Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

La presencia por novena vez en el paìs de Bill Clinto,  aunque en esta oportunidad de forma fugaz, nos recuerda la deuda de gratitud que crece en el tiempo que hemos venido contrayendo con el carismático ex presidente norteamericano, quien pronto pudiera retornar a la Casa Blanca, esta vez como Primer Caballero de su esposa Hillary.

Clinton es el promotor de una Fundaciòn que lleva su nombre dedicada a proporcionar asistencia a pacientes del SIDA. Miles de dominicanos que padecen el contagioso virus son beneficiarios de esa obra.  Gracias a la Fundaciòn pueden recibir gratuitamente los costosos medicamentos que les permiten sobrevivir y disfrutar de una aceptable calidad de vida. El aporte es de varios millones de dólares.

De gira que tiene como destino final el lejano Continente Africano supuesto origen del flagelo y donde màs estragos ha hecho, la escalada en Santo Domingo obedeció al propòsito de iniciar una unidad pediátrica en el Robert Reid Cabral, para brindar atenciòn especializada a niños herederos de madres con SIDA, y otros en gestación que recibiendo atenciòn facultativa a tiempo pudieran ser librados del contagio en el mismo ùtero materno.

Si se suma a la obra humanitaria que las visitas vacacionales de los esposos Clinton al paìs constituyen una excelente y gratuita promociòn a las bondades del paìs y a nuestra industria turística, se comprende que debiera dilatar el momento en que se rinda a ambos un merecido homenaje que trascienda las esferas oficiales.

Ahora bien…¿por què no invitar a Al Gore, quien fue vicepresidente de Clinton y resultò vencido por apenas un pelo frente a George Bush, en unas cuestionables elecciones donde parecen sobrar evidencias de que resultò vìctima de sucios trampeos?

Gore se ha convertido en un ìcono en la defensa del medio ambiente.  Su impactante, didáctico y revelador largo metraje “Una verdad incòmoda” no solo ha merecido dos Oscares, sino que prácticamente le ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en una valiosa arma de denuncia y alerta sobre los riesgos del calentamiento global.  Es bueno recordar que en ese trabajo se menciona tambièn a la Repùblica Dominicana, como un punto vulnerable. Y oportuno proponer que el mismo debiera ser exhibido en todos los centros educativos medios y superiores del paìs, e inclusive en las dependencias del gobierno,  las empresas,  las diversas instituciones de servicio y asociaciones comunitarias y barriales.

De unos años a esta parte son notorios los cambios climáticos que se han registrado y se sienten en el paìs.  Los posibles reflejos de las modificaciones que se han venido produciendo en el planeta por diversas razones que apuntan a la mano depredadora del hombre y al desarrollo acelerado de la economìa,  en muchos casos en total desarmonìa con los requerimientos de la Naturaleza se han visto agravados por nuestros muchos pecados en este campo.

Poseedores de un pròdigo tesoro de riquezas y bellezas naturales, la explotación irracional, el afàn desmedido de lucro, la falta de previsión, la carencia de políticas medio ambientales bien sustentadas y la ausencia de una cabal conciencia colectiva de la importancia que representa la conservación de ese patrimonio nos ha llevado a depredarlo y empobrecerlo con una persistencia que debièramos dedicar a mejores causas.

Lo cierto es que salvo algunos esfuerzos valiosos pero aislados como Quisqueya Verde, Plan Sierra, Ebano Verde y algunos otros debidos en buena medida a la meritoria iniciativa de algunas empresas y ciudadanos preocupados y a la labor vigilante de un grupo reducido de ambientalistas, todavìa estamos muy distantes de convertirnos en cruzados de la preservación ambiental y defensores apasionados de nuestro hábitat.

Pese a todo: a la destrucción de gran parte de la exuberante riqueza forestal que descubrieron los colonizadores, la desaparición de cientos de rìos y caudales de agua y la contaminación de muchas otras fuentes acuíferas con grave disminución de la provisión del indispensable lìquido, continuamos siendo considerados uno de los màs ricos exponentes de la biodiversidad.  Pero la mayorìa ni conoce què significa esta apreciaciòn, ni la importancia que reviste, ni mucho menos la necesidad de contribuir a preservarlo.

Pensamos que la visita del señor Gore pudiera ser de mucha significación e impacto para el lanzamiento de una gran y sostenida campaña nacional en defensa de lo mucho de valioso que todavìa nos resta del tesoro natural que recibimos en legado y depòsito. Porque esto, aunque no aparezca como tema de principal preocupaciòn ciudadana en las encuestas,  lo que ya de por sì resulta bien preocupante, bien merece pasar a ocupar un sitio de alta prioridad en la agenda nacional. 

2007-07-19 14:52:08