Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Desde el pasado lunes el paìs se encuentra en situaciòn de desastre y extrema emergencia.  La intensidad de los aguaceros ha ido cediendo de manera promisoria en las ùltimas horas, sobre todo para alivio de las comunidades que han sido màs afectadas y muchas de las cuales se encuentran ahora mismo aisladas y en situaciòn crìtica.

El costo en vidas humanas ha sido elevado.  Tambièn la cantidad de desaparecidos pudiera aumentar las cifras que se han venido ofreciendo por la Comisiòn de Operaciones de Emergencia que encabeza el director de la Defensa Civil, general Luis Luna Paulino.  La cantidad de personas desplazadas de sus hogares por razones de seguridad pudiera superar las 60 mil y quizàs llegar a 100 mil.

Numerosos planteles escolares estàn acogiendo a millares de refugiados.  Esto representarà el reto de una soluciòn alternativa apremiante para la Secretaria de Educacion, a fin de que un gran contingente de estudiantes no pierdan su año docente. 

Asimismo los daños materiales han resultado cuantiosos.  Miles de viviendas desaparecidas y dañadas a consecuencia de los deslizamientos de tierras y la embestida de las desbordadas aguas.  La agricultura en particular, se ha visto fuertemente afectada.  Si bien las pèrdidas en arroz han sido moderadas y existen suficientes reservas para abastecer las necesidades de la poblaciòn, no ocurre igual con las siembras de plàtanos, guineos, cebolla y tomate que tenderàn a escasear y cuyos productores, principalmente pequeños y medianos,  deberàn ser auxiliados prontamente con crèditos, semillas, equipos y asistencia tècnica.

En medio del dolor provocado por esta tragedia, hay que resaltar algunos hechos altamente positivos.

Hay que reconocer que las instituciones que operan bajo la sombrilla de la Comisiòn de Operaciones de Emergencia han venido trabajando afanosamente y en buena coordinaciòn, para realizar las labores de rescate y envìo de ayuda a las zonas afectadas. 

Màs de veintidòs mil brigadistas han venido llevando a cabo una tarea verdaderamente heroica salvando vidas a riesgo de la propia.  Han trabajado sin descanso, con recursos inferiores a la dimensiòn de la tragedia y en condiciones particularmente difìciles, como es de tratar de hacer llegar la ayuda de alimentos, medicinas y ropas a miles de damnificados en màs de infinidad comunidades del paìs en condiciones de aislamiento.

Las Fuerzas Armadas y la Policìa Nacional tambièn han prestado valiosos servicios. Asimismo el Plan Social de la Presidencia y los Comedores Populares.  Personal de la CDEEE y la CAASD trabaja sin descanso para rehabilitar las redes de electricidad y las fuentes de abastecimiento afectadas. De gran utilidad ha resultado bajo estas circunstancias poder contar con la red de comunicaciòn òptica extendida en todo el paìs por INDOTEL.

Otro àngulo a destacar es que una vez màs se ha puesto a prueba de èxito el gran espìritu de solidaridad, compasiòn y ayuda del pueblo dominicano.  Miles de personas estàn acompañando su preocupaciòn por el destino de los afectados con la entrega de ropas, alimentos, mosquiteros, frazadas, medicamentos y ayuda en efectivo.  Cientos de instituciones civiles: universidades, asociaciones, fundaciones, grupo comunitarios.  Credos religiosos han sumado importante auxilio material a sus fervorosas oraciones.  Desde el exterior, tambièn se manifiesta el aporte de la diàspora criolla, en tanto otros gobiernos y paìses nos envìan mensajes de aliento acompañados de importantes paquetes de ayuda.

Ahora bien.  Creemos necesario insistir en que es preciso unificar y focalizar los esfuerzos orientados a favor de los damnificados. Esta debe ser la prioridad nacional en estos momentos. 



Sin crìticas a destiempo ni actitudes oportunistas. Sin pretender con espìritu mezquino sacar ventajas de una tragedia como la que està tocando padecer a decenas de miles de dominicanos, en su inmensa mayoria de pobrìsima condiciòn que ahora enfrentan un futuro de mayor miseria.

El destacado psiquiatra Cèsar Mella ha planteado un receso polìtico. Creemos que es la ùnica postura sensata en estos momentos, la misma por la que hemos venido abogando en TELEDEBATE y EN PRIMERA FILA. 

El debate partidario tiene que entrar en receso. El reclamo es vàlido y de necesario cumplimiento para todas las partes involucradas en el mismo: gobierno y oposiciòn. Oportunamente podrà hacerse evaluaciòn de la tragedia y depuraciòn de posibles responsabilidades si las hubiese. 



Ahora no es tiempo de hacerlo. Es solo tiempo de prestar ayuda a quienes lo necesitan con urgencia y desesperaciòn.

(TELEDEBATE.Telefuturo,Canal 23;EN PRIMERA FILA,Fiesta 105 FM,Noviembre 2,2007).

2007-11-07 14:51:38