Opiniones

Hugo escribe e Ismael Flores responde

Hugo escribe e Ismael Flores responde



Gracias José Antonio



Ahora con motivo de los 40 años de la caída del Che, recuerdo su dramática vida y ejemplo. No estoy seguro si hoy estuviera apoyando al gobierno de Cuba, porque aunque era intolerante con la ideas contrarias a las de él (lo supe cuando viví en Cuba y lo confirmé en mis estudios e investigaciones), estoy seguro que se habría ido de Cuba ante la impotencia de sentirse no escuchado por Fidel; a lo mejor estaría hoy de retorno en su Santa Fe natal.

 

No entiendo porque meter en un solo saco el homenaje al Che con los cinco cubanos que están presos en Miami, me parece una manipulación, aunque estoy consciente que no se les ha hecho un juicio justo; pese a lo cual no fue menos injusto que el que el gobierno cubano le hizo al general Ochoa, al que hasta el «abogado» de oficio que le pusieron lo condenó políticamente antes de que se iniciara el juicio.

 

José Antonio, yo sigo siendo alguien que sueña con el día en que el gobierno cubano pueda encontrar una salida al berenjenal en que se ha metido por la intolerancia a las ideas; como revolucionario soy un convencido de que el socialismo es tarea de hombres y mujeres libres, pero en Cuba lo que hay es algo que no es precisamente socialismo, aunque sí asistencialismo (que también lo hay en el capitalismo) sino un capitalismo «raro», porque a los únicos que se les permite y reconoce el derecho a hacer uso de la libertad económica es a los cuadros del partido, como se llama eso José Antonio????, en otros tiempos se les llamaba a ese tipo de gobierno dictadura burocrático-militar.

 

Cuando estaba chavalo me «tragué» todita la pastilla de que el bloqueo yanqui era criminal, hoy cuando el gobierno cubano tiene mas edad que yo (tengo 47 años y el gobierno cubano tiene 49) ese mensaje se me parece mas a una canción del recuerdo que nos remonta a la época en que éramos niños y por ende inocentes, ya uno de grande rechaza por ofensivo al raciocinio que te quieran dar a todo con el dedo en materia de ideas. 


 

Saludos

 

Hugo Rodríguez 

MRS-Managua

“CARTA DESDE CUBA”



30/10/2007



Año 49 del Triunfo de la Revolución

Señor Hugo Rodríguez Flores:



Causa lástima que alguien a quien se le supone tuvo alguna vez la hidalguía de alzarse frente a la ignominia en la que vivía y vive todavía su heroica patria, haya caído tan bajo como para mancillar nombres que son sagrados para los hombres honestos de este mundo; que sea capaz usted de poner un signo de igualdad entre cinco héroes y un vulgar narcotraficante que fue en lo que se convirtió aquel Ochoa que usted menciona, que alguna vez se alzó contra la ignominia en la que quieren hundir los enemigos a la patria sagrada, pero que por estas cosas complicadas de la naturaleza humana de la que él y usted son un ejemplo, se convirtió en un traidor que se preparaba a darle la puñalada trapera a ese proceso que lo sacó del anonimato y lo hizo respetable, admirado, por un pueblo que sabe admirar y respetar, un pueblo que sufrió la afrenta de ese traidor como usted no puede imaginar, pero que tuvo que castigarlo como se merecía. Ese narcotraficante, compinche del tristemente celebre Pablo Escobar -¿acaso le suena señor Rodríguez?-, tuvo tantas garantías procesales, tanta transparencia en su proceso, como pocos, hasta el extremo de ese proceso se ventiló todo delante de las cámaras de televisión, minuto a minuto, día a día. Usted lo sabe si hizo investigaciones en Cuba y por lo tanto… ¡Miente señor Rodríguez!



Decir lo que usted afirma  de nuestros dirigentes es una típica calumnia ni siquiera original ¿ o es que no sabe usted que cuando la revista Fortune acusó a nuestro comandante en jefe- al Fidel de los humildes del mundo, por mucho que a usted le pese- de que tenia 900 millones de dólares, ese Fidel nuestro por quien el Che de América, de Nicaragua, sentía un enorme respeto-léase su carta de despedida para que reciba una lección de hombría, de cariño, de admiración  y respeto por un compañero de causa: “En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté”.– ese Fidel, los emplazó públicamente a que le demostraran que si le encontraban una sola cuenta bancaria con un solo dólar, él renunciaría al cargo que ocupaba y ¿que recibió? La callada por respuesta. 



Señor Hugo Rodríguez, usted no se tragó la pastilla del bloqueo cuando era chavalo. A usted lo que le pasó es lo que le pasa a todos los oportunistas que se incorporan al carro de la Revolución para ver que se les pega y se apean tan pronto se dan cuenta que se montaron en una Revolución verdadera que saca a la luz hombres como el General de Hombres libre, como Walter Ferrety (Tata Chombo), Marcos Somarriba, Sergio Mendoza, Rigoberto López Pérez-(“Trataré de ser yo el que inicio el fin de la tiranía”). Inti Peredo. ¿Qué cree usted señor Hugo Rodríguez, de Rigoberto o de Inti, que son terroristas de ahora?    

