Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Que hace trece años se comenzase la remodelación del hospital antituberculoso Rodolfo de la Cruz Lora sin que hasta la fecha se hayan completado esos trabajos, no es de extrañar.

En dìas previos precisamente, en el propio matutino Hoy donde se divulgò el caso, aparecieron sendos reportajes de otros centros hospitalarios del paìs que llevan diez y doce años en el mismo proceso.  Es decir, con trabajos iniciales de remodelación y ampliación que despuès de un tiempo fueron abandonados sin que se hayan sido retomados, o en que èstos marchen a interminable paso de tortuga.

Por desgracia, la falta de continuidad de políticas de Estado hace que gran parte de las obras iniciadas por un gobierno sean paralizadas una vez que llega al poder un partido distinto con su propia agenda.

El resultado es que en el paìs existe un inventario de miles de obras iniciadas y que han quedado a medio talle, donde el Estado ha hecho fuertes inversiones que se encuentran paralizadas, con el agravante de que cuando se retoman, si es que esto llega a ocurrir, ya los costos se han disparado y distan mucho del presupuesto original en que se tasaron las mismas.

Un ejemplo no muy distante, visible y notorio es el edificio de la Suprema Corte de Justicia. Iniciada en el anterior gobierno del Presidente Leonel Fernández, la obra entrò en total receso a la llegada de Hipólito Mejìa, hasta que con el arribo del actual mandatario nuevamente se reiniciaron y completaron los trabajos…pero a un costo cuatro veces mayor de lo originalmente proyectado.

Volviendo al caso de los hospitales cuya remodelación tiene tiempos de espera de 10 y màs años, la situaciòn se agrava y torna màs penosa por el hecho de que se han adquirido anticipadamente valiosos equipos mèdicos los cuales al no poder ser instalados, comienzan a envejecer y deteriorarse sin ningùn beneficio.

Si impactaron las gràficas presentadas por el matutino Hoy sobre diversos equipos en esta condición en el hospital Rodolfo de la Cruz Lora, mucho màs lo fueron las posteriores declaraciones del Secretario de Estado de Salud Pùblica, Bautista Rojas Gòmez, de que desde 1995 a la fecha se han perdido màs de quince mil millones de pesos en equipos mèdicos por la razón antes apuntada.

Quince mil millones de valiosos equipos mèdicos que debieron prestar servicio, curar pacientes y salvar vidas es un increìble y casi criminal dispendio en un paisito como el nuestro,  donde millones de personas carecen de medios económicos para atender sus necesidades de salud por vìa privada y tienen que acudir obligadamente a los hospitales públicos con todas sus carencias y limitaciones.

¿Por què esta compra anticipada de equipos para ser instalados en hospitales cuya construcción o remodelación aùn no se ha completado? 

El presidente del Colegio Mèdico Dominicano ha tocado un punto muy sensible señalando que de por medio està el cobro de jugosas comisiones.  Lamentablemente, aùn sin pruebas concretas a la mano, uno està por compartir sus expresiones, tanto porque dicha pràctica en el  suministro estatal es un secreto a voces,  como porque resulta inconcebible que estemos en presencia de un simple dispendio por una elemental falta de coordinaciòn.

El Secretario de Salud ha nombrado una comisiòn para evaluar la situaciòn de los equipos almacenados en el Rodolfo de la Cruz Lora.  Es una medida correcta.  Pero creemos que debe ir màs lejos, mucho màs lejos.  Que debe nombrar un equipo especial que vaya a todos y cada uno de los hospitales públicos para que investigue la posible existencia de equipos mèdicos que posiblemente ni se han instalado, mucho menos usado y que se puedan estar deteriorando, ya sea de otros que estèn fuera de operación por necesidad de mantenimiento o reparación.

Dicen que la salud es sagrada, que con la salud no se juega. Pero aquì lamentablemente parece haber quienes no solo juegan con la salud, sino que se aprovechan de ella para lucrarse.

Porque no es sòlo cuestión de esos quince mil millones de pesos tirados al mar, sino lo que es peor la salud y la vida misma de tantos pacientes que posiblemente pudieron haber sido curados y salvados de ser diagnosticados y tratados con el auxilio de dichos equipos.  Que para eso se compraron, no para dejarlos abandonados a su suerte y menos para abultar los bolsillos de elementos oportunistas y sin conciencia.

2007-06-20 02:15:54