Opiniones

Palabras de presentación del IDH

Palabras de presentación del IDH

Por Guillermo Caram

Como dominicano, nación signataria de la Carta de las Naciones Unidas, aquel lejano Junio de 1945 en el lejano San Francisco, esa especie de constitución mundial que nos permitió insertarnos en la comunidad internacional constituida desde ese año; como aspirante a ser solidario y contributivo en el logro del desarrollo humano y como dirigente del partido que represento en éste evento; no puedo ocultar mi complacencia de intervenir en éste foro de presentación del Informe de Desarrollo Humano correspondiente al presente año centrado en el tema del cambio climático y la solidaridad, de un mundo que reclama solidaridad frente a brecha entre naciones ricas y pobres acentuada precisamente por los fenómenos envueltos en torno al cambio climático.



Ese cambio es provocado por el calentamiento originado en emisiones por la quema de combustibles – para la generación de energía, transporte, industria, etc – que se acumulan en la atmósfera provocando el llamado efecto invernadero: una especie de techo que atrapa los rayos del sol y el calor generado por la tierra.



Como consecuencia se acumula calor bajo ese techo produciendo deshielos, mayor evaporación de las aguas, cambio en los patrones de las corrientes de aire y marinas, diferencias de temperaturas.



De ahí las mayores turbulencias, sequías, inundaciones, etc.



Si bien los fenómenos atmosféricos, mas intempestivos e imprevistos por estos cambios climáticos castigan por igual a países ricos y pobres; los efectos sobre estos últimos se hacen mas notorios al desnudar la pobreza que caracterizan sus asentamientos humanos y al estar menos preparados para encarar presupuestariamente las calamidades desnudadas.



El informe que comentamos evidencia el contraste entre naciones emisoras, predominante ricas y las naciones afectadas, la mayoría pobres.  El cuadro 24 nos revela que el 57.3 % de las emisiones de dióxido de carbono provienen de naciones calificadas como de alto desarrollo mientras los países de desarrollo humano bajo no llegan ni al 1% de las emisiones. América Latina y el Caribe no llegan a generar el 5% de las emisiones totales del mundo y República Dominicana no llega al uno por mil. Sin embargo, las calamidades sufridas por la Tormenta Noel, generada en nuestras narices, rompiendo los patrones tradicionales de formación de tormentas precisamente por el cambio climático, afectó sustancialmente nuestra vida económica y social.



El 59.4 % de las emisiones proviene de 8 países los cuales tienen una participación en la emisión de dióxido de carbono superior al 2% con relación al total emitido el globo terráqueo: Ordenados conforme su nivel de emisiones per capita, ofrecen el siguiente resultado:

En términos de emisiones totales, dos países – EEUU y China – aportan el 38.2%. Dicho sea de paso, la prensa de ayer informa la renuencia de  ambos a reducir emisiones. Cinco naciones que forman parte del llamado G7 + Rusia, conformando las potencias dominantes del mundo de hoy, emiten el 37.5% de las emisiones totales



En resumen, 8 naciones  emiten casi el 60% del dióxido de carbono que está cambiando el clima  afectando las 169 naciones restantes.



Estamos frente a una nueva manifestación de la brecha de desigualdades entre naciones pobres y ricas que empaña la justicia social internacional, mas que justificando así la participación de Naciones Unidas en este tema.



Y es que el preámbulo de su Carta constitutiva consta de las siguientes expresiones: 



“reafirma la fe… en la igualdad de derechos ….de las naciones grandes y pequeñas”,  igualdad que no se escenifica en la relación



…..proclama el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional, (pensamos en las obligaciones incumplidas de la Cumbre de la Tierra y del Protocolo de Kyoto)



.. ….postula el progreso social y a elevar el nivel de vida…” (progreso y nivel degradado por el cambio climático y la exposición a tempestades y catástrofes)



…… llama… a emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos,



Y entre sus Propósitos, la carta de la ONU proclama el:  



1. Mantener …la seguridad internacional, No puede hablarse de seguridad frente a la agresión que estamos siendo objeto por vía de las emisiones de gases.



2. Fomentar entre las naciones relaciones… basadas en el respeto al principio de la igualdad de derecho: un respeto e igualdad  contradichos por la realidad dibujada por las cifras del Informe.



3. … cooperar … en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos (…pienso en los problemas causados por los fenómenos atmosféricos que agrava, en lugar de solucionar, los problemas)



4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar .… propósitos comunes.



Por eso no pudo ser mas oportuno y pertinente la escogencia por parte del PNUD –ONU de este tema.



Y urgente e impostergable; teniendo en cuenta que el crecimiento voraginoso, exponencial, de las emisiones de carbono es una variable dependiente de una población que no acabamos de controlar, de un crecimiento económico imposible de detener para que mas personas vivan mejor, de una industria energética y automotriz que sigue moviéndose en función de intereses particulares y no colectivos, de un liderazgo incapaz y temeroso de abordar desafíos, de sumisión del poderío fáctico alejado de la conciencia y de la holgazanería  cultural que ambos imponen a nuestros pueblos y a nuestros dirigentes.



