Opiniones

LOS TRES ABRAZOS

LOS TRES ABRAZOS



Por Gilberto Lima López.

No hay medio abrazo o mitad de abrazo. Quien tiene las dos extremidades superiores disponibles abraza cuando la usa a ambas, de lo contrario no es abrazo, sería cualquier agarre de esos, a veces, hasta mal intencionados, como decía mi padre. El que por una u otra razón, sólo tiene una de las dos extremidades supremas, abraza con una, y es natural, pero este habrá de usar siempre el corazón, como suplemento complementario.

Recientemente, vimos dos integrantes del Partido de la Liberación Dominicana confundirse en un efusivo abrazo y, al meditar en torno a ello, humildemente, nos llegó a la mente tres modelos de este tipo de caricia, que son el abrazo que suma, el que resta y el abrazo que multiplica.

Es preciso aclarar que los abrazos a los cuales nos referimos varían sólo en su significado no en su forma.

El abrazo que suma; que se da entre líderes. Estos líderes, por separado, cuentan con la fuerza positiva capaz de producir la revolución social, que permite a la población salir de la marginalidad en que ha vivido por décadas. La convergencia de dichas fuerzas, en este modo de abrazar, crea una potencia positiva, que es sinónimo de alegría, sosiego y seguridad, por lo menos para una población que ha votado mayoritariamente por el partido de la Liberación Dominicana en los dos últimos certámenes electorales.

El abrazo que resta, es un apretón también entre líderes. Cada líder por su lado, posee fuerzas considerables, pero estas, partiendo de una visión político partidario y reconfirmado por la poca acogida dada por la población a los representantes de la misma, parecieran que no ha permitido a la sociedad la superación moral y social que se merece. Estas fuerzas,  que cumplen por lo menos, con el rol democrático que a sistema de partido se refiere, y que son  circunstancialmente divergentes, evitan el  abrazo a toda cota, para  no reducirse a niveles insignificantes.

Finalmente, el abrazo que multiplica, este, como los anteriores, se da y más que cualquier otro, entre líderes, entre los que tienen el deber de conducir la familia por buena dirección y sendero.



Abrazos permanentes, 7 días cada semana y 52 semanas cada año. Su ejecución, más que fructífera, es sinónimo de enseñanza y aprendizaje, con él, enseñamos a nuestros hijos a vivir en armonía e igualmente, aprendemos que un poquito de mimo  nunca está de más.



(Quien suscribe es periodista, mi número 809-835-7461)

2007-11-19 15:33:59