EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
Aùn cuando todavìa distamos mucho de haber cobrado cabal y amplia conciencia del grave mal que representa la corrupciòn, su contribución a la pobreza de tantos y los efectos perniciosos que provoca tanto desde el punto de vista ètico como social, econòmico y político, es cierto que hoy por hoy, existe una mayor preocupaciòn y reclamo de hacer frente a la misma por parte de un nùmero creciente de ciudadanos.
Ayer mismo, conversando en TELEDEBATE donde hizo muy acertados señalamientos,el dinámico Vicepresidente Ejecutivo de la Fundaciòn Institucionalidad y Justicia, doctor Servio Tulio Castaños Guzmán, llamò la atenciòn sobre esta realidad. En sustento de su afirmación, contrastò que en tanto hasta hace no mucho tiempo las encuestas mostraban que apenas un cinco o un seis porciento de los dominicanos concedìa al problema la debida importancia y ponìa interés en la necesidad de enfrentarlo, las màs recientes multiplican ese porcentaje por cinco o seis.
O sea, que al presente, pese a que cuestiones que golpean la habitualidad y entorpecen el normal desenvolvimiento de la vida a diario como son la crisis eléctrica y la del suministro del agua, ya 25 a 30 de cada 100 dominicanos asume la corrupciòn como tema de prioridad en la agenda de problemas a solucionar.
Castaños Guzmán exonera de responsabilidad al director del DEPRECO por su reciente decisiòn que considera justificada de archivar casi un centenar de expedientes de casos de presunta corrupciòn, al carecer de elementos probatorios de mèrito para ser llevados a los tribunales con posibilidades obtener fallos condenatorios.
Estudiosa de este importante tema y con profundo dominio de los requerimientos del Código Procesal Penal, la Fundación Institucionalidad y Justicia reconoce que en la mayorìa de las sentencias absolutorias que se han pronunciado en estos casos, faltaba el inexorable requisito del fardo de la prueba, sin el cual ningùn juez puede sancionar sin incurrir en una grave violación a las normas legales.
Aquì no juega, como anteriormente, la ìntima convicción del magistrado sino la contundencia de los elementos probatorios del delito imputado.
A juicio de Castaños Guzmán esto ocurre porque el paìs carece de mecanismos de control eficientes y confiables. Y al respecto destaca que la mayorìa de los casos de corrupciòn en el sector pùblico sometidos a la Justicia, se fundamentan en auditorias deficientes, donde no se han seguido las estrictas normas contables que permitan aceptar sus resultados como buenos y vàlidos.
Su opinión es coincidente con las de otras voces calificadas y la misma que hemos externado aquì de que ha faltado voluntad política para combatir la corrupciòn, pero tambièn ha estado ausente la voluntad social. Esto asì porque muchas veces las acciones dolosas que tienen lugar en el seno de la sociedad, superan en gravedad a las que se atribuyen a la clase política.
Cuando existe esa voluntad, las pruebas aparecen, tal como reza un sabio y anciano proverbio chino.
Una buena demostración es la que da de continuo el director general de Aduanas, Miguel Cocco, convertido en un verdadero làtigo contra el contrabando, sus autores externos y cómplices internos.
En estos tres años de gestión al frente de las Aduanas del paìs donde ya habìa dejado notación de seriedad y firmeza durante la pasada administración del Presidente Leonel Fernández, el señor Cocco ha incautado miles de furgones de mercancìas de contrabando por valor de miles de millones de pesos, cobrado ingentes cantidades en aranceles dejados de pagar con sus recargos y multas e instrumentado decenas de expedientes enviados a la Justicia y apoyados en las confesiones de los implicados. Ahora, en adiciòn, se revela que en ese mismo tiempo ha cancelado màs de 900 empleados y funcionarios aduanales por su involucraciòn en actos de corrupciòn.
Ha habido en el señor Cocco una definida voluntad de enfrentar las acciones ilegales que afectan a su departamento con hechos y no con palabrerìa. Lamentablamente es un caso aislado, una especie de voz y accionar en el desierto. No es de extrañar por consiguiente que en semanas recientes se quejase de quienes van a los cargos públicos a enriquecerse y no a servir al pais.
Alentador sin embargo, que la gente vaya tomando mayor conciencia del tema de la corrupción. Que lo ubique en la agenda de prioridades. Y que presione con mayor fuerza cada dìa a fin de que la prevención y el combate contra la corrupciòn sea algo màs que mero enunciado de campaña electoral, para traducirse en un real accionar de sanciones enérgicas contra sus responsables, sin importar còmo se llamen, cuàl sea su militancia partidaria, el peso econòmico que tengan, su posición social y su posible influencia política.
(TELEDEBATE. Canal 23,Telefuturo,cubriendo el paìs vìa satélite y llegando al exterior a travès del Internet). Emisión del jueves 23 de Agosto, 2007).
2007-08-26 21:27:34
