Opiniones

EL TIRO RÁPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

En dìas recientes, con motivo de la convocatoria de la llamada Cumbre de partidos de oposiciòn convocada por la dirigencia del Reformista Social Cristiano con la acogida y apoyo del Revolucionario Dominicano, se expandiò el rumor de que el objetivo a plantear en dicho evento era la posible retirada de los participantes de la cita electoral que tendrà efecto el pròximo 16 de Mayo.

La versiòn se difundiò tanto, precisamente en el feriado de la Semana Santa, que el Presidente de la Junta Central Electoral, Julio Cèsar Castaños Guzmàn, se apresurò a salirle al paso asegurando que los comicios se efectuarìan de todos modos. El magistrado tambièn advirtiò que, de acuerdo a la ley,  cualquier partido que se abstuviese de participar, no recibirìa los fondos presupuestados que seràn distribuidos a travès del propio organismo.

Como nunca falta quien eche un pelo en el sancocho electoral y reaccione de manera impensada y descompuesta, cosa que està ocurriendo en los diferentes litorales y con demasiada frecuencia, en esta oportunidad tocò el turno al ex jefe policial convertido en candidato presidencial, Pedro de Jesùs Candelier, quien acusò a Castaños Guzmàn, a consecuencia de esa aclaraciòn,  nada menos que de ser un agente de la reelecciòn del Presidente Leonel Fernàndez.  Por suerte, afirmaciòn tan peregrina y absurda no encontrò la menor sintonìa ni mereciò por el menor comentario por parte del imputado.

Pero ahora, es el Presidente de la Càmara Administrativa, el magistrado Roberto Rosario, el que de motu propio acaba de denunciar el montaje de una alegada campaña encaminada a desacreditar el actual proceso electoral.

El licenciado Rosario señala que la misma se estarìa realizando en base a denuncias sobre la ocurrencia de un supuesto uso de recursos del Estado y por la falta de sanciòn de la Junta, que es el organismo encargado de mantener el torneo dentro de un marco de equidad para todas las agrupaciones que participan en el mismo.  De esta forma, agrega, pretenderìan ilegitimizar el proceso al tiempo que a los propios jueces encargados de su organizaciòn.

Si bien Rosario no levanta el ìndice acusador contra nadie en particular, reprocha a los partidos polìticos estar actuando con irresponsabilidad frente a la sociedad y exhorta a suspender la pràctica de hacer denuncias pùblicas sin sustentarlas con las debidas pruebas.

La queja del Presidente de la Càmara Administrativa està asistida de no escasa razòn, en tanto en cuanto denuncias mediàticas lanzadas al vuelo sin real fundamento, pudieran referirse a situaciones cuyo conocimiento y decisiòn corresponderìan a la Junta Central Electoral como organismo rector del proceso. De esa forma,  por extensiòn, darìan la falsa impresiòn de que la Junta se mostrarìa indiferente frente al cumplimiento de sus responsabilidades de garantizar la equidad y limpieza de los comicios.

La actual campaña electoral se ha caracterizado por la violencia verbal, que afortundamente no ha estado acompañada hasta ahora, de violencia fìsica.   Pràcticamente, dentro de la clase polìtica, no ha habido, salvo contadìsimas excepciones,  nombre que no haya sido arrastrado por el fango del descrèdito y la descalificaciòn,  bautizado a veces con los epìtetos màs insultantes.

Por màs apelaciones que se han dirigido al sentido comùn, reclamos de racionalidad y elevaciòn del nivel del debate parece una tendencia irrefrenable que lleva trazas de acentuarse en el tramo final de la campaña.

Pero una vez màs insistimos en que la Junta Central Electoral debe quedar al margen de este intercambio de cieno.  Bajo ningùn concepto se justifica pretender presionar a la Junta ni arrastrarla al campo del descrèdito, sin poner en riesgo de credibilidad el proceso electoral.  Esto no es ni justo ni provechoso.

El electorado ha estado sometido al màs intenso bombardeo de un discurso polìtico sobrado de insultos y vacìo de propuestas positivas y respuestas a sus problemas. La sociedad dominicana ha estado viviendo en un clima estresante todo este tiempo, y la ciudadanìa està ansiosa de que llegue el 16 de Mayo para darle culminaciòn al mismo y obtener un merecido respiro.

La clase polìtica, al menos, debe poner empeño en que las elecciones se desenvuelvan en un ambiente de civilidad y transparencia.  Y la ùnica forma de lograrlo es reforzando la confianza en la Junta Central Electoral y apoyando su trabajo, lo cual debe excluir todo intento de manipular sus decisiones y arrojar dudas sobre el comportamiento de sus magistrados.

Sirva pues la queja y advertencia del Presidente de la Càmara Administrativa para desmontar cualquier intenciòn aviesa y contribuir en cambio,  al buen éxito de unas elecciones que reflejen el sentir mayoritario del electorado, fortalezcan el ejercicio cìvico del voto y eleven la imagen internacional del paìs.

2008-03-28 15:24:21