El Estado, la Educación y los Valores
La educación del presente no sólo debe ocuparse de formar estudiantes y profesionales técnicamente capacitados, sino también por hacer esfuerzos extraordinarios para que los niveles de urbanidad, integridad, responsabilidad, solidaridad, amor al prójimo y el respeto a las personas sea una meta permanente de los profesores(as) y los centros de enseñanzas , sobre todo de los centros educativos de los niveles de inicial y básicos, que son los que comienzan a moldear el comportamiento y la conducta de los niños y adolescentes.
La educación del presente, por tanto, debe estar comprometida en formar niños, jóvenes, profesionales y técnicos, que como recursos humanos, estén comprometidos, no sólo en servirles a la sociedad que los ha formado, sino también en ser la vía, a través de la cual los conocimientos y las tecnologías que nos trae un mundo globalizado puedan ser aplicados en beneficio del crecimiento ético, educativo, espiritual y económico de la sociedad a la cual aspiramos.
De manera que toda sociedad que desea crecer necesita una base educativa sólida que le permita ese crecimiento. Por eso, en el aspecto técnico la educación de los niños y jóvenes debe estar fundamentada en contenidos bien concebidos y bien estructurados, de forma que produzcan un rendimiento escolar, que en el aspecto profesional y ético sirva de base y proyección a la sociedad que queremos ir construyendo.
La sociedad del presente signada por los avances científicos y tecnológicos, demanda que los estudiantes y profesionales aprendan a pensar y a estudiar de forma creativa, de tal forma que ante cualquier realidad, texto o asignatura puedan formarse una idea u opinión de los aspectos estudiados y analizados, de manera que puedan ofrecer una solución a los aspectos examinados.
Cuando la educación dé como resultado que los estudiantes y los profesionales son capaces de relacionar diferentes aspectos de una misma realidad y pueden dar respuestas a las interrogantes y a las soluciones que demanda esa realidad, en una situación similar, estamos formando estudiantes, profesionales y profesores lideres para la sociedad en la cual ejercen su profesión.
El otro aspecto que debe tomar en cuenta la sociedad es el que tiene que ver con la educación moral y los valores humanos positivos que debe promover la educación dominicana. En este sentido la educación debe procurar que los aspectos éticos y de responsabilidad de los estudiantes y profesionales sea una condición necesaria de nuestras instituciones educativas en todos sus niveles de enseñanzas.
El Estado, la familia y la sociedad deben asumir el compromiso de formar ciudadanos que puedan asumir el rol de ir cambiando los valores culturales negativos, que se han ido entronizando en nuestro medio social y cultural y que amenazan con eliminar los valores humanos positivos del ser humano.
El Estado, la sociedad y las familias dominicanas deben orientarse a formar jóvenes y adolescentes, cuya formación le impida pasar a formar parte de los grupos de jóvenes que se han alejado de de la escuela para pasar a formar parte de los grupos que hoy se inician en los vicios y las drogas. La misión de la educación debe ser contrarrestar los valores negativos que representan la riqueza fácil, la falta de integridad y la corrupción y que en la actualidad abate a la sociedad en todos sus niveles y estamentos.
La educación debe orientarse a hacerles tomar consciencia, a jóvenes y adolescentes, de que sólo el trabajo y la superación personal son las vías para el crecimiento espiritual y económico del individuo. Una educación con valores, comprometida con un desarrollo espiritual y cultural sano del ciudadano es la única garantía que puede hacer frente a los vicios y a la falta de valores humanos positivos que hoy corroe a nuestra sociedad y al mundo.
2008-03-13 15:17:31