El Líder y su Organización Política
Cuando hablamos de la organización el líder político debe tener presente que ésta es la fuente de poder por excelencia para el manejo del Estado. ¿Y qué es una organización? Hablamos de organización política cuando nos referimos a un determinado número de personas que se unen para luchar por un objetivo común. La organización por excelencia para el líder es el partido político, a través del partido es que el líder puede llevar a cabo sus acciones y hacer realidad sus objetivos, ya que como organización no sólo aglutina un número determinado de personas, sino que a través de ésta los electores pueden expresar su voluntad y a través de las elecciones para favorecerlo o para quitarle la oportunidad al líder de que pueda llegar al poder para dirigir el Estado.
El líder debe estar consciente que sin cohesión interna en la organización política no hay posibilidad de lograr los objetivos comunes que la misma se ha trazado. Por eso, sus esfuerzos y energías deben siempre orientarse a persuadir a toda su organización de cuáles son sus fines, para de esa manera obtener un apoyo mayoritario a sus decisiones dentro de ésta. El líder debe preocuparse porque su organización sea una expresión organizada de poder, ya que si la desorganización y las disidencias se hacen presentes en el plano interno, los objetivos de llegar a controlar el poder, a través del gobierno se diluyen.
Cuando se conjugan una organización con gran cohesión interna y un liderazgo que tiene acceso a la propiedad y a las riquezas de los sectores económicos representativos, se puede afirmar que estamos frente a una organización con amplias posibilidades de ensanchar su espacio en el seno de la sociedad y de su gente, y por tanto de incidir y decidir en sus decisiones más importantes. Cuando una organización tiene acceso a la propiedad y a una fuerte personalidad en su liderazgo, es evidente que una organización con esas características está en el umbral de acceder al control y conducción del Estado.
El líder político no debe perder de vista el aspecto relacionado con la creencia condicionada Esto es, que el líder debe aplicar y justificar el condicionamiento social para lograr, por medio de sus actuaciones y decisiones en el Estado, desde una perspectiva general, el condicionamiento de las creencias por medio del consenso de las voluntades internas que hacen vida en la sociedad y en su organización política. Además el poder condicionado que el líder ponga en práctica en el seno de la organización debe orientarse a unificar las creencias y puntos de vista que desde el gobierno tienen sus dirigentes y sus seguidores.
Como el poder condicionado que el líder pone en ejecución es más fácil de ser aceptado por sus seguidores en el gobierno, se aconseja que para este obtener la sumisión de la voluntad mayoritaria de la sociedad a sus ideas y pensamientos, es más conveniente auxiliarse del poder condicionado. En otras palabras, esto quiere decir que es más apropiado para el líder auxiliarse del condicionamiento explicito, a través de la propaganda por los medios de difusión masiva, porque ello le permite con mayor facilidad, en el plano nacional, lograr los designios y aspiraciones de su liderazgo.
En cuanto a obtener sumisión de sus seguidores y del grupo en el gobierno, el líder debe utilizar el poder condicionado, pero de forma implícita, que es obtener una sumisión casi automática de sus seguidores ,ya que en su condición de líder del país y del gobierno le es fácil contar con la voluntad y creencia de sus gentes , y en casos contrario este podría aplicar otras medidas que contemplan el poder compensatorio y el condicionado para lograr adhesión o creencia como son el dinero y la persuasión en el logro de sus objetivos.
Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Estos temas son publicados del libro “Lideres y Liderazgo” de su autoría.
2008-01-24 15:21:47