Opiniones

El Cepillo Azul de Leonel

FUERA DE SERIE



El Cepillo Azul de Leonel

Por Henry Castillo

Talvez por ser el «carro del pueblo», el cepillo es mundialmente popular y apreciado. Pocos profesionales entre los decenios de 1980 y 1970, incluyendo profesores universitarios, podían comprarlo, y quienes lo tenían eran privilegiados. A pesar que no era el único, el más famoso, admirado y codiciado era el cepillo azul cielo de Leonel.



Leonel Fernández, actual presidente de la República Dominicana, y candidato a la reelección, ha modernizado el país, mediante la construcción de viviendas, escuelas, acueductos, redes eléctricas, edificios (como el que ocupa la sede a la Suprema Corte de Justicia y la Universidad Autónoma de Santo Domingo), el Metro de Santo Domingo, entre otras.



Tuve la dicha de conocer y montar el cepillo azul.



Puedo hablar de sus bondades, así como de la satisfacción de pasearme en el carro más famoso, sin el temor de que se ahogara en un charco de agua o se quedara por gasolina. Cuando se estacionaba, en el parqueo de la facultad de Humanidades o de Economía, la mirada de algunos estudiantes no se quitaba de encima, observando su belleza.



No se diferenciaba mucho de los otros carros europeos, salvo que era el único que funcionaba sin agua (coolant) y tenía el motor en la parte de atrás. Era un orgullo tener uno, especialmente con la carrocería nítida y un motor en excelentes condiciones. Como el de Leonel. La capacidad para moverse con agilidad por cualquier avenida o carretera, convirtieron a este modelo de la volkswagen en uno de los automóviles más famosos del mundo. Su tamaño compacto y el uso que se le daba, lo convirtió en leyenda. Por su resistencia, la Policía Nacional compró una flotilla para asignarlo a los oficiales.



Pocos profesores universitarios podían comprarse uno, aunque los deseos no faltaban. Los bajos salarios, apenas daban para cubrir parte de sus gastos diarios. Con la apertura comercial y el ascenso de Fernández al poder, la dinámica económica cambió, permitiendo a la mayoría de académicos comprar un carro.



La fama del cepillo azul de Leonel es tan singular que no ha podido ser borrada con el tiempo.



Como ocurre con los objetos de las grandes figuras internacionales, cada día que pasa adquiere más valor y es más apetecible. Si su dueño actual existe y decide subastarlo, la oferta inicial superaría el millón de pesos.



Los adversarios de Leonel Fernández, carentes de argumentos para atacarlo y con un cerebro de mime,  quieren ver al Presidente en el cepillo, mientras ellos transitan en un automóvil con tecnología moderna por los túneles, puentes o elevados construidos en su gestión. ¡Paradoja de la vida! Están tan desconectados de la realidad que pienso que desconocen que la compañía volkswagen, fabricante de este modelo, descontinuó su producción, tras más de cinco década de éxitos en ventas, para dar paso a diseños acorde con la era de la tecnología y el conocimiento.  

      

Quienes han intentado humillar y minimizar a Leonel a través del cepillo están frustrados y arrepentidos. Su figura se agiganta mucho más. Gracias a su inteligencia, esfuerzo y dedicación, ha logrado trascender y está considerado como uno de los líderes políticos más grandes del país y toda la región, lo que a sus adversos le cuesta admitir. Su labor como estadista ha permitido que el país haya saltado a las primeras planas de los más importantes medios de comunicación del mundo por su asombroso desempeño económico.  



Gracias a sus propias cualidades, ayudado por las circunstancias políticas históricas, el antiguo dueño del cepillo azul se erigió en Presidente, y dispuso la construcción de un Metro, que diera respuesta a las demandas creciente de la sociedad actual, que requiere de un moderno sistema de transporte colectivo, más ágil y eficiente.



El cepillo seguirá existiendo en la mente de quienes se resisten a los cambios. También en aquellos que se quedaron rezagados en el pasado, donde las computadoras y la internet eran desconocidas. Los críticos del antiguo dueño del escarabajo no se dan cuenta que el muro de Berlín fue derribado, y que la otrora poderosa Unión Soviética es ahora es la Rusia de Putin.



Paradójicamente, son los mismos que se opusieron a los túneles y elevados, pero lo usan; los que critican el Metro, aunque en la intimidad reconocen su trascendencia. Son, también, parte de los que sumieron al país en la más profunda crisis económica de la historia. 



Hablan del cepillo azul por que no tienen otro tema y se niegan a reconocer que bajo el liderazgo de Leonel Fernández, la República Dominicana salió del aislamiento internacional, convirtiéndose en uno de los pueblos de mayor crecimiento económico del mundo. Hoy, por la su visión modernizadora del Presidente Fernández, crece la construcción de torres y nuestras calles están llenas de nuevos modelos de automóviles para el disfrute de una nueva generación de hombres y mujeres que viven el presente, pero trabajan y  tienen confianza en un futuro mejor. E-mail: henrycastillog@hotmail.com

2008-02-13 20:21:04