 

Las revoluciones son algo así como terremotos sociales de gran intensidad y responden a leyes que, como toda ley, son independientes de la voluntad de los hombres.



Las leyes del mundo físico, al parecer, se cumplen con precisión matemática cuando no es así porque, por poner un ejemplo, las leyes que rigen la dilatación de los metales, hacen que hasta una aleación como la del platino y el iridio, la aleación de la que están hechas las unidades de medidas patrones del Sistema Decimal guardadas en Sevres, Francia, sufren contracciones que son infinitesimales, es verdad, pero las sufren.



Lo que sucede con las leyes sociales, que las hacen mas aparentemente contradictorias aun, es que ellas se manifiestan a través de la actuación de los hombres cuyas individualidades son como fuerzas que se entrecruzan, interactúan, se contraponen, como en un gigantesco paralelogramo de fuerzas cuya resultante se da como tendencia de progreso y esa es la ley.



Esto explica que cuando se analizan las personas, puede resultar contradictoria y hasta inconcebible, una postura, una posición política o social, que no está a tono con el tiempo que se vive o salir a la palestra un atorrante de siete suelas.



Por suerte, hay y habrá hombres que son como soles: Bolívar, San Martín, Martí, Sandino, Ché Guevara, Fidel Castro… y como soles, tienen también manchas, que son mínimas con respecto a la luz que emiten. De esos hombres solo se puede hablar según Marti, con una montaña como tribuna y un haz de tiranías descabezadas a sus pies.



Es verdad  que hay seres humanos que actúan de buena fe, que los hay  confundidos y los hay que actúan con toda la mala fe del mundo, a veces por egoísmo, o envidia, a veces por cobardía creyendo que su mundo se acaba y que “hay que guardar la ropa por si acaso” etc., Estos son los siete mesinos mentales de los que también hablaba nuestro Martí.



Cuando se produjo la primera Revolución en el continente americano en 1792, protagonizada por el pueblo haitiano, el cual derrotó a tropas imperiales napoleónicas, invictas hasta ese momento sobre los mejores ejércitos de la culta Europa, ese Napoleón que, so pretexto de la otra gran revolución, la francesa, y aprovechando su desunión y contradicciones internas, se proclamaba abanderado de la libertad en Europa y era en ese momento, casi emperador del mundo.



La inmensa mayoría de los colonos franceses huyeron hacia Cuba y fomentaron el cultivo del café en las zonas montañosas.



Pues bien, en las ruinas de esos cafetales, se ven aun en  la actualidad, los cepos que esos esclavistas trajeron consigo para aplicárselos a sus esclavos mientras en su patria, sus hermanos, libraban una gesta heroica e inédita. Eran hombres de siete meses. Hay seres humanos que cuando se los libra del yugo, sienten la cabeza tan liviana que no saben que hacer con ella y tienen miedo de perderla.



Y no se trata de discrepar de una opinión. El derecho a pensar distinto y expresarse en ese sentido, debe ser sagrado y puedo suscribir una frase de uno de los jacobinos franceses cuando le replicó a alguien que…”no estoy de acuerdo con usted, pero estoy dispuesto a dar mi vida por defender el derecho que usted tiene a expresar su opinión.”



Lo que pasa señor Hugo Rodríguez, es que no son tiempos para coquetear con el enemigo. Cuando la plaza está sitiada, señor Hugo Rodríguez, cualquier intento que vaya contra la unidad, es alta traición.



En el caso que nos ocupa de las opiniones vertidas por usted, hace rato que ya no perdemos el tiempo con especimenes en extinción, hablando en términos históricos. Solo me voy a referir  a su reduccionismo que ha querido cubrir con una hoja de parra de una supuesta investigación realizada aquí, y de una mención de soslayo y casi vergonzante, al terrible bloqueo a que está sometido este pueblo que alguna vez lo cobijó. Poco le faltó para llamarle “embargo” como dice el enemigo. Por cierto que hoy, precisamente hoy,183 naciones de 192 de la Asamblea General de la ONU botaron en contra del bloqueo Yanki contra Cuba. ¿Será posible que 182 gobiernos de disímiles tendencias, constituidos por una enorme gama de políticos, estén por debajo de ese deslumbrante talento  suyo que le hizo exclamar refiriéndose a ese mismo bloqueo: “ya uno de grande rechaza por ofensivo al raciocinio que te quieran dar atol con el dedo en materia de ideas”. Da pena tanta mediocridad suya en materia de ideas.



Cuando estuvo aquí ¿ con quienes se reunió? ¿A quienes escuchó, y cuales fueron los argumentos que sonaron en sus oídos  receptivos como pretexto que a lo mejor, quería usted escuchar para abandonar la nave?



No sé lo que hizo antes y lo alerto por lo que hace ahora. Es mas, me atrevo a darle un consejo: cuando sus argumentos coincidan con los del enemigo, revíselos o revise a su enemigo. A lo mejor esta equivocado de bando.



