Johnny Naranjo
La muerte de Johnny Naranjo priva a la crónica deportiva y al periodismo dominicano de un profesional de renombre que sobresalió por sus grandes dotes humanas y personales.
Desde temprana edad su amor por el deporte fue tan arraigado e intenso que tras graduarse de ingeniero nunca ejerció, para consagrarse a los comentarios del mundo del béisbol, que fue su gran e invariable pasión.
Tenía gran conocimiento y capacidad en el ámbito deportivo, pero por su sencillez nunca hacía ostentación porque se bastaba con lo que era y no buscaba fama, entrar en competencia ni crear situaciones conflictivas.
Johnny fue también un ser humano noble y solidario, como lo describiera la ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch al destacar que su casa sirvió de refugio a personajes perseguidos en tiempos difíciles de la vida nacional.
Sus parientes habían tenido vínculos de amistad con la familia Trujillo, pero nunca se vieron involucrados en hechos reprochables y, a diferencia de una mentalidad dictatorial, amó la libertad y protegió a los que sufrían persecución por sus ideas y posiciones.
Tal como dijera el historiador y economista Bernardo Vega, Johnny “murió como él siempre hubiera querido: viendo el juego de pelota el día que se decide un campeonato nacional, porque su vida fue el deporte”.
Se refería al partido final del torneo de béisbol invernal, que las Aguilas Cibaeñas ganaron frente a los Tigres del Licey, al coronarse campeones y lograr la hazaña deportiva de ser el equipo de béisbol más ganador con 20 coronas.
Johnny fue fundador de “La gran cadena de la calidad”, pionera en la transmisión en el país de los juegos de las Grandes Ligas, que contaba con una inmensa legión de fanáticos y seguidores.
Había sido un verdadero maestro de larga data, ya que como apuntara certeramente Frank Kranwinkel, ex selección de baloncesto, estaba en la cúspide de su carrera “cuando la mayoría de los cronistas de hoy empezaban”.
Pero más que eso, será recordado por su trato afable, su sentido del humor y su ejemplo de haber sobresalido sin estridencias ni atropellar a nadie.
El Caribe
2008-01-28 04:31:03