El Líder Político, las Reformas y la Globalización
En estos tiempos de globalización y de ensanchamiento del libre comercio el líder político tiene que actuar con comedimiento, al momento de introducir nuevas leyes y reformas en el sistema económico, fiscal y legal de la nación que está dirigiendo. El líder debe gobernar con leyes justas y sabias, porque si las reformas y leyes que se promulgan responden más a intereses foráneos o responden a leyes que no se ajustan al sistema legal vigente, ni a la cultura e instituciones que se quieren adoptar al interior del sistema económico del país en cuestión, de esa forma se corre el riesgo de malograr el bienestar de la gente y por tanto el desarrollo empresarial y productivo del país, en donde el líder está ejerciendo su liderazgo.
El líder político, de forma permanente, debe evaluar las reformas que se producen en el exterior y estudiar, además las características y aspiraciones de sus gentes, porque ello le permitirá proponer nuevas leyes que se ajusten a la realidad de las instituciones públicas de su país.
Cuando el líder se guía con conocimientos plenos de las aspiraciones de su pueblo, casi siempre las medidas, leyes e instituciones que va desarrollando son eficaces ante los ojos de la gente.
Otro aspecto que el líder debe tener presente es el relacionado con la renovación del país.
Cuando se está en la oposición, antes de llegar al poder, el líder tendría una percepción diferente de las cosas. Una vez éste se enfrente a las tareas de Estado descubrirá que una cosa son sus aspiraciones y fantasías como persona y otras muy diferentes las realidades y limitaciones con que el tendrá que luchar en el día a día cuando este dirigiendo el Estado y los interese que en el convergen. Cuando el líder llega al gobierno es cuando comprende que una cosa son las aspiraciones que se enarbolan en la oposición y otra muy diferente la realidad que gobierna todos los intereses que confluyen en torno al Estado.
El líder debe comprender que las instituciones, los hábitos ,las costumbres y la cultura general de una sociedad se van conformando al paso del tiempo y de forma lenta y gradual, En este aspecto el líder escuchara a muchos que exigen reformas y renovación para modernizar la sociedad, sin embargo éste debe ser cauto, porque puede ocurrir que los mismos que propugnan por renovación y reformas, en el presente, piensen de forma diferente, en el futuro, si esos cambios los afectaran, en el orden económico.
El líder político que busca cosas de utilidad para su nación debe reconocer que lo que a la sociedad le ha costado años construir sólo el tiempo y la historia pueden ir reemplazandolo, ya que con lo que ha construido el tiempo y la historia , sólo el tiempo y la historia pueden ir negándolo: por eso como hombre cauto éste debe ir reformando algunas instituciones, pero sin precipitarse.
En el presente, que vivimos tiempos de integración, acuerdos de libre comercio y de globalización, muchas instituciones públicas han sido reformadas y en muchos casos privatizadas. Los procesos de cambios y de reformas en los países pobres deben ser visualizado por el líder o estadista con reservas y cautela, ya que producto del desempleo que impera en los países pobres, el Estado se convirtió, desde el punto de vista de su desarrollo histórico, en un proveedor de empleos para muchos que siguen al líder político o estadista.
Cuando se manejan empresas estatales con criterios administrativos y empresariales modernos se pueden conseguir estándares de crecimientos y beneficios apropiados, sin embargo producto de los criterios políticos prevalecientes en el sentido de que no se escoge a los empleados que van a trabajar a esas empresas por su capacidad para desempeñar una función, si no por la adhesión a un determinado líder político, eso ha ido erosionando las empresas del Estado y su rendimiento. Por eso vimos en el pasado que muchas de esas empresas estatales fueron a la quiebra.
Las reformas y el proceso de globalización que se ponen en marcha desde el Estado deben ser vistas y conocidas por el líder en sus efectos y alcances en el interior de la economía y la sociedad, ya que si no conocen sus alcances las mismas pueden resultar negativas y eliminar importantes empresas, que han sido esenciales para el empleo y la absorción de manos de obra desempleada.
El líder o estadista debe visualizar que las reformas y los acuerdos de libre comercio puestos en marcha en el interior de las economías nacionales de los países pobres y que se han sido impuestos por las economías industrializadas de los países ricos no tienen un carácter individual, sino que las mismas son el producto de los intereses de los países más industrializados y ricos y que la asimilación de reformas y cambios dentro de las economías nacionales deben ser sobre la base de que los sectores empresariales, estatales y productivos asuman una alianza estratégica, ya que ningún sector, productivo o social está en condiciones de hacer frente a las reformas y cambios que impone un mundo globalizado que no sólo ha modificado las estructuras productivas y legales de los países pobres, sino que producto de esos cambios, producidos en las estructuras productivas de los países pobres, ellos han originado un cambio en el comportamiento, pensamiento y actitudes de la gente.
Como se ve, el proceso integrador al ser un proceso que ha modificado conductas y hábitos de la gente se ha convertido en una tendencia del mundo y de las sociedades ricas y pobres, en donde los países pobres, aunque han tenido que desmantelar, en muchos casos, estructuras productivas e industriales importantes, ello al mismo tiempo ha dado origen a la expansión del sector comercio, que aunque ha eliminado importantes sectores comerciales medios y pequeños en los países pobres, ello no ha sido óbice para que la gente, como consumidora de productos y servicios se haya visto beneficiada por ese auge comercial que nos trae la globalización, en la medida que los consumidores de los países pobres hoy pueden comprar bienes y servicios de mucho mayor calidad y a mejores precios que los que se producían en las empresas nacionales, y eso como es evidente se proyecta como un aspecto positivo a favor de los acuerdos de libre comercio y la globalización.
Todo líder o estadista debe conocer estos aspectos de los efectos de las reformas que se implementan en el Estado, porque así está en condiciones de participar y escoger los mejores acuerdos y alianzas que beneficien al país y a sus gentes.
Los cambios y reformas que se han producido en los últimos 15 años en América Latina y el mundo y sus economías nacionales han significado cambios muy profundos en sus estructura productivas y legales, dichos cambios y reformas se han traducido en el establecimiento de nuevas reglas de juegos entre las relaciones comerciales que deben establecer los países ricos y los países pobres, lo que se traduce, a su vez, en una redefinición de las antiguas relaciones de comercio para poder readecuarlas al nuevo modelo de crecimiento de las economías nacionales.
En este aspecto lo primero que se ha tenido que redefinir son los aspectos relacionado con las nuevas tecnologías que demandan los niveles de desarrollos presentes, también el proceso de libre comercio implica innovación organizativa, capacidad para lograr una mayor producción , además ha implicado para las economiza nacionales mayor preparación de sus recursos humanos para poder competir con otros países en aquellos sectores en donde las ventajas comparativas, en el aspecto productivo, de los países pobres pueden aprovechar esas ventajas para integrarse al proceso deglobalizacion y de libre comercio. Para ampliar sobre estos temas ver el libro “Neoliberalismo y Globalización” de nuestra autoría.
Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Estos temas son publicados del libro “Lideres y Liderazgos” de su autoría.
2008-02-04 17:02:39