Opiniones

Del milagro a la desnudez

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Del milagro a la desnudez

La tormenta noel golpeó en barrios y campos donde habitan los estómagos vacíos, quienes visten de harapos y moran a la intemperie, y donde se desconocen estos conceptos siquiera en actividades económicas primarias y elementales

Por Guillermo Caram 

El paso de la tormenta Noel por el país ha desnudado cuán  vulnerable es nuestra pobreza, a pesar del milagro económico pregonado por comprometidos con la presente gestión.

Ha evidenciado la impertinencia del modelo seguido, caracterizado por el crecimiento del consumo de bienes importados; financiado por el crédito comercial a personas, por endeudamiento interno del Banco Central y el externo de la Nación para diferir el pago del consumo presente a costa de la restricción del crédito empresarial productor de bienes y servicios y generador de fuentes de trabajo e ingresos.

Una impertinencia admitida por el propio Presidente de la República cuando intentó explicar, a finales  del 2005, la inconformidad de la población con la economía frente el optimismo cosmetizado del Banco Central; y que no entendemos porqué, ante la admisión, no se decide a modificarlo.



El primer ejecutivo de la nación tiene en el desatar de la furia de la naturaleza contra nuestro territorio, para cobrarse imprudencias e imprevisiones cometidas, una fuente alimentadora de fuerzas para modificar ese modelo azuzador de la pobreza hoy brutalmente desnudada. 

Debe hacerlo descontando la experiencia del  huracán Georges que golpeó núcleos privilegiados de nuestra sociedad permitiendo compensar con enormes sumas de dinero originadas en seguros y reaseguros, lo entonces dañado.

La tormenta Noel golpeó en barrios y campos donde habitan los estómagos vacíos, quienes visten de harapos y moran a la intemperie; y donde se desconocen estos conceptos siquiera en actividades económicas primarias y elementales como las agropecuarias.



Si levanta el país siguiendo el mismo modelo sustentado en el consumo, lo exógeno y endeudamiento; la vulnerabilidad de nuestra pobreza quedará nuevamente expuesta al desnudamiento por cualquier otro fenómeno meteorológico; cada mes frecuentes, intensos y sorpresivos por efecto de la acción irracional del hombre sobre la naturaleza  provocada por el cambio climático.



Y lo que tiene que hacer no difiere mucho de lo que todas las voces sensatas de la nación le reclaman con insistencia: austeridad, menos endeudamiento, menos privilegios, sensibilidad e identificación con los gobernados reflejados inicialmente en un gasto público mejor orientado y calificado.



Solo así se verificará el verdadero milagro: reducir la pobreza desnudada por Noel.

Guillermo Caram es político



guillermocaram_candidato@hotmail.com

2007-11-16 12:31:44