Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Hoy se està celebrando el Dia Internacional de Lucha contra las Drogas. 

El tràfico y consumo de drogas se ha convertido en uno de los peores flagelos que aquejan a la humanidad, principalmente en los últimos tres decenios.  Tan grave y de efectos letales comparables al cáncer, el SIDA, las contiendas bélicas, la pobreza y el hambre.  Una forma lenta, dolorosa, empobrecedora desde todos los ángulos de matar en vida a millones de seres humanos en el planeta,  que tienen el infortunio de haber caìdo en garras de la drogadicción.

Pero además,  por sus enormes volúmenes de ganancias, sus poderosas estructuras salvajes al tiempo que sofisticadas, su capacidad de corromper y atemorizar ha derivado en un enorme poder que doblega gobiernos, penetra poderosamente las economìas, incide en muchas tomas de decisiones, contamina y degrada sociedades enteras, destruye hogares, familias y vidas.

No es por gusto que esta actividad criminal ha sido incluida entre los delitos de lesa humanidad y obligado a muchos Estados a dedicar crecientes recursos para la prevención y el combate contra la adicciòn y el tràfico de estupefacientes, y a procurar alianzas estratégicas y convenios de cooperación con otros paìses para hacerle frente.

¿Hasta dònde han sido efectivos estos esfuerzos?

Con motivo de esta celebración, las Naciones Unidas han rendido un informe en que señalan que durante los años 2005 y 2006 se ha conseguido frenar la expansión de los mercados mundiales, destacando entre los logros alcanzados la reducción del cultivo de coca en Colombia, el progresista paìs sudamericano que desde hace décadas desenvuelve su vida atrapado entre los carteles de la cocaína por un lado y las guerrillas extremistas por otro, en no pocos casos vinculados a aquellos de los cuales reciben recursos a cambio de protección. Tambièn se reporta una disminución en el consumo de cocaína en los Estados Unidos, el mercado màs atractivo y numeroso para los comerciantes de la droga.

Son avances aunque modestos que obligan, sin embargo,  como bien advierte el propio organismo mundial a no bajar la guardia.  La advertencia va acompañada de una informaciòn revelando que Afganistán es al presente,  el principal productor de sustancias prohibidas. 



Una sola de sus provincias, la de Helmand, dispone de cultivos ilícitos que superan los de paìses enteros como la propia Colombia y Birmania. Y en España, el consumo de cocaína se ha extendido tanto que ya supera la tasa de los Estados Unidos y es cuatro veces mayor que el promedio de Europa.



Por su posiciòn estratégica, la debilidad institucional de Haitì,  la vulnerabilidad de la frontera y la obvia complicidad de algunas autoridades,  Repùblica Dominicana ha sido convertida un corredor propicio para catapultar grandes cantidades de drogas hacia los Estados Unidos y la propia España.  Esto no sòlo nos identifica a nivel internacional como uno de los sitios preferidos por los carteles de la droga para el narcotráfico, sino que ha dado origen a un creciente mercado local.

A consecuencia de ello, ha ido aumentando de manera sostenida el consumo de drogas en el paìs; se han fomentado miles de puntos de venta de drogas en todo el territorio nacional; se han organizado numerosas pandillas en particular de jóvenes, adolescentes y hasta menores de edad que controlan el microtràfico barrial, situaciòn que en gran medida contribuye a un incremento cada vez mayor de los índices de delincuencia. 

La droga, hoy por hoy, nos llega hasta el cuello. Està presente en las màs diversas instancias. Contamina prácticamente todas las actividades, incluyendo la política.  Hace ostentación de cuantiosos recursos que son lavados a ojos vista en el paìs.

En la lucha contra el narcotràfico hay que reconocer que hemos hecho grandes avances en los últimos tiempos.  La Direcciòn Nacional de Control de Drogas ha dado notación de mantenerse en permanente vigilia y acciòn contra los carteles que lo mismo violan las aguas territoriales que invaden los cielos dominicanos para arrojar su carga maldita. El organismo contando con la cooperación de las Fuerzas Armadas, los organismos de inteligencia y los acuerdos de colaboración internacional con agencias antidrogas de otros paìses ha asestado duros golpes al narco.

No puede, sin embargo, decirse lo mismo en cuanto a la política de prevención.  Si efectivo y constante es el golpeo contra los narcotraficantes, débiles han sido en cambio los pasos que se han dado para alertar y concientizar a la población sobre los riesgos de la droga, y pobrísimos los recursos de que disponen el Consejo Nacional de Drogas, Casa Abierta, Hogar Crea y otras organizaciones que realizan una meritoria pero angustiosa labor en este campo.

Hoy, es ocasiòn propicia para reconocer los logros de la Direcciòn Nacional de Control de Drogas en el combate incesante contra los carteles.  Para abogar porque nos proveyamos de cuantos medios sean necesario para enfrentar este flagelo no para hacerle un favor a los norteamericanos sino para preservarnos nosotros mismos y evitar terminar convertidos en una narco repùblica insular.  Pero al mismo tiempo, exhortar al gobierno y al propio sector privado a que faciliten mayores recursos para la labor de prevención, alertando, educando y  fortaleciendo las bases de la familia y los valores sociales.

Porque prevenir siempre serà mucho màs efectivo y econòmico que tener que reprimir. 

2007-06-28 13:52:59