Opiniones

Gobernar sobre las nubes

Gobernar sobre las nubes

Lo único concreto y presente del discurso del presidente Leonel Fernández lo constituyeron las compras y publicidad para lo que siempre está, presta y prontamente, dispuesto el Gobierno

Por Guillermo Caram 

A dos semanas del discurso del Presidente Fernández para encarar las amenazas petroleras, sus disposiciones lucen cada vez más lejanas y evidenciadas en su intrascendencia como para colocarlas en un limbo nubiloso; al estar plagadas de absurdos como la instalación de semáforos inteligentes vigilados por agentes opuestos, chips en vehículos destartalados,  cambios de combustibles con inversiones desproporcionadas al valor de los vehículos, etc.

Pero además, sus funcionarios se han encargado de situarlas en el futuro. El titular de Hacienda precisó que las negociaciones con Refidoma ni siquiera se habían iniciado y el de Industria supeditó el éxito del plan de ahorro a cambios culturales y de hábitos que demoran tiempo.



Lo único concreto y presente del discurso lo constituyeron las compras y publicidad para lo que siempre está, presta y prontamente, dispuesto el gobierno.



Nos encontramos ante una nueva manifestación discursiva y retórica conducente a burlar urgencias que penden sobre gobernados sobre situaciones calamitosas que son aprovechadas por el gobierno para obtener beneficios tangenciales.



Ya antes ésta crueldad se había manifestado en torno a la tormenta Noel. En su nombre el gobierno emitió 5000 millones de pesos en bonos incrementando la deuda pública, propició un estado de emergencia para efectuar compras sin licitaciones, abrió la puerta para privatizar las presas al crear una nueva empresa estatal, prohibió exportaciones de huevos a Haití para excusar el otorgamiento de permisos de importación y reabrió  operaciones de extracción de minerales en cauces de ríos y arroyos, poniendo como gallina luego de haber cantado como gallo.



Mientras tanto no adoptó ninguna disposición que pudiera paliar de inmediato los padecimientos ciudadanos como el congelamiento del impuesto a los combustibles, liberalización de su mercado, compras de electricidad al mejor postor, etc.



La compra de REFIDOMSA para consumir más petróleo a crédito, como si el endeudamiento de la nación de lo que pagamos diariamente los consumidores fuera una forma idónea de encarar el problema, y otros  rumores que circulan sobre compras de otras empresas, reafirman la vocación del Gobierno hacia las compras.



Y le permite mantenerse sentado en nubes de opulencia alimentadas por ellas y la publicidad, a costa del padecimiento de los gobernados.



Guillermo Caram es político



guillermocaram_candidato@hotmail.com

2007-12-07 04:24:09