EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
En tanto el Secretario General del PLD, Reinaldo Pared Pèrez, extiende el apoyo de su partido a la permanencia de la magistrada Aura Celeste Fernàndez en la Junta Central Electoral y el delegado polìtico de la parcela oficialista, Danilo Dìaz, desmiente haber declarado la disposiciòn de impugnar el resultado de las elecciones en aquellas Juntas en que ha presentado reclamos de parcialidad a favor del PRD, el Presidente del organismo acaba de reiterar la disposiciòn del mismo a que sea respetada su autoridad e institucionalidad.
Por nueva vez el doctor Julio Cèsar Castaños Guzmàn afirma que la Junta no aceptarà se le imponga una “comisiòn de seguimiento”, para que realice labores de supervisiòn externa sobre el trabajo del organismo durante la realizaciòn del proceso electoral que tendrà su culminaciòn el 16 de Mayo.
Sì, aclarò Castaños Guzmàn, que en cambio antes, durante y posterior a las elecciones el proceso acogerà observadores de unos cuarenta organismos internacionales, embajadas extranjeras y tribunales electorales de otros pàises. El total de observadores se espera que pase de quinientos que seràn invitados oficialmente a visitar el paìs y asistir al proceso en la condiciòn de tales.
Ambas decisiones no parecen correctas.
En ocasiones anteriores, los procesos electorales, salvo honrosas excepciones, se han visto pràcticamente intervenidos por comisiones de notables. Estas comisiones en su momento, si bien no carentes de crìticas, tuvieron justificaciòn cuando los procesos se vieron interrumpidos o amenazaron con hacer crisis. Negarles ese mèrito y el posiblemente haberle ahorrado al paìs momentos amargos, serìa una mezquindad.
Pero ahora no parece existir ninguna razòn vàlida para pensar en la posibilidad de que el proceso pueda verse alterado. Al margen de discrepancias internas, a fin de cuentas lògicas en gran medida en todo organismo colegiado y de composiciòn heterogènea, la Junta ha podido ir superando las mismas y haciendo su trabajo.
La màs cercana demostraciòn de coherencia y unidad en este sentido, la acaban de dar al adoptar por anticipado el acuerdo de respaldar la decisiòn que tomara Aura Celeste Fernàndez, frente a la coyuntura inusual de que su esposo aparezca como candidato a la presidencia de un grupo de partidos emergentes.
El Presidente de la Junta es un profesional al que siempre se le ha considerado con razòn asistido de un alto sentido de responsabilidad y valores èticos. Igual ocurre con los restantes miembros del organismo. Ellos no han dejado de trabajar en ningùn momento en la organizaciòn de unas elecciones participativas, transparentes y confiables.
En adiciòn, han acometido otras tareas de gran importancia, como es el proyecto ya en proceso de ejecuciòn de dotar de actas de nacimiento a cientos de miles de adultos que carecen de ella y por consiguiente de personalidad jurìdica y condiciòn de ciudadanos, asì como el de sanear los Registros Civiles de todo el paìs reestructuràndolos a tenor de lo dispuesto en la ley.
Si la Junta ha llevado al pie de la letra el organigrama de trabajo para el montaje de las pròximas elecciones generales en forma que sus resultados no dejen margen a duda, le asiste toda la razòn para rechazar cualquier interferencia que tienda a disminuir o poner en entredicho su autoridad y capacidad para culminar el proceso del modo màs exitoso.
En cuanto a la presencia de observadores, es una pràctica que se ha ido extendiendo en nuestros paìses y que a fin de cuentas resulta conveniente. Aùn cuando el trabajo de la Junta no precisa de avales foràneos, el hecho de que la organizaciòn y limpieza del proceso pueda ser observado, y luego divulgado, por representantes de fuentes tan calificadas como las mencionadas por Castaños Guzmàn, abona a favor de la imagen democràtica de nuestro paìs en el plano internacional. Y esto nunca està demàs.
Olvidèmonos pues de comisiones de seguimiento y juntas de notables que solo se justifican en situaciones de extrema crisis, que no es el caso ni de estamos seguros lo serà, para intervenir en el proceso electoral, cuyo montaje y conclusiòn es misiòn exclusiva de la Junta Central Electoral.
Dèmosle a èsta todo el apoyo requerido para que pueda cumplir la tarea que le corresponde legal e institucionalmente. Y que vengan al paìs todos los observadores que puedan y quieran para ser testigos de excepciòn de la que, sin dudas, como en tantas ocasiones anteriores, serà una nueva demostraciòn de civismo y responsabilidad del pueblo dominicano màs allà de las intemperancias que pueda mostrar la campaña electoral.
2008-01-24 15:25:28