EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
El tema de las ONGs fantasmas o patrocinadas por legisladores o que sirven de cobertura a intereses y fines polìticos, no tiene nada de nuevo. Va siendo tan añejo y crònico como la crisis elèctrica o cualquier otro de los grandes problemas que venimos arrastrando a lo largo de interminables años sin soluciones de continuidad.
Cada vez que se presenta el proyecto de Ingresos y ley de Gastos Pùblicos a la aprobaciòn de las Càmaras Legislativas y a conocimiento general, las ONGs reflotan y salen a la superficie provocando toda una serie de denuncias y crìticas que, lamentablemente, no tienen por lo comùn otro resultado que poner en evidencia las irregularidades que arropa el tema y servir de desahogo a la justificada indignaciòn ciudadana.
Digamos por lo claro que esto de incluir de contrabando en las asignaciones presupuestarias donde figuran instituciones de gran mèrito y justo reconocimiento ciudadano, otras que por el contrario no justifican su existencia, ni sus alegados fines benèficos, ni se conocen sus patrocinadores reales ni la forma en que utilizan los recursos que reciben, es un acto de corrupciòn y hasta de perversidad.
El tema en esta oportunidad tuvo una variante partidaria, ya que enfrentò a los presidentes del Senado y de la Càmara de Diputados, ambos pertenecientes a la agrupaciòn morada que domina ampliamente la gestiòn legislativa en ambos hemiciclos.
No fueron precisamente flores las que un indignado Reynaldo Pared Pèrez lanzò a su homòlogo de la Càmara Baja, quien optò prudentemente por abstenerse de responder. Una sesiòn nocturna de urgencia del Comitè Polìtico del PLD se ocupò de zanjar el incidente entre ambos, si bien el primero enfilò de inmediato sus misiles contra el diputado reformista Radhamès Castro quien destapò la caja de Pandora y le corresponde el mèrito del reperpero.
Paret Pèrez jura y perjura que èl no tiene vinculaciòn con ninguna ONG, prometiendo renunciar a la presidencia del cuerpo congresional y pedir su expulsiòn de la parcela en que milita y de la que es Secretario General si se le prueba lo contrario, emplazando a Castro para que idenfique los nombres de los legisladores bajo cuyo patrocinio se habrìan ubicado en el presupuesto organizaciones fantasmas.
El Diario Libre que se ha abocado a identificar esta clase de ONGs que pudieran calificarse de inorgànicas, ya ha publicado los nombres de varias, algunos de ellos por cierto muy originales y sugestivos.
En tanto, el presidente de la Càmara de Diputados, Julio Cèsar Valentìn, si bien guardò un saludable silencio frente a la potente descarga de misiles verbales con que lo obsequiò Pared Pèrez, retoma el tema con una fòrmula que pretende ser salomònica. Es nada màs y nada menos que sacar esas ONGs inorgànicas del presupuesto y llevar sus asignaciones a un fondo creado para ese fin.
De hecho, desvestir un santo para vestir otro, aunque este caso muy poco tiene la propuesta de santidad ni de mèritos para ser llevada al altar de la Patria como ejemplo de un saludable ejercicio polìtico. La pregunta obligada en tal caso serìa ¿de dònde, si no de los propios recursos que reciba el Estado y que son los mismos que sustentaràn el Presupuesto, se nutrirìa el citado fondo?
Si esas ONGs, cuyo nùmero el propio Valentìn afirma alcanza a unas trescientas, son patrocinadas por legisladores, no realizan una verdadera labor social y solo sirven de cobertura para arropar intereses polìticos o apetitos personales, lo ùnico procedente es despuès de depuradas, cortarles todo acceso a los fondos pùblicos. Cualquier otra salida que se le busque no serìa màs que cubrir con manto de complicidad un acciòn a todas luces dolosa.
Penoso en verdad que aquì haya instituciones que realizan un trabajo meritorio, en muchos supliendo tareas que competen al Estado, y que en no pocos casos arrastran una existencia precaria, o al menos reciben un subsidio que no guarda proporciòn con el enorme trabajo que realizan. Basta citar Rehabilitaciòn, Dermatologìa, Fundaciòn de Cardiologìa, Corazones Unidos, Pro Educaciòn de los Sordomudos, Hogar Crea, Casa Abierta, Liga Dominicana y Liga Cibaeña contra el Càncer, Centro de Integraciòn Familiar, Doña Chucha, Patronato de Ciegos, Aldeas SOS y tantìsimas otras que no requieren auditorìa porque su labor està a la vista y ante la cual no hay reparo en inclinarse con respeto y admiraciòn.
Làstima tambièn en verdad que entre tantas entidades prestigiosas, metan de contrabando, como inaceptable mezcla de mansos con cimarrones, a otras que por el contrario no puedan presentar otro historial que no sea el de favorecer a determinados propòsitos particulares que distan mucho de reales fines benèficos y de bien comùn.
En fin, una vagabunderìa como cualquier otra.
2008-01-15 13:55:30