Si a esto le sumamos el momento histórico en el que se esta decidiendo la misma permanencia del sistema imperial; que el imperio lo sabe y esta dispuesto a jugarse el todo por el todo, confiando en que puede soportar la destrucción de las tres cuartas partes de su territorio, pero  destruir a todos sus enemigos, es por lo menos sospechoso que alguien, supuestamente en las filas de un socialismo de pacotilla salido de no se sabe que mente calenturienta, se manifieste tan coincidente con el enemigo y tan “ignorante” de la realidad que se esta viviendo.



No me voy a rebajar a refutar las tonterías y hasta las faltas de respeto cometidas por usted con todos aquellos que han regado con su sangre generosa las tierras desde el río Bravo a la Patagonia, gran parte de la cual se ha vertido y se vierte aún en esa gloriosa tierra del General de hombres libres, de hombres como Rigoberto López Pérez. Sí le voy a recordar que si son millones los hombres que han dado su vida, su sangre, su sudor, sus lagrimas, por la Revolución, que comenzó con el primer americano que se alzó contra la colonización,  son muchos mas, señor Hugo Rodríguez, los que están dispuestos a dar su vida por este derecho a construir ese “asistencialismo” -que no se de donde rayos sacó usted ese término ¿ o es que quiere ser además, original en el terreno de las ideas como lo del atol?- y que ha logrado ya, a pesar de ese terrible bloqueo de la potencia mas poderosa que ha existido y que usted “olvida mencionar”, tener 30 mil médicos ayudando a salvar vidas en nuestra patria de América, incluida la tierra donde nació usted; que tiene mas médicos, maestros y graduados universitarioS que muchos países del llamado primer mundo. ¿Vio usted antes o ahora, algún niño mendigando sin zapatos o prostituyendose o inhalando pegamento y drogas o limpiando parabrisas y zapatos en Cuba? ¿Le suena conocida esa imagen para la tierra que lo vio nacer, diría yo que en mala hora?



A los siete mesinos, a los egoístas, a los cobardes, a los sin patria, a los oportunistas, – elija usted en cual categoría se quiere incluir, da igual cualquiera de ellas-les dió nuestra patria una respuesta contundente  al  reciente ataque por parte del emperadorcillo cuya discurso parece haber calado muy hondamente en su conciencia porque los argumentos de ese señor se asemejan mucho a los enarbolados por usted…



En última instancia, lo antagónico de la contradicción entre Cuba y el imperio, se va a resolver con la desintegración de ese, al parecer, todo poderoso enemigo.



Para terminar Señor Hugo Rodríguez Flores, le habla un ciudadano de a pie de este país, no (…) “¿¡un cuadro del partido con libertad económica!?”¿Qué cosa es esto señor Hugo Rodríguez, otra originalidad en materia de ideas?



Conocí el capitalismo  y le puedo afirmar que no hay un país en el mundo donde la dignidad del ser humano sea más respetada. Es verdad, nos faltan muchas cosas, tenemos muchas deficiencias y cometemos muchos errores, pero somos libres para hacerlo señor Hugo Rodríguez.



Somos solidarios de verdad, con el concepto, no de repartir lo que nos sobre, sino lo que tenemos, con todos los humildes del mundo y de derramar la sangre por otros pueblos como lo hicimos en África y junto al Ché.



Usted se codeó seguramente con un grupo de asalariados de la Oficina de Intereses en Cuba. Si de verdad hubiera querido saber nuestra verdad, debió conversar con los humildes que montan en los “camellos”, esos inventos que hemos tenido que hacer para luchar contra ese bloqueo que dice usted que le daban con el dedo de pequeño-“cuando estaba chavalo me «tragué» todita la pastilla de que el bloqueo yanqui era criminal” ¿no se sonrojó usted señor Hugo Rodríguez después de tamaña villanía?¿no se sonroja hoy con los resultados de la votación en Naciones Unidas?-; hablar con las madres de los niño enfermos de cáncer en nuestros hospitales, a quienes a veces les falta el suero que les aliviaría el sufrimiento; hablar con algunos de  los miles y miles de hombres y mujeres que serenamente, pero con firmeza, nos preparamos para darle una lección de coraje a quienes intenten apoderarse de Cuba. En el terreno de las ideas, usted no ha aportado nada. En el terreno practico, real, actual, “quien intente apoderarse de Cuba solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en el intento(Antonio Maceo)”.



Berenjenal señor Hugo Rodríguez, es en lo que se van a meter esos que piensan como usted si lo intentan. Se lo aseguro…”Los flojos respeten. Los grandes adelantes. Esta es tarea de grandes”, dijo nuestro Marti. Por lo menos, respete señor Hugo Rodríguez.



Se despide de usted con más pena que rencor, un humilde combatiente por ese bello sueño que usted desvergonzadamente y sin derecho alguno, llama asistencialismo.



Seguimos en Combate



¡Socialismo o muerte!



Ismael González Baldriche



La Habana, Cuba

*Las dos  cartas fueron enviadas a Diario Dominicano por José Antonio López Huelvas

2007-11-05 14:25:21