El estado “perfecto”
Por Narciso Isa Conde
Policía Nacional. Policía Turística. Policía Científica. Policía AMET. Policía Municipal. Policía Electoral. Policías privadas. Policía ambiental, Compañías de seguridad y otras muchas entidades de la misma especie.
El país esta lleno de instituciones policiales y para-policiales, de agentes y calieses antiguos, modernos y posmodernos, públicos y privados.
Entidades policiales de todo tipo, de todas las denominaciones. Ahora, formadas estimuladas, armadas, rearmadas, modernizadas, motorizadas… por un Secretario de Interior cuyo sueño de niños fue ser jefe de la policía.
Abogado de profesión, pero policía de corazón.
Hombre de gestos fuertes, de muecas rígidas, de dientes apretados y verbo agresivo.
Amante de la autoridad y cultor de la seguridad.
“Enemigo a muerte” de la delincuencia menor, amante apasionado del “orden público” en detrimento de la libertad y respetuoso de la impunidad de la delincuencia mayor.
Copión, junto al líder de la clientela morada, de la “seguridad democrática” del señor Álvaro Uribe Vélez, presidente narco-paramilitar del Estado corporativo, terrorista y fascistoide de Colombia.
En fin, promotor de muchas policías y demasiada autoridad, lo suficiente para haber conjurado ya el auge paradógicamente incontenible de la delincuencia mayor, mediana y menor. Pero sobre todo de la mayor-mayor y de la de su propio gobierno.
Controles, vigilancia, programas avanzados de inteligencia militar, equipos ultramodernos…Todo eso y mucho más.
Tantos, tantos y tan “eficaces” medios, que hasta según su “modesto” decir posibilitan descubrir el origen del voto, sujeto a tal nivel de precisión que el Secretario de Estado (que desde niño soñó con ser jefe policial –y no de una policial civil, sino de una policía militar-) jura y perjura que con su brillante, visionaria y caliesística asesoría, la alta gerencia de su partido ha podido adivinar por quien habrá de votar cada dominicano(a) inserto en el registro electoral, mandando al carajo la secretidad comicial
Todo está bajo control y no del enemigo. Bajo control absoluto y total de la enriquecida y sabihonda claque morada.
Todo, todo, ordenadito a lo PLD. No se equivoquen.
Para eso están las Harley Davison, los carros patrulleros con computadoras, los policías especializados, los cursillos de la Policía de New York, los científicos de la Policía Científica, los(as) calieses(as) modernos(as) y posmodernos(as), la policía electoral y los(as) electores(as) policías; los 20 subsecretarios a su servicio, los intelectuales carapintadas, los renegados y traidores de las izquierdas, los beneficiarios de las nóminas abultadas y de las nominillas CB, los neos- DNI, los cuchumil movimientos con Leonel, las compañías de guardianes constituidas desde el poder…
Un Estado perfectamente seguro, más bien perfectamente “seguroso”, con todo segurosamente controlado por le ejército policial-clientelista morado.
Menos, claro está, la delincuencia en todas sus expresiones dominantes.
Mucho menos la delincuencia mayor: la crinminalidad de ciertas cúpulas policiales, militares, partidocráticas, empresariales, de Estado, mafiosas…
Todo muy bien vigilado, ingeniosamente vigilado.
Menos, claro está, los contratos grado a grado, los oficiales vínculos con Quirino y Nelson Solano, las obras sobrevaloradas y auto-asignadas por Diandino, Félix Bautista, Freddy Pérez, Richard Martínez, Díaz Rúa; los contratos a favor de Margarita Gómez, la mansioncita de Alejandrina, las nóminas y las nominillas supernumerarias, los sueldos superiores al millón de pesos, las ONGs y Fundaciones de legisladores(as), los 132 millones de dólares de la Sun Land, la compra de políticos balagueristas y perredeistas, las jugosas comisiones en las compras del Estado, la evasión de impuestos a cargo de los empresarios favoritos, el tráfico de influencia, las empresas peledeistas conexas a Secretarías de Estado y Ayuntamientos, las compras sobrevaluadas de las Harley Davison, los alcoholímetros fantasmas…y paro de mencionar.
Todo milimétricamente controlado, menos los inmensos gastos del Despacho de la Primera Dama y de la Presidencia de la República, ¡ni hablar de las cuentas de la publicidad gubernamental y de la campaña reeleccionista!
Y de paso quedan liberados de toda culpa los jorocones del PEME y sin tocar las conexiones del escándalo Marbella, por tratarse esta última de corrupción solidariamente compartida con otro de los candidatos presidenciales.
Presos solos los vira-latas de Renove, y esto por militar en partido contrario y por no tener vínculos ni con las élites sociales ni con la alta jerarquía de la iglesia católica y romana.
Presos tambien los diez trabajadores del Metro que se robaron unos cuantas varillas, una máquina de soldar y una sierra eléctrica. Libre los que se han llevado millones de los presupuestos abultados e incontrolados de ese y de otros megaproyectos.
Presos además algunos ladronzuelos de celulares y cadenas.
El perfecto Estado delincuente, insigne rector de un país gerenciado por políticos delincuentes, por corporaciones tramposas, jueces venales y jefes policiales expertos en amasar fortunas dizque persiguiendo los delitos comunes.
Claro, mientras más chiquitos, “más mejores”. Un Estado perfecto para perfectos idiotas y para los(as) pendejos(as) de tomo y lomo. Más perfecto aun para la mafiocracia que lo dirige.
2008-03-30 20:54:28