El Liderazgo Pastoral de Juan Pablo II
Uno de los líderes de la iglesia católica que más se destacó en los últimos tiempos lo fue el papa Juan Pablo II. A éste se le bautizo con el nombre del papa peregrino, porque fue quien más viajes realizó al exterior, llevando un mensaje de esperanza a millones de hombres y mujeres de todos los extractos sociales en el mundo.
Los pronunciamientos de Juan Pablo II se colocaron del lado de todos aquellos que sufren por la pobreza, las guerras y la intolerancia. En cuanto a su protesta a favor de los oprimidos el para Juan Pablo II protestó contra los gobiernos que no se ocupan de aliviar el hambre de millones de seres humanos en el mundo. En este aspecto llegó a calificar muchas medidas neoliberales puesta en práctica por muchos gobiernos como capitalismo salvaje, como una forma de llamar la atención para que no sólo se vea al ser humano como un instrumento a explotar, sino también para que se tomen en cuenta sus potencialidades, aspiraciones y esperanzas.
El papa Juan Pablo II se preocupo por el crecimiento espiritual y material de las familias, en ese sentido se interesó por el crecimiento de una burguesía nacional comprometida con el desarrollo de sus empresas.
La posición del papa Juan Pablo II frente a las políticas neoliberales es lo que explica que éste religioso, sin tener participación en la política, sea el líder más apreciado y arraigado en la mente de millones y millones de personas en el mundo, que lo ven como una guía espiritual y como abanderado de la justicia social y el bien común a favor de los pobres del mundo.
El hecho de que Juan Pablo II se convirtiera en el líder religioso que arrastraba al mayor número de seguidores católicos y de masas humanas provenientes de todos los sectores sociales y económicos del mundo, confirma que en cuanto a la movilización de personas, el papa es quien mayores torrentes de masas conquistó en el mundo y aunque éste no fue un líder político, sino religioso, ya que su misión era pastoral, no por ello se pudo evitar que la influencia de su liderazgo sea una de las más destacada del siglo XX y talvez del siglo XXI.
El liderazgo del papa Juan Pablo II se acentuó más en el corazón de la gente porque éste dio calor humano a millones de hombres y mujeres del mundo y porque se preocupó, de forma real, para que los poseedores de riquezas y de capital tuvieran consciencia que el ser humano debe estar por encima de las apetencias del dinero.
En la encíclica Centesimus Annus el para Juan Pablo II nos escribe lo siguiente: “Una autentica democracia es posible solamente en un estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la subjetividad de la sociedad, mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad.”
En cuanto a la democracia el papa Juan Pablo II entiende que debe ser participativa, en este sentido atribuye gran importancia a la libre empresa en el capitalismo. Entiende que esta debe garantizar la participación de la gente, debe además garantizar que la gente elija, como forma para controlar a los gobernantes. En este sentido el papa Juan Pablo II expresa lo siguiente: “La iglesia aprecia el sistema de la democracia en la medida que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y de controlar a sus propios gobernantes, o bien de sustituirlos oportunamente de manera pacifica”.
Consciente de su responsabilidad social y para con la gente el papa Juan pablo II se refiere, a través de la encíclica Centesimus Annus, a las funciones que debe jugar el Estado en una sociedad capitalista en beneficio de su gente. En este aspecto se expresa de la manera siguiente: “Crear un marco institucional, jurídico y político, que garantice la libertad individual, la propiedad y el sano funcionamiento de la economía de mercado” Otro aspecto al que se refiere el papa Juan Pablo II es el que tiene que ver con la vigilancia y el encauzamiento de los derechos humanos y señalaba que el Estado tenia que suplirlos en situaciones excepcionales de extrema pobreza en aquellos sistema de empresa demasiados débiles o en vía deformación.
El papa también abogó por la ayuda y libre iniciativa que debe tener el Estado en beneficio de toda persona, sobre todo cuando esas personas provienes de grupos sociales muy pobres. En este aspecto entiende que una estructura social de orden superior (Estado) no debe interferir la vida interna de un grupo social de orden inferior para privarla de sus competencias, sino que más bien éste tiene que sostenerla, en caso de necesidad. Debe además ayudarla a coordinar sus acciones con los demás componentes sociales con miras al bien común.
Evelio Arroyo es Sociólogo, Abogado y Escritor. Estos temas son publicados del libro “Lideres y Liderazgos” de su autoría.
2008-05-26 03:08:37