Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla



Desde que se anunciò el paro nacional del pasado lunes fijamos nuestra posición contraria al mismo, como lo hemos hecho anteriormente frente a un recurso extremo del que se ha usado y abusado a lo largo del tiempo y de los distintos gobiernos.

Dijimos entonces y reiteramos ahora ante la advertencia de posibles nuevos paros con que amenaza el llamado Foro Ciudadano, principal organizador del movimiento, que en términos prácticos ninguno de ellos ha arrojado el menor resultado positivo.  

En cambio, han provocado enormes perjuicios al perder un dìa de trabajo y producciòn en un paìs como el nuestro, pobre, afectado por toda una serie de agobiantes y urgentes necesidades, que lo que precisa es todo lo contrario: sumar riqueza para reducir la pobreza en vez de aumentar èsta.  Pero además, ni han contribuìdo a resolver alguno de los problemas puntuales que màs afectan e irritan a la ciudadanìa, ni mucho menos a ver satisfechas las exageradas e irrealizables demandas con que abultan su agenda de reclamos, como es en esta ocasiòn, por poner un solo ejemplo, el dejar sin efecto del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Centroamérica.

En adiciòn, han servido para crear escenarios propicios para el ejercicio de la violencia que a veces alcanza alturas irracionales, cometer actos de vandalismo, dejar vìctimas en el camino muchas veces inocentes. Esto asì,  por màs que sus organizadores pretendan dar garantìas de su carácter pacìfico, lo que en la realidad de los hechos escapa a su limitado liderazgo y capacidad de control, como puso en evidencia una vez màs, en esta ùltima ocasiòn,  el trágico accidente que costò la vida a un joven y mantiene en grave estado a otros dos cuando estallaron los artefactos explosivos que preparaban la víspera del paro.

Ahora bien, con independencia de esas consideraciones que a nuestro juicio le restan toda validez sustentable a esta clase de acciones,  y ahì estàn los resultados de las mismas para confirmarlo, hay una realidad innegable.  Es que existen màs que sobrados motivos de queja en la ciudadanìa que no pueden ni deben ser ignorados.  Y que ha habido desidia por parte de no pocas instancias del gobierno para dar cumplida atención a esos reclamos.

De ahì que despuès de los poco felices y superficiales enfoques de algunos funcionarios del gobierno,  quienes se apresuraron a tachar de político el paro y atribuirle la responsabilidad del mismo a la oposición, sea vàlido destacar las mucho màs oportunas y honestas expresiones del Vicepresidente de la Repùblica, Rafael Albuquerque, en un popular televisivo matutino, que fueron recogidas y divulgadas por la prensa.

El Segundo Ejecutivo de la Naciòn,  con una visión muy certera,  enviò un mensaje de advertencia a funcionarios que no estàn cumpliendo cabalmente con sus responsabilidades, llamándolos a dar seguimiento a las necesidades y demandas de la gente y a trabajar para satisfacerlas sin esperar a que la desesperación les lleve a realizar protestas y a paralizar barrios y comunidades.

Esta es la lección que deben aprender integrantes de la presente Administración que no estàn haciendo su tarea.  Que exhibiendo un irreal y arrogante triunfalismo y excesiva agresividad verbal, descuidan las funciones que les corresponden, prestan oìdos sordos y cierran los ojos ante justificados reclamos ciudadanos y satanizan de antemano cualquier expresiòn de protesta,  tachàndola de política y de estar influida por la oposiciòn.

Tambièn tiene que prestar oìdo atento y poner ojo avizor el Presidente Fernández.  A once meses escasos de las elecciones generales, estàn en juego el destino del paìs, el de su partido y el de su propia carrera política.  Y para poder enfrentar un reto tan formidable, està obligado a pasar revista a su gobierno y a los miembros de su gobierno.  Relanzar èste.  Sacar de la primera línea y enviar a la retaguardia a funcionarios que no estàn dando la talla.  Que le hacen daño a la imagen de su gobierno y a èl mismo.  Que se han tornado odiosos a la ciudadanìa.

Y tiene tambièn que ajustar el rumbo.  Atender los reclamos de la gente y tomar medidas urgentes para darles satisfacción en la medida de lo posible.  Cambiar la percepción generalizada y negativa sobre temas tan puntuales como los apagones, la crisis de agua y el costo de la vida que son los que golpean con màs fuerza y mayor descontento provocan.

Para ello no le queda demasiado tiempo.  De lo contrario, el 16 de Mayo pudiera recibir la desagradable sorpresa de que ya no dispone del gran caudal de confianza y esperanza que lo llevò al poder en el 2004 y ver seriamente comprometidas sus posibilidades de continuar en el poder.

2007-07-13 14:56:56