– El Líder y la Opinión Pública
Cuando hablamos de los liderazgos del presente debemos tomar en cuenta el papel que desempeñan los medios de comunicación en el afianzamiento y crecimiento de cualquier tipo de liderazgo. Los medios de comunicación también desempeñan una función esencial para que los líderes proyecten una correcta imagen tanto de su personalidad como de las bondades de su visión y de las ejecutorias que estos se proponen llevar a cabo desde el gobierno.
Cuando se emplean los medios de comunicación para influir sobre los sentimientos, las ideas, estado de ánimo, imágenes emocionales, voluntad, juicios y aspiraciones de las personas, de acuerdo con los intereses de los medios de comunicación dominantes, para de esa forma conservar una determinada conducta, en las distintas clases sociales para dirigir de alguna forma la acción social de la gente, estamos utilizando la opinión publica para reforzar el posicionamiento de la imagen del líder en el seno de la sociedad. La lucha por influir y controlar la opinión publica y las acciones que a partir de ésta se pueden generar, pasan a convertirse en herramientas fundamentales que el líder debe utilizar para incidir con su discurso, imágenes y planes de trabajo en la conciencia colectiva.
La opinión pública es en términos generales la estimación colectiva de los hechos sociales y los actos de las personas, sus ideas, sentimientos, usos y costumbres. También podemos definir la opinión pública como el conjunto de opiniones, juicios, conceptos, aspiraciones, puntos de vistas, que acerca de diferentes aspectos de la vida de la sociedad y el Estado, reinan en esa sociedad en sus diferentes estamentos o grupos sociales.* En este aspecto, es importante señalar que ninguna fase de la vida humana, individual o colectiva, estatal o social pasa inadvertida a la opinión publica.
Ningún líder político deberá perder de vista que el desarrollo de la opinión publica, a través de los medios de comunicación, es un poderoso recurso para cultivar en el hombre cualidades morales, intelectuales y espirituales del tipo de sociedad en la que aspiramos vivir. Todo líder político siempre deberá tener presente que los medios de comunicación y su influencia en la opinión pública puede ganar la voluntad de millones de hombres y mujeres que pueden acentuar su incidencia y liderazgo en el seno de la sociedad. Todo líder político no deberá perder de vista que la opinión pública es el estado de conciencia de cada grupo o clase social en un momento determinado y que esa opinión pública está formada por ideas, juicios, sentimientos, motivaciones y estados de ánimos que obedecen a motivaciones conscientes de las personas. Los lideres políticos nunca deberán olvidar que los medios de comunicación y la opinión publica son una herramienta que como dijo Platon “conquistan la mente de los hombres por medio de las palabras” *
La opinión pública, manejada con la moderna tecnología, es de mucha utilidad en la proyección y crecimiento de cualquier liderazgo, pero reviste una mayor importancia cuando nos referimos al liderazgo político moderno, ya que la imagen que el líder político o gobernante desea proyectar frente a la opinión publica es un rasgos muy acentuado de la modernidad y es una garantía para que cualquier tipo de liderazgo pueda dar cumplimiento a sus designios.
En cuanto al termino “opinión pública,” y que da tan importante soporte a la proyección del líder político, debemos decir que es un producto típico de la ilustración europea del siglo XVIII, que se caracterizó por sus criticas a las instituciones tradicionales y que difundía el conocimiento y el saber de esa época.
La popularización del fenómeno de la opinión pública se incrementa a partir de la década de 1930, mediante la utilización de las técnicas de sondeos y encuestas para conocer y medir la opinión de la gente y tuvo mayor aplicación en Estados Unidos, aunque los conceptos y teorías sobre el fenómeno de la opinión publica se remontan a Francia, otros países también habían utilizado el concepto con anterioridad.
Cuando el autor Ortega y Gasset se refiere a los lideres y a la opinión publica señala lo siguiente: “Jamás ha mandado nadie en la tierra cubriendo su mando esencialmente de otra cosa que de opinión publica”
El hecho de que la opinión publica sea una fuerza radical, que produce el fenómeno de mandar, es algo tan antiguo como el hombre mismo, de manera que el fenómeno de la opinión pública ha gravitado a lo largo de la historia política universal.
