Opiniones

Crimen y Poder

Crimen y Poder

Por: Narciso Isa Conde

Este es el título de mi nuevo libro que será formalmente presentado el próximo viernes 9 de mayo en la sala del Museo de Arte Moderno de la XI Feria Internacional del Libro.

El tema -aunque arranca en 1987 con los componentes de la trama criminal en mi contra (organizada por los asesinos de Orlando)- y pasa por las conversaciones que entonces sostuve con el general Antonio Imbert Barreras(entonces Secretario de las FFAA) y con Joaquín Balaguer, se proyecta con fuerza en el reino de la impunidad que todavía protege a esos señores y a muchos asesinos y ladrones de alcurnia, como tambien a la podredumbre electoral actual, pese a la pus que destacan sus candidaturas señeras.

En este libro se destaca como una parte importante de las viejas y nuevas fortunas domini­canas tienen en su sello de fábrica, además de la explotación precapitalista y capitalista legalizadas, las inscripciones de la barbarie moderna: el crimen de Estado, una creciente relación del trá­fico de influencia y la corrupción entre empresas privadas, instituciones del estado y partidos del sistema…

Una peculiar acumulación originaria –y más que origina­ria– ha terminado por mezclar grandes capitales, forjados y multiplicados al vapor, con los partidos corrompidos, con el poder militar-policial, con la alta burocracia, con lavadores de dólares y traficantes de drogas… dentro de un ambiente de absoluta impunidad.

La mitología del consumo de lujo creada por el capitalismo desarrollado, imitada desde esta periferia subdesarrollada y dependiente a través del empleo de medios ilícitos y prácti­cas criminales, han conformado progresivamente un Estado delincuente, en el que interactúan grupos empresariales y al­tas jerarquías militares, policiales y de iglesias, que dominan la sociedad y reproducen la impunidad que le sirve de manto protector.

El consumo de drogas tiene sus receptores monumentales en EEUU y en las sociedades altamente desarrolladas del capitalismo. Pero a la vez la lumpen-burocracia, la lumpen- burguesía y el lumpen-militarismo, encuentran en los centros y las periferias del capitalismo, su caldo de cultivo óptimo tolerancia y protección para sus “negocios”.

Un cuerpo estatal corrompido, un sistema de dominación basado en esos niveles del delito, está imposibilitado de ex­tirpar ese cáncer; está imposibilitado de hacerlo incluso en su fase incipiente, menos aún cuando sus metástasis tocan los centros vitales del poder y de todo el aparato de domi­nación.

Así, la elevadísima fertilidad que le ofrece nuestro territorio al principal mercado de drogas del mundo (Estados Unidos), está acompañada de una impunidad realmente escandalosa en materia de narcotráfico, de asesinatos y otros delitos.



Dos núcleos fundamentales de valiosas informaciones des­plegadas en este libro están contenidas en un informe prepa­rado para la embajada de Estados Unidos sobre el curso de narcotráfico hasta finalizar el periodo presidencial de Jorge Blanco y, en segundo lugar, todo un archivo de datos obteni­dos a raíz de la trama criminal en mi contra planeada a partir de marzo de 1987, pero con fuertes raíces en los enclaves del crimen del gobierno de los doce años.

Ambas fuentes revelan una buena parte de la secuencia his­tórica, los entrelazamientos, conexiones, relaciones y evo­lución de esa alianza especial entre CRIMEN Y PODER forjada desde 1966 al presente como continuidad (reacomodada y readaptada) del trujillismo aliado a la dominación imperial; mientras las sucesivas indiferencias de las autoridades na­cionales frente a cada uno de los episodios y denuncias so­bre esas prácticas delincuenciales y sus conexiones con el Estado, ponen al desnudo el reinado de impunidad que le ha servido de manto de protección y estímulo a sus reitera­ciones a todo lo largo de las últimas décadas.

No hay mayor estímulo a los delitos de estado que la impunidad reiterada de de ellos.

Cierto que el Estado delincuente, la clase dominante pervertida y la mafiocracia que lo administra, cambia de forma y de traje, muta, evoluciona y se camuflajea según circunstancias y posibilidades. Y esto porque no pueden reinar sin contrapartida popular, más aun cuando se logran determinadas libertades.

El robo legalizado (extracción de plusvalía en forma de ganancia capitalista) y el robo formalmente penalizado por los códigos se combinan hasta que la impunidad le abre tanta cancha a los delitos tolerados y protegidos que pudre gobiernos y elecciones.

Procuro en este caso, como siempre, ayudar a comprender las causas y las soluciones de fondo, lo que facilita imprimirle conciencia a la indignación popular que generan los poderes que se gansterizan, con las miras puestas en la necesidad de hacerlos estallar.

Y ahora, como siempre, tambien doy como presupuestado el resurgimiento de los intentos de criminalizar a quienes enfrentamos sin vacilaciones  ni dobleces a la mafiocracia, a la lumpem-burguesía y al lumpen-imperialismo, bajo el pretexto hipócrita de la lucha contra el terrorismo y la defensa de su adefesio de “democracia”.

Y esto toma tintes especiales en épocas de decadencia esencial (más allá de las apariencias, del espejo engañoso de unas “elecciones” secuestradas, de las burbujas mediáticas-publicitarias…) dentro de una competencia putrefacta y polarizada entre un reeleccionismo mafioso y degradante, y los que desde la “alternancia democrática” aspiran a adueñarse del Estado (y en especial de su patrimonio en bienes raíces y su capacidad contractual para multiplicar fortunas personales).

Entonces no tiene nada de extraño, que la auto-conciencia silenciada de esa decadencia y la percepción auto-ocultada del volcán social y político que se está gestando para después de estas “elecciones” podridas y al margen de esta institucionalidad pervertida, produzcan el proyecto de ley “antiterrorista” (copiado del Perú y de Colombia, y de factura gringa) e intente abrirle espacio al terrorismo mediático y la visita instigadora de generales genocidas colombianos que procuran criminalizar nuestras relaciones con las FARC. ¿Hasta cuando vamos a permitir todas estas fechorías e hipocresías?

2008-05-06 22:07:11