Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO

de

Mario Rivadulla

Dìas atràs, comentamos en este Tiro Ràpido declaraciones del Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig, en el sentido de que estaba en disposición de acudir ante los presidentes de la Càmara de Diputados y el Senado para ofrecerles los nombres de los legisladores que supuestamente estarìan involucrados en un proyecto de ley destinado a reducir las àreas protegidas del territorio nacional en una proporciòn significativa.

Dijimos entonces y reiteramos ahora que èse no es el procedimiento correcto a seguir ni lo que se espera del titular de esa importante cartera ministerial.  No se trata de informaciòn clasificada que pueda poner en riesgo la seguridad nacional.  No es tampoco ningùn secreto de Estado.

Lo cierto es que Max Puig no llevò esa denuncia originalmente al Congreso.  Lo hizo de manera pùblica, originando no sòlo una fuerte reacciòn en los predios legislativos reclamándole identificar a los presuntos responsables, sino tambièn creando conmoción en la ciudadanìa, y en particular en los predios ambientalistas.

De ahì que nos parece correcta y justificada la actitud asumida por el Presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, en el sentido de que no està dispuesto a recibir al funcionario hasta tanto èste no despeje esta incógnita.  Pared Pérez mantiene el mismo criterio que expresamos aquì.  Es decir que si el Secretario de Medio Ambiente despertò las avispas con su denuncia de manera pùblica, es tambièn públicamente que debiera completar la misma “con pelos y señales”, tal como prometió.

La preservación de las reservas naturales y la integridad del territorio nacional es tema de dominio pùblico.  Interesa, es compromiso y derecho de todos los ciudadanos.  No puede por tanto, manejarse en forma clandestina, subrepticia, mediante diálogos de aposento.

En estos dìas, la Secretarìa que maneja Max Puig ha estado sometida a fuego graneado de diversas denuncias.  Si bien sus reducidas fuerzas de Policìa Ambiental, con la limitación de recursos de que dispone, se afana por prevenir, controlar y someter a quienes transgreden las normas medioambientalistas, se le reprocha a la Secretarìa no preocuparse por mantener un buen flujo de informaciòn en este sentido.  Y surge la sospecha de que elementos poderosos e influyentes vinculados a la depredaciòn de bosques y rìos rara vez figuran entre los sometidos.

Se le cuestiona tambièn su silencio en el caso del fallido intento de reordenamiento del Parque Nacional del Este por parte de la Secretarìa de Turismo, invadiendo funciones que se supone son de la exclusiva competencia de Medio Ambiente.

Y como si fuese poco, el Asesor del Poder Ejecutivo en esta importante àrea de la gestión gubernamental, Paìno Abreu, le reprocha no haber ejecutado un alegado Plan Maestro elaborado por el partido oficial que le habrìa sido entregado una vez que tomò posesión del cargo.

En conclusión, Max Puig y su Secretarìa, estàn en estos momentos en el ojo de la tormenta. Y tendrà que hilar muy fino para salir bien librado.  Aunque un primer paso a su favor para salir del hoyo, serìa revelar al paìs los nombres de los supuestos legisladores de todos los partidos, que segùn denunciò, pretenderían arrancarle un buen pedazo de territorio a las àreas protegidas para dedicarlo a fines particulares.

2007-06-09 02:23:39