llorar, insultan la inteligencia de los citadinos.   El ornamento de todo espacio empieza por la higiene.  De nada vale poner flores en mi casa, si los bichos, las ratas y el hedor por la falta de pulcritud no dejan apreciar el buqué de los ramos. Estamos al revés.   No podemos dar más cabida a la superficialidad. Estoy segura de que los patrocinadores que se ha buscado el Ayuntamiento para financiar palmas, estarían dispuestos a colaborar con agua y jabón para cepillar las calles de la ciudad, como El Conde que apesta a orines, y que las brigadas doblen las avenidas principales para que tomen en cuenta esos barrios y ensanches que también ameritan de su asistencia. ¡Qué ilusa!, ¿verdad?



Extiendo una invitación para que todo aquel que esté en contra de la tala de árboles coloque una cinta verde en la antena de su vehículo, o en otro lugar visible; y a los peatones que lleven una cinta-pulsera amarrada en su muñeca para ofrecer su solidaridad para con los árboles de la ciudad. Yo tengo mi cinta-pulsera, y la tendré hasta que el Ayuntamiento se replantee su plan de ornamento.



Viernes 18 de mayo de 2007



Santo Domingo

2007-05-21 15:06:40