Opiniones

¿A DÓNDE NOS PUEDEN LLEVAR ESOS CAMINOS ?

¿A DÓNDE NOS PUEDEN LLEVAR ESOS CAMINOS ?

Por Narciso Isa Conde

En el curso de la semana recién concluida tuvo lugar una reunión entre el ex-jefe de la Policía Nacional, Mayor General Pedro de Jesús Candelier y tres dirigentes de las izquierdas dominicanas: Fidelio Despradel, Manuel Salazar y Miguel Angel Muñiz.

Candelier se destacó como un general corrupto, vinculado a los dueños del poderoso Banco Popular (el más importante del país), represivo y criminal. Ejerció inescrupulosamente esa alta función con el primer gobierno de Leonel Fernández y el PLD y tambien durante la administración del PRD encabezada por Hipólito Mejía, ambos gobiernos comprometidos con la corrupción, el neoliberalismo y la represión de las protestas sociales. Actualmente es candidato a la Presidencia de la República por un pequeño partido formado al vapor y al calor de su fortuna mal habida, y todas las encuestas le conceden mucho menos de uno por ciento de las preferencias electorales.

Los referidos dirigentes de izquierda tomaron esa decisión por cuenta de sus respectivos grupos, sin que el resto de la izquierda social y política del país estuviera enterada de ese paso. Y lo hicieron después que declinara sensiblemente y se obstruyera, por razones no explicada, la posibilidad de ellos presentaran al país, a través del nuevo proyecto político conocido como Voluntariado, la candidatura del doctor Guillermo Moreno.

Candelier anunció el hecho y lo presentó como un paso hacia una “alianza política con las izquierdas” y hacia la constitución de un frente contra la partidocracia tradicional. Y aprovechó la ocasión para hablar bien de Chávez, en burdo intento por montar una farsa.

El único de estos dirigentes de izquierda que hasta ahora ha dado explicaciones ha sido Fidelio Despradel, que ha intentado justificar el paso restándole importancia, argumentando que asistió por “cortesía”, señalando que allí no se discutió nada de política y que él forma parte del proyecto de Guillermo Moreno, que es una opción a más largo plazo.

Nadie ha desmentido categóricamente lo dicho por Candelier, que además declaró que habían acordado otra reunión para la próxima semana.

Como el tema ha provocado una gran confusión y como la recriminación a esa decisión por una gran parte de la sociedad es profusa y persistente, decidí escribir estas reflexiones para mi columna semanal que se publica todos los domingos en el prestigioso diario El Nacional de ¡Ahora!

                                ¿PERTURBADOS IDEOLÓGICAMENTE?

 

Hay militares honestos y respetuosos de los derechos humanos, y hay militares corruptos y abusadores.

Los hay demócratas, patriotas y hasta revolucionarios. Pero tambien déspotas, criminales y entreguistas.

Los malos y lo peores han actuado como verdaderos secuestradores de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Han arrinconado a los buenos y los mejores, empobrecido sus bases y niveles medios, y se han sentido siempre protegidos por un denso manto de impunidad que emana de los poderes permanentes y temporales del Estado, del país y del imperio.

Ellos siempre han estado asociados a la partidocracia corrompida, a los enclaves del poder imperialistas y a lo peor de la oligarquía y los nuevos ricos.

Esta especie de cancerberos, empobrecedores de pueblo civil y de pueblo uniformado, cuando son puestos en retiro, generalmente como consecuencia de las pugnas internas por principalías y de la espuria competencia entre las facciones de la partidocracia que se alternan en sucesivos gobiernos, pasan a formar nuevos “partidos políticos” o a constituirse en cuerpos anexos a los partidos tradicionales existentes.

Algunos de ellos incluso se postulan a cargos electivos y no faltan los peores que aspiran a la presidencia y hasta se vuelven candidato con mucho dinero en la mochila para hacer campaña.

Después de robar y traficar en influencia hasta convertirse en verdaderos magnates propietarios de negocios hechos al vapor: fincas, edificios, villas de lujo en Casa de Campo, Punta Cana o Cap-Cana, empresas de “seguridad”…

Después de auspiciar centenares de “ejecuciones extrajudiciales”, torturas, abusos, expedientes falsos, asesinatos, represiones, persecuciones…

Después de hacerle campaña a los presidentes de turno en plan reeleccionista…

Con el mayor descaro del mundo se ofertan como “salvadores del país”, “enemigos de la partidocracia y de las perversidades políticas”, “amigos de los(as) empobrecidos(as) de la nación”, “nuevos patriotas”, “combatientes contra la delincuencia”, y expresión sublime de cuantas bondades existen en nuestro planeta.

¡Son capaces incluso de hablar bien de Chávez y hasta de ponerse un ropaje seudo-progresista!

Hasta ahí las cosas pueden ser explicadas racionalmente, puesto que quienes han sido capaces de cometer tantos delitos y fechorías –sin que medie arrepentimiento alguno o hechos que históricamente lo reivindiquen o los hagan merecedores del perdón de la sociedad ofendida- pueden ser perfectamente  capaces de la más alta hipocresía y de la suprema simulación.

Nada agrega ese hecho que pueda escandalizar más que su profuso record de delitos personales y sociales. Eso es perfectamente explicable.

Lo que no es explicable con ninguna dialéctica, ni con ningún sofisma inventado por seres humanos, es que dirigentes de una cierta izquierda acepten como interlocutor a uno o varios de esos personeros del crimen, la corrupción, el entreguismo y la hipocresía.

No hay manera de entender que alguien con trayectoria respetable, hablando como hombre o mujer de izquierda, acepte ofrecerle algo de legitimidad a partiditos y a militares-políticos de esa calaña.

Mis neuronas- y creo que la de una gran parte de este pueblo- no alcanzan para explicar racionalmente esa absurda situación.

¿Interlocutor válido? ¿Político a respetar? ¿Posible aliado o “partner”?

¿Posible candidato de una alianza entre “izquierda” y derecha?

¿Qué se busca? ¿Que se intenta? ¿Qué se persigue?

No, definitivamente me declaro impotente para razonar y buscarle lógica a estas cosas. Quizás es que la indignación frente al absurdo no me deja pensar bien. Quizás es que cuando la flexibilidad táctica se confunde con flexibilidad en los principios me provoca una especie de corto circuito cerebral.

Pero en verdad no alcanzo a comprender porque apreciados dirigentes de izquierda, de trayectorias respetables, se dejan enlodar gratuitamente de esa manera y permiten que se intenten enlodar a toda la izquierda.

¿Es qué el maniobrerismo conduce a eso? ¿Es qué el tacticismo no tiene fronteras?

¿Es que algunos(as) le pesa tanto demarcar campos frente a la impunidad y el descaro?

¿Es que el ablandarse para dizque “romper el cerco de la derecha”, diferenciándose y distanciándose de la izquierda revolucionaria, conduce al reformismo blando y éste a su vez los lleva a dar pasos que afectan la ética revolucionaria?

Recuerdo que todo esto comenzó anulando toda posibilidad de un espacio común de la diversidad de izquierda y progresista, recuerdo que pasó por declaraciones benévolas respecto a la llamada “cuarta vía” de Eduardo Estrella y Hatuey De Camps. Pero en verdad no me imagine- nadie podía imaginárselo- que llegaría a contemplar conversaciones y posible alianza con “generales de horca y cuchillo” ¡Cosas veredes, Secre!

¿Perturbados ideológicamente? ¿Maleados los muchachos por el maniobrerismo mezclado con el poder persuasivo de ex-camaradas renegados que comparten el proyecto derechista con el General?

¡Vaya usted a saber!

2007-12-03 01:14:14