Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

¿Se atreverà Max Puig a realmente identificar con “pelos y señales” a los legisladores de los diferentes partidos que,  segùn denunciò la pasada semana, estarìan confabulados para presentar un proyecto de ley destinado a reducir en un 27 porciento las àreas protegidas como reserva natural para proyectos de inversiòn privada?

¿Se atreverà Max Puig a emitir su opinión sobre la disposiciòn del Secretario de Turismo autorizando la construcción de un hotel a un particular dentro de una parcela situada en el Parque Nacional del Este, que es reserva natural protegida por la ley?

¿Se atreverà Max Puig a mencionar con sus nombres y apellidos a elementos de poder e influencia,  tanto del sector pùblico como privado, civiles como aforados, que talan y depredan sin poseer autorización para ello,  pese a lo cual escapan indemnes al brazo de la ley?

El titular de la cartera de Recursos Naturales y Medio Ambiente, quien en estos dìas ha sido objeto de diversas crìticas debido a las diferentes denuncias de agresiones al habitat y aprovechamiento prohibido de recursos naturales, estremeció los predios congresionales la pasada semana con la denuncia por la que ahora algunos legisladores amenazan con someterlo a la Justicia.  Tambièn impactò a la opinión pùblica, en particular a los sectores conservacionistas.

Para esta semana se espera que concurra al Congreso y haga vàlida su promesa de ampliar su denuncia con “pelos y señales”, tal como avanzò.  Se supone que lo harà con las pruebas en la mano. Es de imaginar que seràn todo lo contundentes y convincentes que requiere su denuncia.

Tambièn es de esperar que los detalles de su comparecencia queden abiertos a todos. Que sean de dominio general.  La advertencia es vàlida,  en tanto inicialmente èl declarò que pondría los detalles de la denuncia exclusivamente en conocimiento de los Presidentes de la Càmara de Diputados y del Senado, sin darle continuidad a nivel pùblico tal como hizo cuando lanzò su especie acusatoria.

Es conveniente aclarar este punto.  Porque no se trata de un secreto de Estado.  De una información clasificada.  De detalles que, como se ha alegado en el caso del Metro, no pueden llegar a todos los oìdos ante el temor de que sirvan para la ejecución de un sabotaje o de un acto terrorista.

Por suerte o desgracia,  el sabotaje y los actos terroristas contra el inventario de recursos naturales del paìs no son un secreto para nadie.  Estàn a la orden y a la luz del dìa.  A la vista y al conocimiento de todos. Lo reconocen las propias estadísticas de la Secretaria que regentea Max Puig.  El jefe de la Policia Ambiental dijo aquì mismo, en nuestro Teledebate, que son màs de tres mil sometimientos por año por transgredir las normas   Sin embargo, hay poca evidencia de que en los tribunales reciban la sanción merecida a un delito que debiera considerarse de lesa patria.  Por consiguiente, abunda la reincidencia.  Hay tambièn la penosa sensación de que los grandes depredadores siempre escapan sin castigo.

Esperemos la comparecencia de Max Puig.  Esperemos se atreva a honrar el compromiso de identificar a los complotados.  De hablar “con pelos y señales”.  Pero sobre todo.  que a partir de ese momento, si realmente se atreve, se adopten las necesarias políticas de Estado para preservar lo que tenemos de foresta y lo que nos queda de rìos con la necesaria energía. Porque no hacerlo asì.  es ir por el camino torcido que llevò al infortunado vecino fronterizo al lamentable estado en que los depredadores han dejado sus tierras erosionadas, sus bosques desiertos y sus rìos sin agua.

2007-06-06 18:21:15