Opiniones

Una guerra que no puede seguir

Una guerra que no puede seguir

Por Hector J. Peniche

“Los hombres deben ponerle el final a la guerra, de lo contrario la guerra pondrá el final del hombre” J.F.K

Los Estados Unidos, iniciaron la guerra en Irak, con el supuesto de que la misma no duraría mas de 2 meses, pero nadie se lo creyó, ni los mas optimistas, en vista de que los que la iniciaron no creyeron en la frase de Kennedy, de que el hombre debe poner fecha para terminar una guerra sino la guerra puede poner fin al hombre.

Aquí en los Estados Unidos, hasta los más insensibles de los humanos se conmueven al ver cada día el llanto desconsolado de las madres y padres de los soldados caídos en combate. Confiesan las madres que tienen hijos en Irak que no se separan de las ventanas de sus casas esperando el momento de que algún comisionado del ejercito le traiga la triste noticia de la muerte de los suyos.

A cualquier muriente, se les salen las lagrimas que acompañan el dolor y el pesar del padre o la madre del soldado dominicano, Alex Jiménez, desaparecido en Irak. Su madre ha hecho un conmovedor llamado al presidente Bush para que traigan a los jóvenes que combaten en la guerra.” Que traigan por favor a esos muchachos de regreso a sus hogares para que no continué tanto derramamiento de sangre, especialmente entre la comunidad hispana, quienes son los que mas hemos tenido perdidas”, dijo desconcertada la madre de Alex Jiménez.

“No perdemos la esperanza de que aparezca con vida, tenemos fe en Dios y seguimos orando por su regreso” dice Ramón Jiménez, padre del soldado, antes de irrumpir en llanto.

El cabo Jiménez, quien nació en New York hace 25 años pero criado en la Republica Dominicana, se había alistado en el servicio militar, quien como tantos jóvenes creía que esto le permitiría alcanzar una vida mejor, pero no sabia lo que estaban orquestando los señores de la guerra del Pentágono.

Los padres de los soldados no saben el futuro sus hijos que se enrolan en las filas del ejercito o la marina estadounidenses, solo son atraídos por las promesas de un futuro mejor, sin guerra ni peligro.

Si no es así, pregúntenles a muchas madres y padres a quienes les dicen otros soldados ya enrolados en Ejército, que en este país en veinte años no habrá guerra. Lo que tampoco sabían era que Bush ya estaba planeando la próxima. Una guerra que ha hundido la economía del país y la esperanza de miles de padres y madres, en un conflicto absurdo que ni siquiera ha producido las supuestas  ventajas económicas por lo que fue iniciada.

Hector J. Peniche: es un periodista y abogado residente en la ciudad de New Jersey

2007-05-28 16:37:03