EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
Si faltaba alguna voz por dejarse sentir en defensa del paìs frente al infame montaje llevado a cabo en Parìs tratando de presentar a la Repùblica Dominicana como una sociedad racista y un estado esclavista, era la de la Iglesia Católica. Esto asì, tanto por razón de que la Iglesia siempre se ha mostrado muy alerta y beligerante en todo lo que se relacione con la problemática nacional, como por el hecho de que en ese intento denigratorio figuran dos sacerdotes que fueron trasladados al exterior por sus respectivas congregaciones, debido a la comisiòn de irregularidades en el ejercicio de su ministerio.
Pero la demora al parecer, fue acumulación de vapor y energía que se hizo estallido por boca del Cardenal Lòpez Rodríguez. Este que, como se dice vulgarmente, no tiene pelos en la lengua la utilizò en esta ocasiòn para calificar con rudeza a quienes han organizado el repudiado evento utilizando una pròdiga cantidad de fondos recibidos de fuente exterior.
Lòpez Rodríguez dijo que existe un “ensañamiento irracional” contra la Repùblica Dominicana por parte de naciones y grupos extranjeros, para presentarnos como violadores de los derechos de los haitianos que residen en territorio nacional, lamentando que en la misma participen dos sacerdotes católicos, quienes vivieron aquì por largos años y que, segùn expresò, hicieron muy bien en marcharse del paìs.
No pensábamos hablar màs de este tema por ahora, ya que entendemos que el propòsito que perseguían los promotores de este evento ha quedado totalmente desvirtuado. Cuando pensaron que se iban a despachar a su gusto, se encontraron con muchas voces en Parìs y aquì, en la retaguardia domèstica, que salieron a defender la imagen del paìs y a desmontar su campaña de infundios levantada sobre medias verdades, exageraciones y burdas mentiras.
Pero hemos querido hacer por nueva vez en base a estas declaraciones terminantes del màs alto dignatario de la Iglesia Católica, que representa la profesión de fe de la gran mayorìa del pueblo dominicano, precisamente por esa misma circunstancia que señala, de la participaciòn de dos de sus ministros en lo que tiene todas las características de una verdadera conspiración contra la Repùblica Dominicana de origen y fines mercantilistas.
Con sus manifestaciones tan categóricas, como corresponde a su habitual estilo, nuestro purpurado le pone, como se dice, la tapa al pomo.
Falta ahora que el gobierno tome el toro del problema haitiano por los cuernos.
Que se aboque a considerarlo con la prudencia pero tambièn con la urgencia requeridas. Que lo analice y lo exprima a la luz del interés nacional en primer tèrmino, sin olvidar las consideraciones de tipo humano y las repercusiones que pueda tener a nivel internacional y en las relaciones con el vecino isleño, que hasta ahora parecen estar bien aspectadas y marchar por buen camino tal como debe ser.
La inmigración`haitiana en forma regulada y ordenada como corresponde a cualquier paìs en firme ejercicio de su soberanìa al tiempo que del debido sentido de previsión y responsabilidad, debe traducirse siempre en una convivencia de mutuo beneficio.
Para el paìs al recibir una mano de obra que ha mostrado ser necesaria en labores de las cuales no gusta el dominicano, con el debido respeto a sus derechos y sin que represente una competencia desleal para nuestros trabajadores.
Para los inmigrantes la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida en relaciòn a las tan precarias prevalecientes al otro lado de la isla.
Y para la estabilidad insular a fin de evitar que se acumule un exceso de presiòn en el paìs vecino, que repercutirìa en forma casi incontrolable en el nuestro, con consecuencias de impredecible alcance pero seguramente desfavorables y posiblemente hasta trágicas.
Si hemos vuelto al tema es porque a nuestro juicio resulta tan potencialmente grave para el paìs si no adoptamos las políticas correctas y previsoras, como lo son los de la energía eléctrica, la seguridad ciudadana, el narcotráfico o la pobreza.
Al gobierno toca ahora dar los pasos necesarios para reducir ese riesgo.
(TELEDEBATE. Canal 23, Telefuturo. Transmisión del lunes 28, 05,07).
2007-05-30 16:19:05
