Miguel Vargas y la Corrupción en el Estado
Una de las enseñanzas más importante de nuestra historia, como país, es que no hay peor maldición para una nación y para sus sectores más necesitados que un grupo gobernante sin visión de Estado, y sólo animado por los beneficios que puede agenciarse para su propio disfrute.
Todo el que ha vivido y vive en nuestro país sabe que casi todos los gobiernos que hemos tenido en estos últimos 40 años han sido partidarios del clientelismo político, pero de ahí a que un reducido grupo en el gobierno pueda exhibir, de forma individual, fortunas de miles de millones de pesos, es una burla sin precedente en la historia política de la nación dominicana.
Sabemos lo difícil que es para un cabeza de familia desarrollar un hogar que reúna condiciones mínimas de subsistencias. Por eso cuando un grupo gobernante, que se inicia recientemente en el poder, exhibe fortunas formidables, sin poder explicar el origen de las mismas, sobre todo sino se ha trabajado, ni se le conoce ninguna empresa o fuente productiva a esas personas; entonces lo mínimo que puede pedir el pueblo es que se le de una explicación del origen de esas riquezas formidables que se exhiben en la actualidad. El Ing. Miguel Vargas, como interprete, de los sentimientos de la gente más necesitadas ha hecho ese pedido. El país espera que se le diga de dónde provienen esas riquezas personales, ya que el Ing. Vargas quiere y esta listo para explicar de dónde provienen las suyas.
En este aspecto, debemos establecer que una de las fallas más profunda que refleja la justicia dominicana es que aunque ha avanzado un poco en lo que concierne a su independencia; la misma, todavía arrastra una gran debilidad, por el hecho de que el ministerio publico continua siendo una continuidad de la voluntad y del deseo del Poder Ejecutivo y del grupo que controla el poder.
Esa debilidad de la justicia dominicana es la que ha permitido que tanto el grupo que llega al poder como el incúmbete del poder ejecutivo, en ese momento, puedan disponer a su antojo de las riquezas del Estado, porque tienen la seguridad, que por su condición de nuevos ricos, no serán alcanzados por el brazo ejecutor de la justicia.
¿Quién puede poner freno a este círculo vicioso de impunidad que ha vivido el país durante todo este tiempo? Creemos que la debilidad del poder judicial puede fortalecerse con una actitud y una voluntad responsable del gobernante de turno. Si tomamos en cuenta que el carácter de la nación dominicana muchas veces ha sido sustituido por el carácter y la voluntad del gobernante de turno, podemos colegir que la voluntad y fortaleza del poder judicial, para sancionar a los grupos que han depredado el patrimonio nacional, deberá estar asistida por la voluntad del representante del Poder Ejecutivo de turno, esa es una realidad que nos viene como herencia de la nación, por el tipo de liderazgo y voluntad caudillista que todavía hoy sigue predominando, no sólo en los gobernantes, sino también en el comportamiento de los gobernados.
Por esa razón, y para poner freno a un mal ancestral en el país, como es la apropiación de fondos públicos de forma ilícita por parte del grupo gobernante, se hace necesario un gobernante con visión de Estado y comprometido con la meta de que las riquezas nacionales, no son sólo del pequeño grupo que detenta el poder , si no que las mismas deben ser distribuidas entre todos los sectores que conforman el país; pero sobre todo esas riquezas que se roban al Estado deben favorecer a los pobres y a la clase media.
Estamos conscientes que la combinación de favorecer a la mayoría, por un lado, y la de castigar a los ladrones del patrimonio publico, por otro, es una decisión que demanda de un hombre y un equipo gobernante con carácter y responsabilidad. Esas condiciones la encontramos en el Ing. Miguel Vargas, ya que aun siendo un hombre del sistema está convencido de que una gestión publica de calidad, racional y equilibrada, desde el Estado no debe permitir que miles de millones de pesos que los ciudadanos pagan en impuestos sean desviados para amasar fortunas privadas, que hoy no pueden ser justificadas ante el país, por quienes las detentan, porque son hijas de los métodos que utiliza la corrupción para hacer más pobres a los pobres y más ricos a quienes han pasado de mabí a champaña, a costa del sacrificio de las personas humildes, que hoy son avasalladas por una clase de políticos que se están sirviendo con la cuchara grande las mieles y beneficios que reporta el poder cuando es ejercido de forma ineficiente y demagógica, y sólo atendiendo a ambiciones y caprichos personales.
El Dr. Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Es, además, Director Nacional de Comunicaciones y Estrategias del Movimiento en Línea con Miguel, que preside el Dr. Francisco Fernández
2008-01-08 16:58:02