Si tomamos en cuenta que las fuerzas políticas se proponen conquistar el poder para participar de éste, se colige que cualquier grupo social con objetivos políticos definidos, es un núcleo en potencia para la multiplicación de fuerzas comunes que deben estar consciente de la importancia que reviste la opinión pública y los medios de comunicación en el desarrollo de la organización política que se esté tratando de iniciar y afianzar. En este aspecto el líder debe estar consciente de su misión para poder articular una imagen y discurso por medio de los cuales pueda influir y persuadir a la opinión publica a través de los diferentes medios de comunicación.
En la época actual en que los medios de comunicación tienen tanta incidencia en la opinión publica y en l agente para cualquier líder político se hace indispensable manejar su imagen, información y aspectos propagandísticos y de publicad con el mayor cuidado posible, ya que si tomamos en cuenta que la propaganda política lo que busca es que cualquier decisión o medida del líder en el gobierno, buena o mala, sea vista como buena por los ciudadanos, en ese aspecto la propaganda política juega un papel de primer orden en beneficio de proyectar una imagen buena y positiva a favor del líder en el seno de la opinión publica.
En cuanto a la publicidad debe ser tomada muy en cuenta por el líder político, ya que ésta le permite exponer ante la opinión pública los aspectos positivos de las medidas que esta desarrollando el líder en sus decisiones de Estado. Diferente a la propaganda política la publicidad no manipula datos ni información sino que esta se limita a exponer ante la opinión publica las ejecutorias y obras de gobierno, sin quitarle ni ponerle aspectos que no estén incluidos en lo que se esta publicitando ante la sociedad.
“La publicidad es el conjunto de actividades controladas de comercialización que utiliza técnicas y creatividad para diseñar comunicaciones identificables y persuasivas y canalizarlas por los medios de comunicación como la radio, televisión y periódico”. La publicidad puede ser para la venta de un producto, puede ser institucional, es decir para crear la imagen de una empresa, también puede ser publicidad de marca, que es para crear a largo plazo una marca y puede ser publicidad clasificada, que es para difundir información sobre un producto servicio o acontecimiento.
Establecida esta diferencia entre propaganda política y publicidad continuemos desarrollando la incidencia de la propaganda política en la opinión pública y los medios de comunicación. En efecto, en los tiempos actuales en que los medios de comunicación han alcanzado gran nivel de crecimiento confieren gran importancia a la gente y a la opinión pública, ya que cualquier aspecto que beneficie o afecte a un líder político tiene gran incidencia en la población debido a la efectividad con que llegan las informaciones a través de los medios de comunicación masiva.
En la actualidad no es posible que un líder o gobierno pueda esconder aspectos relevantes de su gestión. La incidencia que ejerce la opinión pública a través de los medios de comunicación no sólo divulga la realidad de los hechos políticos relevantes no sólo en el plano nacional, sino también en el plano internacional.
Cuando la opinión publica es favorable a un líder esto le ayuda en la consolidación de su liderazgo, porque cuando la gente es participe de las decisiones del líder y se siente identificada con estas, trabaja para que la permanencia del líder al frente del gobierno sea una realidad, por eso todo líder debe preocuparse porque la opinión publica le favorezca, ya que ello es una condición necesaria no sólo para defender su gestión, si no también para defender las virtudes y beneficios que se derivan de la gestión de ese liderazgo que está al frente del Estado.
Ningún líder que desee avanzar y crecer en el aprecio de la colectividad debe perder de vista que la lucha política por el poder es una lucha de ideas y que para prevalecer como líder el apuntalamiento y difusión de esas ideas, deben ir ganando el espacio de la opinión publica, ya que una vez la gente se forma un juicio o una imagen en torno a la viabilidad de un liderazgo el mismo irá creciendo, si no se detiene en las tareas políticas que esta llevando a cabo.
Evelio Arroyo es Sociologo, Abogado y Escritor. Es autor de varios libros, entre ellos Lideres y Liderazgos del cual se publican estos temas.
2008-01-14 20:05:31