El Informe nos dibuja un cuadro patético que impone actuar con urgencia. De seguir con el nivel actual de emisiones de carbonos en el aire estimado al presente en 550 ppm, se estima que a fin de siglo la temperatura promedio mundial habría llegado al umbral de un incremento de los 5 grados C; estimado conservador si tenemos en cuenta que en los últimos 50 años la temperatura ha aumentado 1.5 grados y aumentará el doble en los próximos 20.



¡Cuantos glaciares se derretirán, provocando maremotos, inundaciones de ciudades y cambios de temperaturas en las corrientes marinas, y de ahí, tempestades y cambios de temperaturas! ¡Cuantas ciudades hoy protegidas de plagas e insectos quedarán expuestas! ¡Cuantas furias huracanadas azotaran hasta desnudar nuestra miseria e indigencia!



Y como afectará la vida. Por que si seguimos como vamos en 30 o 40 años habrá desaparecido el polo norte, hoy descongelándose. ¿ Donde pondremos a trabajar ese señor barrigón que se llama Santa? ¿Qué le diremos a nuestros niños?



Si el deshielo y las inundaciones descargados en el mar hacen reducir la salinidad de éste y afecta, junto a la explotación irracional, la vida marina hasta el punto que algunos han pronosticado que para el 2048 la vida marina se habrá extinguido ¿Qué comeremos los permanente aspirantes al vegetarianismo mas tenue?



Cuan acertada es la perspectiva general del Informe, citando a Martin Luther King, “el futuro ya está aquí”.



Puedo dar testimonio que el futuro ya está aquí. En el año 1976 y en ocasión del decimoquinto aniversario de la fundación del Partido Revolucionario Social Cristiano, fui invitado a dictar  una conferencia celebrada en el Hotel Embajador conmemorativa de este acontecimiento. A manera de versos advertía a los interlocutores de entonces que:  



Jarabacoa ya no tiene pinares

Nuestra muchachada ya no tiene donde marotear

Nuestros ríos son arroyos y nuestros arroyos cañadas

Nuestras playas arrasan petróleo



Hace ahora 30 años que musitaba esas reflexiones. En aquella conferencia tenía 14 años que había regresado de cursar mi maestría en Planificación donde recibí las primeras brisas ambientalistas.



Para aquellos tiempos, lamentablemente no se efectuaban mediciones sobre la contaminación por lo que no es posible demostrar con datos lla depredación que hemos sufrido hasta la fecha.



Afortunadamente hoy ya se miden. Ya sabemos que en también 14 años, de 1990 al 2004, los dominicanos hemos casi duplicado el nivel de emisión de dióxido de carbono, a un ritmo de 7.5% anual, casi 4 veces el crecimiento de la población y casi el doble del crecimiento económico.



El Informe estima que en nuestro país la intensidad de la contaminación por efecto de la energía creció un 11%, es decir casi un 50% por encima del crecimiento de las emisiones, lo que refleja un nivel ineficiente, desde el punto de vista de la contaminación en el sistema de generación eléctrica.



Nada extraño habida cuenta el deficiente sistema y parque energético que disponemos, las tantas plantas de emergencia y el caro y desordenado sistema de transporte.



El Informe atribuye, además, la intensidad de las emisiones de carbono, a un ritmo de crecimiento de 6.5% atribuido al desarrollo económico – mas elevado que el crecimiento del PBI promedio estimado en 4% pero mas bajo que la expansión total de las emisiones – lo cual permite inferir que no ha sido por las economía que nuestras emisiones han aumentado.

Y estima una acumulación de biomasa forestal de 82 millones de toneladas de carbono, reflejo de un insuficiente nivel de forestación asimilador de contaminantes.

Concluyo precisamente con éste tema, recordando lo que de seguro me permitirán dado mi identificación con los gobiernos reformistas, medidas ambientales tomadas, con la intención que sean retomadas sus prioridades en función de las amenazas presentes del cambio climático. Mas árboles con mayor capacidad de inhalar el carbono expelido por los contaminadores para lo cual se necesita volver a cerrar aserraderos y promover explotaciones forestales con obligaciones de reparar. Proteger cuencas hidrográficas, incluidas las presas y proteger los cauces de la extracción de agregados. Defender los cinturones verdes instituidos,  respetar los espacios verdes de las urbanizaciones. Cumplir la ley de medio ambiente propuesta en nuestras administraciones, precedidas de disposiciones adoptadas mediante decretos transitorios.

El art. 25 de la declaración universal de los Derechos Humanos cuya fecha conmemorativa celebramos precisamente hoy con el lanzamiento del Informe comentado, establece que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia….. medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

El calentamiento global es, especialmente para las personas y familias de las naciones de menor desarrollo, una causa independiente de su voluntad que impide la satisfacción de los derechos que hoy recordamos; lo que exige la solidaridad que postula el Informe, pero indefectiblemente precedida de una lucha por alcanzar la justicia social internacional derivada de la Carta de las Naciones Unidas.

Gracias al PNUD dominicano por brindarme el honor de comentar este informe. Gracias a la oficina principal del PNUD por escoger este tema para seguir sembrando conciencia sobre el mismo, para ayudarnos a vivir mejor.

O simplemente a vivir.

A nosotros y a nuestra descendencia, a los hijos de los hijos hasta las futuras generaciones.

Muchas gracias

2007-12-12 16:01:44