Opiniones

Que sirva de ejemplo

POLITICA & JUSTICIA

Que sirva de ejemplo

Por Roberto Lebrón

He tenido en los últimos tiempos que convertirme en defensor de muchos oficiales y alistados de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Lo hago con satisfacción como lo hacía mi amigo hermano Leo Reyes (EPD), un aliado incondicional que tenían los hombres de uniforme, en especial los miembros de las tres ramas que componen a las FFAA.



Y lo seguiré haciendo, mucho más tomando en cuenta el compromiso que asumí inmediatamente el presidente Leonel Fernández designó al mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira -otro amigo y hermano de Leo- al frente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).



No es que guardias y policías no tengan quien les defienda, como efecto así es, sino que cada cual adopta la posición que entienda en el momento que lo considere. Algunos se extrañan que alguien con mi temperamento sea vocero a un militar de carácter recio como Ramírez Ferreira, sin saber que él es una persona de grandes condiciones humanas.



Hablo así antes de referirme al caso de mi colega y entrañable amigo José Rivas, del Canal 11, y del coronel policial Nelson Báez Hubiera, a quien no conozco, los cuales han llegado a un acuerdo que puso de lado un conflicto surgido entre ambos, ocurrido cuando ambos cumplían obligaciones profesionales.



Debo confesar que si me tocara elegir entre ambos, es natural que inclinaría por Rivas, por aquello de que ‘las clases no se suicidan’, y porque, además, sino conozco al oficial Báez Hubiera -del que me dicen es un policía ‘muy correcto’- es natural que me quede del lado del comunicador, porque también pretendo serlo.



Celebro, con júbilo, que Rivas y Báez Hubiera dejaran sin efecto la litis, sirviendo como mediador el fiscal Perfecto Acosta, titular del Ministerio Público en la Provincia Santo Domingo. ¡Qué bueno que todavía somos capaces de entender que hay cosas, por más espinosas que parezcan, posibles de armonizar, a no menos que no sean políticas! 



Y que no se entiendan mis juicios como una especie de excusa para justificar la actitud agresiva del coronel, jamás, primero porque mi oficio es el de reportero, y segundo porque soy prácticamente compañero de labores de Rivas. Trabajamos, para que se sepa, en empresas de José Luis Corripo Estrada, conocido por todos como Pepín Corripio.



Es decir que además de colega y amigo de Rivas trabajamos para un mismo patrón, él en Telesistema y yo en El Día -en licencia- bajo la tutela del veterano periodista y abogado Rafael Molina Morillo. El doctor Molina Morillo confía en que mi gestión concluya pronto con Ramírez Ferreira para que yo retorne a mi puesto en la redacción.



Lo que quiero resaltar, volviendo al tema, es que este impasse debe servir de ejemplo a los guardias y policías que todavía ven a los periodistas como enemigos. Y no debe ser así, porque los tiempos han cambiado, es decir que resulta contraproducente -pare decirlo de alguna manera- ver a un discípulo de Marx y Engels en cada periodista.



Los oficiales, mucho más si son académicos, tienen que actuar como tal y saber que el ejercicio del periodismo es un compromiso social que tienen los profesionales del área.



Ahora bien, es lógico que existan contradicciones entre ambos, tomando en cuenta que el primero tiene el monopolio de  la fuerza y la aplica cuando es necesario, pero el otro tiene el poder que le da el medio, aunque nunca la razón.



Sin embargo, a los policías y a los guardias hay que entenderlos, en especial los periodistas, a pesar de que ellos no nos entiendan a nosotros. Ya no hay problemas diferencias ideológicas, como en aquellos años que estaría demás mencionarlos aquí, aunque para refrescar la mente de algunos sería prudente recordar a Orlando y a Gollito.



Nunca he militado en partido alguno, es decir que tampoco milité en la izquierda, cosa que mucho menos haré por razones obviamente entendibles, pero sí soy periodista de pie a cabeza, como decía el finado presidente Joaquín Balaguer cuando ofreció una definición personal como político.



Lo que debemos hacer los periodistas es saber ejercer el oficio, siempre con astucia, conocer a los oficiales, los rangos, sin alterarnos, hacer las cosas con prudencia y comedimiento, porque primero está su integridad física. Vamos a trabajar, como lo hace Ramírez Ferreira en la DNCD, siempre disponible para los comunicadores.

e-amil: lebron2@hotmail.com

2007-11-16 12:20:47