Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla



Ayer el Diario Libre, que lleva a cabo un excelente periodismo de investigaciòn, desplegó como informaciòn principal de portada la de que se estaban saneando màs de 35 millones 800 mil metros cuadrados de terrenos ubicados en el Parque Nacional del Este, considerado por ley una reserva natural.

Segùn el reportaje del cada vez màs popular matutino, el saneamiento, dividido en siete parcelas, se estarìa llevando a cabo con la finalidad de adjudicar a particulares los citados terrenos valorados en el mercado inmobiliario en una suma superior a los cien mil millones de pesos.

Y hoy precisamente, en los propios medios de prensa mañaneros, se destacan y divulgan declaraciones del Secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig, denunciando que un grupo de legisladores pertenecientes a diferentes partidos políticos ha elaborado un plan con la finalidad de modificar la Ley de Areas Protegidas.

De acuerdo al alto funcionario, mediante este plan se persigue hacer pasar a manos privadas un patrimonio nacional que abarcarìa una buena porciòn del territorio nacional.

¿Forma parte este plan legislativo del deslinde de los terrenos del Parque Nacional del Este que segùn el Diario Libre serìan entregados a particulares, violando su condición protegida de reserva natural?

Aparentemente se trata de casos diferentes.  Tal se desprende las manifestaciones del propio Secretario de Medio Ambiente cuando dice que este caso està en apelación porque se tratò de un error del juez, versión bastante difìcil de aceptar tomando en cuenta la extensiòn de los terrenos involucrados y su ubicación en un àrea protegida.

O sea, que el plan que denuncia el licenciado Max Puig serìa todavìa de mucha mayor envergadura, comprometiendo porciones màs extensas de terrenos comenzando por despojarlas de su condición de reserva natural.  Todo un posible verdadero crimen ecológico en momentos en que, precisamente, se pone mayor énfasis a nivel mundial en la necesidad de preservar el medio ambiente, el agua, la foresta, la flora y la fauna.

Lo censurable de todo esto es que el Secretario de la cartera ministerial que tiene a su cargo esa delicada misiòn, incurre ahora en la misma pràctica que tantas veces se le ha reprochado a otros funcionarios que actúan como si estuviesen en la oposiciòn y no en el gobierno, y que además acostumbran a hacer denuncias sobre tramas y acciones lesivas al interés nacional pero no identifican a los presuntos autores.

Decir que se quiere despojar al paìs de àreas protegidas que conforman una buena porciòn del territorio nacional mediante una maniobra legislativa a fin de revestir de legalidad esa acciòn depredadora y acusar de ello a congresistas de los distintos partidos sin mencionar los nombres de èstos, limita grandemente el mèrito de la denuncia que debe ser voz de alerta no solo al gobierno sino a la naciòn.  Esto asì,  en tanto diluye y no permite enfocar la acciòn preventiva de vigilancia y rechazo a este intento.

Ciertamente, y serà sin dudas el abusado argumento a que apelarìan los autores de este infausto proyecto, el paìs necesita desarrollar su economìa y crear nuevas fuentes de trabajo para combatir el desempleo y la pobreza. Es una realidad incuestionable.  Pero lo es tambièn que ese desarrollo tiene que llevarse a cabo en armonìa con el habitat.  Nunca en cambio, en detrimento del equilibrio ambiental, sacrificando nuestro patrimonio natural y corriendo el riesgo de seguir el ejemplo de Haitì.

Que en el infortunado vecino tenemos un claro, cercano y muy dramàtico referente.

2007-06-01 16:29:17