ORLANDO DICE…
APRENDIZAJE.- Leonel Fernández parece que se leyó los libros de Dale Carnegie, los cuales ya no se editan, pero quien fue en un tiempo el más importante autor de manuales de autoayuda, en especial uno sobre cómo ganar amigos y otro sobre la mejor manera de hablar en público e influir en las personas. Sus oponentes, sin embargo, no conocieron esas páginas, y por eso se sorprenden a cada momento cuando en los actos públicos flirtea con el auditorio y dice cosas que sabe serán agradables al oído de la concurrencia. Ocurrió una vez cuando compareció en una asamblea de la Fuerza Nacional Progresista, y ahora al reunirse con un grupo de ex reformistas que apoyan su reelección. En la primera se declaró “ vinchista ”, que nadie averiguò que era, pero que arrancó carcajadas de satisfacción de parte del destinatario, y en la segunda se afilió al “ balaguerismo histórico ”, del que tampoco se conoce mucho, pero que sí recuerda un movimiento que hace tiempo dirigió Ramón Pérez Martínez ( Macorís ). Esa galantería política de quien anda buscando votos la censuran porque dicen que no se expresa con igual fervor de Juan Bosch. Eso es una intriga, y como intriga se queda. El presidente Fernández no tiene que dar testimonio de su adhesión a la figura de Bosch, puesto que se le tiene como uno de sus partos luminosos, y no necesita apelar a su recuerdo o a su legado, ya que los boschistas son suyos por razones de herencia política…
LA POLARIZACIÒN.- Franklyn Almeyda no logró hacerse el gracioso ante la opinión pública con la aplicación a la política de sus conocimientos de perros y su distinción entre realengos, viralatas, bulldogs y hueveros, pero cumplió a cabalidad una tarea del partido y asignación de campaña. Los peledeìstas se sentían acorralados por los embates de los perredeìstas, que descalificaban sus figuras principales, en especial al presidente y candidato Leonel Fernández, hasta que el secretario de Interior y Policía salió a escena. Se hizo odioso, claro está, pero permitió poner cada cosa en su lugar: Si de insultos se trata, que sean de verdad. Por lo que dijo, y como lo dijo, se creó la alarma y aparecieron los hipócritas de siempre queriendo echar agua a un vino que habían fermentado entre todos. Almeyda quedó como el malo de la película, y así pudo haber continuado si no es porque Carlos Gabriel García lo tildó de “baboso”, volviendo el debate a la posición anterior. Los perredeìstas pudieron haber aprovechado la satanización de Almeyda en la opinión pública como un triunfo político. Sin embargo, se dieron cuenta de que bajar las armas por ahora no convenía, y que la guerra de denuestos podría ser aberrante, pero era lo que permitía una polarizaciòn que por ahora favorece la candidatura de Miguel Vargas Maldonado, al ser considerado el polo opuesto a la reelecciòn…
EL VOTO.- La Junta Central Electoral anunció ayer que los inmigrantes dominicanos podrán votar en las ciudades norteamericanas de Nueva York, New Jersey, Filadelfia, Miami y Washington, que son los lugares donde se hizo el empadronamiento y los partidos aceptan las condiciones. Tal vez cueste más la sal que el chivo, pero el organismo llevó a cabo su tarea y se sabe que el gobierno dio un dinero adicional a fin de que no hubiera inconvenientes de recursos y logística. El problema podrían ser los partidos, que tienen la cancha, la bola y el cesto, pero quizás no sepan jugar adecuadamente. Por ejemplo, los partidos Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana se ocuparon de registrar en Nueva York más o menos la misma cantidad de potenciales electores. En promedio unos once mil cada uno, que fue un buen esfuerzo si se recuerda que el padrón del 2004 tenía veinte y cuatro mil inscritos, y ahora se habla de entre sesenta y sesenta y cinco mil. La diferencia por tanto fue obra del personal de la JCE en los aeropuertos, el consulado y las plazas públicas a que acudían los nacionales. Falta ver cómo se va a resolver lo del cierre de las votaciones, pues si se aplica el horario de aquí, el intento será fallido, ya que únicamente sufragarán los muy militantes, que estarán dispuestos a perder un día de trabajo para cumplir con su candidato o con su partido. Continuará…
orlandogil@codetel.net.do
2008-02-05 22:52:11
