Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Independientemente de las preferencias políticas y las perspectivas electorales, la Encuesta Gallup, cuyas diversas entregas vieron la luz la pasada semana en ediciones sucesivas del matutino Hoy que la patrocinò, ofrece interesantes datos en diferentes aspectos sociales y económicos que obligan a reflexión.

No obstante que un 45 porciento de los entrevistados sostienen que viven mejor que sus progenitores y un 25 porciento revela que igual, de acuerdo a lo indicado por la muestra cincuenta y siete de cada cien dominicanos estarìan en disposiciòn de dejar el paìs para vivir y trabajar en el extranjero si tuvieran la oportunidad de hacerlo.

El nùmero es ligeramente menor al de una encuesta previa,  pero no por ello deja de resultar menos preocupante.  Esto asì, en tanto denota no sòlo inconformidad con sus condiciones de vida actuales, sino falta de esperanza y de fè en el futuro del paìs y por tanto, en su propio futuro.

La aspiraciòn del dominicano a emigrar no es precisamente de ahora, sino una constante que se ha venido incrementando a lo largo del tiempo.

Tan solo en la ciudad de Nueva York se calcula que la comunidad dominicana pudiera alcanzar el millòn de habitantes. En Boston hay tambièn una gran cantidad de criollos asentados al igual que en otras ciudades norteamericanas a donde se han ido dispersando. En tanto, un flujo cada vez mayor se ha ido asentando en la ciudad floridana de Miami.  Puerto Rico es tambièn sitio de destino para muchos dominicanos.  Del notable crecimiento de la presencia de Quisqueya en España,  nos da una idea el hecho de que el pasado año de allì llegò el 30 porciento de los 2 mil 700 millones de dólares que remesaron los ausentes.

Datos ofrecidos en dìas pasados por el Consejo Nacional de Población y Familiar, recolectados durante el ùltimo censo, revelan que el 87 porciento de las familias dominicanas tiene algùn pariente o familiar cercano viviendo en el extranjero.

El anhelo de muchos, a veces cegados por la falsa percepción de poder disfrutar de una fàcil y abundante prosperidad que en no pocos casos se convierte en amarga frustración, lleva inclusive a pagar fuertes sumas de dinero por el riesgoso viaje en yola a Puerto Rico, tan a menudo finalizado de manera trágica,  o que en la mayorìa de los casos termina en brazos de las avispadas patrullas marítimas y costeras de la isla del Encanto.



Los resultados de la encuesta Gallup en este sentido no hacen màs que confirmar por consiguiente esta tendencia migratoria del dominicano que, reiteramos, ha dejado de creer en su tierra.  Esta es la señal màs preocupante que nos envía la investigaciòn llevada a cabo por la acreditada firma.

Que 57 de cada 100 hijos de esta tierra bendecida por la mano de Dios y prodigada por la Naturaleza estèn sin embargo,  en disposiciòn de abandonar sus hogares y familias para correr la casi siempre impredecible aventura de abrirse camino en el extranjero, debiera ser motivo de gran preocupaciòn para las clases dirigentes del paìs.

No tanto, insistimos por el hecho de que sus condiciones de vida los impulsen a la búsqueda de horizontes màs propicios fuera de los lìmites insulares. En definitiva, en el paìs hay reconocidamente 3 millones de pobres y 500 mil indigentes,  y una gran cantidad de familias de clase media baja y media media cuyos ingresos se igualan penosamente con las màs elementales necesidades de subsistencia.

Lo que llora ante los ojos de Dios y lo que debiera quitarnos el sueño es, repetimos, la señal que nos envía de la falta de fe en el paìs y en sus posibilidades de progresar dentro de sus fronteras.

Porque esto sì es realmente doloroso y desesperanzador.

2007-08-29 02:54:03