Opiniones

El Liderazgo Político y su Crecimiento

El Liderazgo Político y su Crecimiento

Siempre se ha dicho que el éxito continuo es el resultado del mejoramiento continuo. Siempre debemos recordar que la diferencia entre jugar para ganar y jugar para no perder, es la diferencia entre el éxito y la mediocridad. Toda persona que desee jugar un rol importante dentro de su organización debe tener presente que el crecimiento y desarrollo de su potencial humano y espiritual sólo es posible si asume una actitud positiva ante sus gentes y ante la vida.

Toda persona que desee ejercer influencia en la gente de su comunidad u organización  debe estar segura que ello sólo es posible cuando esté conciente que debe hacer sentir bien e importante a la gente  de su entorno y que su esfuerzo debe orientarse a trabajar en beneficio del país y de su organización, ante que hacerlo sólo en provecho personal.

El liderazgo que crece es aquel que no sólo tiene una valoración positiva para si, como persona, sino que también valora a su gente y le permite que se manejen así mismo con cabeza propia. El liderazgo que ejerce influencia positiva es aquel que muestra el camino correcto a sus seguidores y da las alertas necesarias para que estos tomen las medidas necesarias cuando hay obstáculos que pueden detener la buena marcha y crecimiento de la organización política.

El liderazgo que influye y crece es aquel que inspira y motiva a sus seguidores y se aleja de la intimidación y la manipulación para conseguir la colaboración de éstos. El liderazgo comprometido con el crecimiento y desarrollo de una organización social, económica  o política debe vivir y conocer a las personas de su organización, así puede conocer sus problemas para de ser posible, ayudar a resolverlos.

El liderazgo que influye y crece es aquel que se da cuenta que lo más importante, dentro de una organización, es que haya consciencia de que la posición del líder no es lo determinante dentro del grupo, sino que lo más importante es la disposición que éste tenga para  motivar y servir a sus seguidores.

El liderazgo que  crece nunca se coloca por encima de otros, excepto cuando es para llevar a cabo responsabilidades mayores dentro de la organización. Debe entender, además, que la institución es el reflejo del carácter de sus miembros y de su líder y que este debe estar adornado por la responsabilidad e integridad en sus actos frente a sus seguidores. El liderazgo que triunfa tampoco pierde de vista que debe ser honesto y creíble, tanto en las cosas pequeñas como en las grandes.

Este tipo de liderazgo tampoco pierde de vista la importancia que tiene la disciplina  y el trabajo en equipo para el crecimiento de la organización política. La disciplina debe hacerse  acompañar de la convicción de los miembros de la organización política al momento de llevar a cabo sus tareas en el seno de la sociedad. La disciplina por si sola no es suficiente para el crecimiento de una organización  política. Una organización disciplinada puede hacer frente a las contrariedades y transformar los eventuales reveses en avances para la institución, siempre que sus miembros estén convencidos de la utilidad  de las tareas y de la consecución de las metas que la organización  se propone conquistar. El liderazgo correcto nunca pierde de vista que el aspecto moral de sus actuaciones siempre debe de ir en dirección a la  responsabilidad y al compromiso para proyectar la imagen adecuada ante sus seguidores y ante la sociedad en general.

Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Estos temas se publican del libro “Líderes y Liderazgos” de su autoría”

2008-01-26 20:12:34